El FIS, entre las urnas y la lucha armada
?D¨®nde est¨¢is vosotros que jur¨¢bais dar vuestra vida por Argelia y el islam?", se preguntaba a gritos el imam de la mezquita de Bab el Ued en Argel dirigi¨¦ndose a poco menos de medio centenar de fieles que hab¨ªan acudido aquel viernes a rezar. El panorama era desolador. El templo y las calles vac¨ªas contrastaban con las escenas de meses atr¨¢s, cuando una multitud de creyentes, militantes y simpatizantes del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n (FIS) acud¨ªan puntualmente todas las semanas como una marea humana para participar de la oraci¨®n y recibir las consignas pol¨ªticas. Nadie os¨® explicar al imam que el partido de Al¨¢ hab¨ªa decidido cambiar de estrategia y pasar a la clandestinidad.
El FIS abandon¨® los foros p¨²blicos el pasado mes de enero cuando un golpe de Estado interrumpi¨® el proceso electoral, derroc¨® al presidente Chadli Benyedid e impuso una junta c¨ªvico-militar o Alto Comit¨¦ de Estado presidido por Mohamed Budiaf.
El partido isl¨¢mico apenas hab¨ªa cumplido los tres a?os. Naci¨® el 9 de marzo de 1989 en el barrio de Bab el Ued, despu¨¦s de una larga y dolorosa discusi¨®n que se inici¨® a las seis de la tarde y finaliz¨® a las cuatro de la madrugada, discusi¨®n en la que los sectores radicales intentaban por todos los medios que el movimiento isl¨¢mico no se convirtiera en un partido cl¨¢sico y se sometiera a los tr¨¢mites administrativos que permit¨ªan en Argelia la creaci¨®n de nuevos partidos pol¨ªticos. Para estos sectores era una herej¨ªa que la organizaci¨®n de Al¨¢ se sometiera a los dictados de los procesos electorales y a los debates democr¨¢ticos. Al d¨ªa siguiente, 10 de marzo de 1989, ante una multitud impresionante, entre la que se encontraba la prensa internacional, se anunci¨® en la mezquita de Ben Badis, en el barrio de Kuba, el nacimiento oficial del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n.
Desde el primer instante sobresalieron dos figuras: Abassi Madani y Al¨ª Belhadj. A partir de ese instante, la trayectoria del FIS fue el fruto de un debate permanente entre los sectores radicales que propugnaban la instauraci¨®n, por la fuerza de las masas, de una rep¨²blica isl¨¢mica o aquellos otros que reivindicaban el acatamiento del proceso electoral y las normas democr¨¢ticas. La discusi¨®n se aviv¨® con acritud en el mes de mayo de 1990, en v¨ªsperas de las primeras elecciones locales y comunales pluripartidistas de la historia de Argelia.
El triunfo del FIS en las elecciones comunales de 1990, en que logr¨® copar m¨¢s de la mitad de los ayuntamientos y de los gobiernos provinciales, cerr¨® el debate y logr¨® colocar en un lugar prominente a los que propugnaban la v¨ªa electoral. El proyecto integrista para convertir a Argelia en una rep¨²blica isl¨¢mica a trav¨¦s de las urnas sucumbi¨®, sin embargo, en diciembre de 1991, cuando el Ej¨¦rcito interrumpi¨® el proceso electoral e impidi¨® el acceso de los islamistas al Parlamento tras su aplastante triunfo en las urnas. Los principales dirigentes del FIS fueron detenidos, se ilegaliz¨® la organizaci¨®n y el Gobierno la entreg¨® inconscientemente a los sectores m¨¢s radicales, que nunca hab¨ªan dejado de so?ar en la lucha armada. Las urnas definitivamente se han cerrado. El FIS ha empezado a caminar por la segunda v¨ªa.
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