Londres y Bonn imposibilitan el reparto de sedes
F. M. / I.C., La pugna entre el Reino Unido y Alemania por acoger en su territorio al futuro banco central europeo fue la principal causa del fracaso de la propuesta portuguesa para repartir entre los Doce las sedes de las instituciones comunitarias que quedan por crear, propuesta que fue discutida el viernes por la noche en la cena que celebraron los jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Europea (CE), seg¨²n indican fuentes diplom¨¢ticas. A¨²n as¨ª, el primer ministro luso, An¨ªbal Cavaco Silva, asegur¨®: "Nunca hemos estado tan cerca de una soluci¨®n".
El brit¨¢nico John Major defendi¨® la candidatura de Londres para sede, a partir de 1994, del Instituto Monetario Europeo, embri¨®n del futuro banco central, argumentando que su capital es la principal plaza financiera de la CE. Una mayor¨ªa de pa¨ªses respald¨®, sin embargo, la candidatura de Alemania para otorgar as¨ª una compensaci¨®n al Estado que cuenta con la moneda m¨¢s prestigiosa y que deber¨¢ sacrificarla para poner en circulaci¨®n el ecu (unidad de cuenta europea).
La proposici¨®n de Cavaco no distribu¨ªa las sedes por ciudades, sino por pa¨ªses. Al t¨¦rmino del reparto cada uno de los Estados miembros hubiese contado por lo menos con una sede. Cinco de ellos (Espa?a, Grecia, Irlanda, Portugal y Dinamarca) no disponen de ninguna todav¨ªa. A Espa?a le hubiese correspondido, seg¨²n el plan Cavaco, la Agencia Europea de Medio Ambiente y a Portugal, la Agencia Europea de Evaluaci¨®n de los Medicamentos. La cumbre aprob¨® la creaci¨®n de una c¨¦lula policial europea encargada de luchar contra la droga, que constituir¨¢ el primer pelda?o de Europol, la futura polic¨ªa federal.
Dividir el banco
Para resolver al enfrentamiento germano-brit¨¢nico se empieza a perfilar la idea, sugerida en parte por Cavaco, de dividir el banco central en dos: la sede se instalar¨ªa formalmente en Francfort o Bonn y Londres acoger¨ªa la c¨¢mara de compensaciones.
La pretensi¨®n luxemburguesa, aceptada por Cavaco, de hospedar a la oficina de marcas de la CE porque tiene un departamento jur¨ªdico dio lugar a una curiosa conversaci¨®n entre el presidente Felipe Gonz¨¢lez y el primer ministro luxemburgu¨¦s, Jacques Santer, quien defendi¨® su mejor derecho desde 1965. Gonz¨¢lez le contest¨® que desde entonces muchas cosas han cambiado, como, por ejemplo, el r¨¦gimen de Franco en Espa?a. El portavoz luxemburgu¨¦s que dio cuenta de la conversaci¨®n afirm¨® que Santer pod¨ªa haber replicado a Gonz¨¢lez, aunque finalmente no lo hizo, que justamente a causa del general los europeos practican la cohesi¨®n con Espa?a para reducir su retraso.
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