La verg¨¹enza de Europa
El conflicto yugoslavo lleva meses encendido sin atisbos de soluci¨®n inmediata. Enzarzados en una cruel y devastadora guerra los serbios, croatas y eslovenos, se cuentan ya por miles las v¨ªctimas de la barbarie, del odio, la guerra y el hambre.Sarajevo est¨¢ sufriendo un asedio terrible, carente de lo m¨¢s necesario, luz, agua y alimentos. Las pocas im¨¢genes televisivas que nos llegan son espeluznantes, y el espect¨¢culo de una ciudad bombardeada, en llamas y casi arrasada es por lo dem¨¢s dantesco.
Pero lo m¨¢s terrible de todo, como apuntaba un corresponsal de prensa, es que esto suceda casi a las puertas del siglo XXI, en el mismo coraz¨®n de Europa, a menos de dos horas de avi¨®n de Madrid, y en lo que se ha venido llamando Ia cuna de la civilizaci¨®n occidental".
Se esperaba, como en la guerra del Golfo (aunque en Yugoslavia no hay petr¨®leo), la intervenci¨®n mediadora y eficaz de las grandes potencias. Al menos una reacci¨®n un¨¢nime, fuerte y disuasoria de las restantes naciones europeas, como cuando se conmueven y movilizan por el cultivo de la vid, el tomate o crecimiento de ganado vacuno. No ha sido as¨ª, pues lo que est¨¢ en juego son s¨®lo personas. Esta despreciable actitud no puede tener otro calificativo que el de ?vergonzoso!
?Se?ores gobernantes y diputados del Parlamento Europeo, menos tratados de Maastricht y m¨¢s inter¨¦s y ayuda a la pobre Yugoslavia, que se desangra a ojos vista!
La responsabilidad es de todos y la despreocupaci¨®n o inhibici¨®n es un crimen de lesa humanidad.-
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