Santo Domingo simul¨® una extradici¨®n de etarras a Espa?a para obligar a ETA a iniciar una tregua
El pasado abril, las autoridades dominicanas iniciaron los tr¨¢mites para la inmediata extradici¨®n a Espa?a de Antxon Etxebeste y dem¨¢s etarras confinados en Santo Domingo ante su negativa a tratar de obtener la tregua de ETA que exig¨ªa el Gobierno espa?ol. Tras realizarse con celeridad los tr¨¢mites para su entrega a Espa?a -se rellen¨® un formulario de emigraci¨®n con sus datos, se les fotografi¨® y tom¨® las huellas-, la orden se dej¨® en suspenso. Antxon, pese al par¨®n, vio claro su destino: "Nosotros ya hemos empezado a reflexionar con uno de nuestros pies puestos en el avi¨®n y nuestra mente en Madrid".
Antxon Etxebeste, m¨¢ximo interlocutor etarra del Gobierno desde 1989, en una carta escrita el pasado 11 de mayo a un abogado amigo a quien alude con la inicial M., detalla un intento de fulminante extradicion de los activistas confinados en ese pa¨ªs durante la pasada Semana Santa. "Los antecedentes de c¨®mo se encuentra nuestra situaci¨®n se remontan a los pasados meses de diciembre y enero, cuando las autoridades dominicanas ejercen diversos movimientos de presi¨®n y amenaza de extradici¨®n, para exigir, por cuenta del Gobierno espa?ol, de la organizaci¨®n [ETA], una tregua unilateral y sin condiciones de dos meses".Con ello alude Antxon al mensaje enviado por el Gobierno espa?ol a los etarras confinados en Santo Domingo a trav¨¦s de las autoridades de ese pa¨ªs -hecho que avalan diversa documentaci¨®n etarra y fuentes espa?olas- entre diciembre y enero pasados por el que se admitir¨ªa abrir v¨ªas de di¨¢logo si ETA acordaba una tregua unilateral y sin condiciones, o en caso contrario ser¨ªan extraditados.
"El 31 de marzo, al mediod¨ªa, somos convocados Bel¨¦n [Gonz¨¢lez Pe?alva] y yo [Antxon] al DNI (Departamento Nacional de Investigaci¨®n). Se me introduce en el despacho del general [Fernando S¨¢nchez Aybar] y se vuelven a reproducir similares presiones a las ejercidas anteriormente, en esta ocasi¨®n con m¨¢s intensidad y personalizadas, dirigidas a recabar de mi parte el fin de la violencia terrorista. En caso contrario, comenzar¨ªa el proceso de extradici¨®n. Me da de plazo hasta el anochecer", agrega la carta de Antxon.
Filiaci¨®n
"Al anochecer, somos de nuevo conducidos ambos al DNI, manteniendo yo s¨®lo la entrevista con el general. Ante mi respuesta negativa de acceder a su demanda, da las ¨®rdenes correspondientes para iniciar el proceso de extradici¨®n (el capit¨¢n a nuestro cargo le comenta si debe dar instrucciones para que sea tra¨ªdo I?aki [Aracama], contest¨¢ndole el general que no hay tiempo). Primero, a Bel¨¦n y posteriormente a m¨ª, se nos conduce a una oficina donde un mayor y un administrativo nos preguntan y rellenan en un papel oficial de la Secretar¨ªa de Migraci¨®n datos relativos a nuestra filiaci¨®n, incorporando al mismo nuestras huellas digitales de ambos pulgares". "A continuaci¨®n nos sacan tres fotos frontales de medio cuerpo. Sin m¨¢s explicaciones, somos trasladados de nuevo a casa con un coche de escolta".
"El 16 de abril llega una instrucci¨®n del DNI para que sean conducidos all¨ª por ¨®rdenes del Mayor Abreu los cuatro restantes [etarras], de dos en dos, para efectuar el mismo procedimiento administrativo. Desde entonces, no hemos vuelto a tener m¨¢s noticias del tema, salvo una indirecta en que el capit¨¢n, al comentarle yo el asunto de las compras y las dificultades que ten¨ªamos porque se nos perd¨ªa la comida comprada para tantos d¨ªas, me dijo que el general le hab¨ªa preguntado 'a ver si hab¨ªamos aflojado'".
Antxon cree que su extradici¨®n s¨®lo es cuesti¨®n de tiempo: "Nosotros ya hemos empezado a reflexionar con uno de nuestros pies puestos en el avi¨®n y nuestra mente colocada en Madrid; preferimos hacerlo as¨ª para no dejarnos sorprender por desenga?os absurdos. Y esto lo digo sin ning¨²n tembleque derrotista. Ahora bien, al margen de las actitudes personales, no puedo dejar de pensar en el significado y consecuencias pol¨ªticas de tal evento, y tama?a responsabilidad, la verdad es que me abruma".
Esta tentativa de extradici¨®n descrita por Antxon pon¨ªa punto final al ¨²ltimo mensaje del que hay constancia del Gobierno a los etarras deportados en Santo Domingo. Antxon, entre l¨ªneas, se queja en otro escrito de que la direcci¨®n de ETA, llevada de una "sobrevaloraci¨®n y prepotencia en el sentido de que parece que tuvieran asumida la ca¨ªda del Pa¨ªs Vasco franc¨¦s", frustr¨® esta v¨ªa de di¨¢logo al rehusar conceder una tregua unilateral, posibilidad que ETA vive con "angustia y miedo" por si se lee como "signo de debilidad".
Recadero
Antxon se lamenta de ser un mero recadero de la direcci¨®n etarra, y recuerda que el "Gobierno espa?ol ha sido claro: si no hay una tregua no vendr¨¢ a hablar". Y agrega que un atentado en Madrid, que no precisa, acab¨® de enturbiar el panorama, cuando ETA iba a dar su respuesta a la petici¨®n de tregua. Antxon no desvela dicha respuesta, pero da a entender que incumpl¨ªa los requisitos exigidos por Madrid: primero tregua; despu¨¦s, di¨¢logo.
Pero Antxon no se enga?a: "Durante estos tres ¨²ltimos a?os, los intentos de abrir el proceso [de negociaci¨®n] por parte del enemigo han sido numerosos, pero no nos enga?emos. A trav¨¦s de estos contactos, el enemigo pretend¨ªa sobre todo pulsar a la organizaci¨®n y m¨¢s concretamente a la interlocuci¨®n, intentando ver signos de debilidad, si ciertas posiciones de algunas personas del movimiento hab¨ªan tenido calado".
"Desde estar ETA representada en una mesa de conversaciones con una delegaci¨®n del Gobierno-PSOE en Argel se ha retrocedido a pr¨¢cticamente la presentaci¨®n de una alternativa de arrepentimiento digno a Antxon bajo la presi¨®n del chantaje internacional". "Si a ello a?adimos el desplante pol¨ªtico que entra?a la desaparici¨®n del otro potencial interlocutor oficial, Txikierdi, [Juan Lorenzo Lasa Mitxelena], no podemos sino evidenciar la definitiva voluntad espa?ola por deshacer malentendidos y poner finiquito a la sempiterna duda respecto de la negociaci¨®n con ETA", explica Antxon.
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