Los parlamentarios franceses ratifican en Versalles los acuerdos de Maastricht
La Rep¨²blica Francesa se instal¨® ayer en la casa del rey Luis XIV. En el palacio de Versalles, el Parlamento republicano acept¨® importantes renuncias de soberan¨ªa en beneficio de la futura uni¨®n europea. Reunidos en sesi¨®n conjunta, la Asamblea Nacional y el Senado aprobaron por una. mayor¨ªa muy superior a las tres quintas partes de sus miembros la reforma constitucional que abre la puerta a la ratificaci¨®n en refer¨¦ndum del Tratado de Maastricht.
Fran?ois Mitterrand acudir¨¢ a la cumbre europea de Lisboa con un regalo para los europe¨ªstas: el proceso franc¨¦s de ratificaci¨®n de Maastricht est¨¢ bien encarrilado. Y ello, merced a los votos de la gran mayor¨ªa de los diputados y senadores del Partido Socialista (PS) y la Uni¨®n para la Democracia Francesa (UDF), que lidera Val¨¦ry Giscard d'Estaing.Era la cuarta vez en los 34 a?os de existencia de la V Rep¨²blica que las dos C¨¢maras se reun¨ªan en solemne sesi¨®n versallesca. Diputados y senadores ocuparon el ala denominada Mediod¨ªa. Los congresistas acudieron al palacio en autobuses escoltados por fuerzas antidisturbios. En ese mismo momento, millares de agricultores intentaban cercar Par¨ªs con sus tractores. Protestaban por la pol¨ªtica agr¨ªcola de la Comunidad Europea.
Presidiendo un hemiciclo tapizado en rojo, el socialista Henri Eminanuelli constat¨® a las 10.30 horas que el Parlamento franc¨¦s, formado por 895 diputados y senadores sentados por orden alfab¨¦tico, estaba constituido en Congreso para proceder a la reforma de la Constituci¨®n. El texto de la reforma ya hab¨ªa sido aprobado, en sesiones separadas, por la Asamblea Nacional y el Senado.
La protesta de Chirac
Los diputados y senadores del movimiento neogaullista Asamblea para la Rep¨²blica (RPR) participaron tan s¨®lo tres minutos en el Congreso de Versalles. Una vez abierta la sesi¨®n, abandonaron el palacio. La no participaci¨®n, ni en el debate ni en la votaci¨®n, era el ¨²nico modo que hab¨ªa encontrado Jacques Chirac para evitar que el RPR diera el bochornoso espect¨¢culo de su divisi¨®n entre europe¨ªstas, eur¨®fobos e indecisos. "No estamos capacitados moralmente para pronunciarnos sobre un tratado caduco desde el rechazo dan¨¦s", dijo Chirac.
Los otros grupos expresaron en cortos discursos sus respectivas posiciones. A excepci¨®n del comunista Georges Marchais, todos se declararon favorables a la reforma constitucional y al Tratado de Maastricht. El resultado de la votaci¨®n fue de 592 congresistas a favor y 73 en contra.
Se clausuraban as¨ª siete semanas de un ejemplar debate parlamentario sobre la construcci¨®n europea. Un debate que desgarr¨® a la oposici¨®n de centro y de derecha y oblig¨® al poder socialista a hacer la concesi¨®n de dejar en suspenso el voto de los ciudadanos comunitarios en las elecciones municipales.
Francia todav¨ªa debe superar la prueba de fuego del voto popular de finales de septiembre o comienzos de octubre. Los congresistas de Versalles eran ayer conscientes de que el refer¨¦ndum franc¨¦s, el primero y quiz¨¢ el ¨²nico en uno de los motores hist¨®ricos de la construcci¨®n europea, ser¨¢ decisivo para el Tratado de Maastricht.
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