Alicia Alonso ya no es la Gis¨¦lle de Castro
Deja el Gran Teatro. salpicada por los esc¨¢ndalos sexuales y econ¨®micos de su marido
Alicia Alonso ya no ser¨¢ m¨¢s la "Giselle de Fidel Castro". La hasta ahora directora general del Gran Teatro de La Habana ha resultado salpicada por un turbio esc¨¢ndalo descubierto en la compa?¨ªa de danza que ella fund¨® en 1948. Una auditor¨ªa, y una larga investigaci¨®n ordenada por las autoridades de la isla, a ra¨ªz de denuncias de tipo sexual -por parte de algunas de los componentes de? ballet, han privado a Alonso de una buena parte del prestigio y la autoridad que hasta hace s¨®lo dos meses le permitieron acometer los m¨¢s ambiciosos proyectos art¨ªsticos de la historia de la revoluci¨®n. La bailarina ha sido sustituida al frente del Gran Teatro, aunque conserva la direcci¨®n art¨ªstica del Ballet Nacional.
Mientras Alicia Alonso se entregaba por entero a la direcci¨®n del Gran Teatro -que seg¨²n fuentes del mismo s¨®lo en 1991 obtuvo beneficios cercanos a los tres millones de d¨®lares (unos 300 millones de pesetas)-, en el Ballet Nacional de Cuba se fraguaba el esc¨¢ndalo que ha terminado con su prestigio y que ha supuesto la segregaci¨®n del ballet del Gran Teatro para atar sus manos a una indefinida direcci¨®n art¨ªstica sin capacidad ejecutiva.El detonante fue Jes¨²s Jaramillo, un joven bailar¨ªn del ballet detenido a principios de a?o. Jaramillo era uno de los habituales a "las fiestas de Pedro", nombre con el que se hicieron c¨¦lebres las veladas orgi¨¢sticas que el cr¨ªtico de danza y actual esposo de Alicia Alonso, Pedro Sim¨®n Mart¨ªnez, organizaba en su casa con los m¨¢s prometedores talentos de la compa?¨ªa. Estas reuniones, que transcurr¨ªan mientras Alicia atend¨ªa los asuntos del gran teatro, fueron objeto de insistentes comentarios en el ballet. ".El problema era que si eras invitado por Pedro a una de sus fiestas y no acced¨ªas, entonces se reduc¨ªan tus oportunidades dentro del ballet", explica un miembro de la compa?¨ªa.
La detenci¨®n de Jaramillo, que fuentes del ballet vinculan a su r¨¢pido e indiscreto florecimiento econ¨®mico, fue breve pero suficiente para que la autoridades cubanas decidiesen comenzar una minuciosa investigaci¨®n en el Ballet Nacional de Cuba. As¨ª, funcionarios de Partido Comunista y del Ministerio de Cultura crearon una comisi¨®n investigadora y realizaron una auditor¨ªa .
Las, primeras bailarinas del Ballet Nacional, Aurora Bosch y Josefina M¨¦ndez, entre otras ,destacadas figuras, fueron entrevistadas por Luc¨ªa Sardi?as, una de las principales responsables de cultura en el Partido Comunista de Cuba (PCC). Mientras tanto, los resultados de la auditor¨ªa econ¨®mica se manten¨ªan en el m¨¢s absoluto de los secretos.
"Que yo sepa no hay nadie preso, as¨ª que me parece que eso es un buen resultado", declar¨® Alicia Alonso en una reciente conferencia de prensa. Lo cierto es que m¨¢s all¨¢ de las dimensiones econ¨®micas del esc¨¢ndalo, la conclusi¨®n oficial del caso lleg¨® hace dos meses a trav¨¦s de la jefa del Departamento de Cultura del Comit¨¦ Provincial del PCC de la capital de La Habana, Gisela Herrera.
En una reuni¨®n celebrada en la sede principal del BalletHerrera inform¨® de la sustituci¨®n de Alicia Alonso por el viceministro de Cultura, Norberto Estrabao, en la direcci¨®n del Gran Teatro de La Habana y de la destituci¨®n de la principal colaboradora de Alicia, Maida Bustamante, hasta ese momento subdirectora de la instituci¨®n. [Maida Bustamante, al inicio de la operaci¨®n policial, desapareci¨® de La Habana y apareci¨® en Madrid, donde reside actualmente y trabaja como representante art¨ªstica].
De esta forma, Alicia Alonso, la Prima Ballerina Assoluta de Cuba, apodada la "Giselle de Fidel Castro" por su firme defensa de la revoluci¨®n cubana desde el principio, ha visto esfumarse su gran sue?o. A sus 74 a?os sigue al frente del Ballet Nacional pero cargando con la "fiesta de Pedro" como una pesadilla.
Adios a sus sue?os
Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Mart¨ªnez del Hoyo, Alicia Alonso, asumi¨® la direcci¨®n general del Ballet Nacional de Cuba (BNC) en 1975, fecha en que se separ¨® de su primer esposo, Fernando Alonso, hasta ese momento director de la compa?¨ªa. Desde ese instante, la legendaria bailarina se transform¨® en una febril gestora de proyectos art¨ªsticos que desbordaron en mucho las fronteras del ballet.A comienzos de los ochenta Alicia lanza la idea de crear una gran instituci¨®n cultural que, con sede en el teatro Garc¨ªa Lorca, antiguo Centro Gallego, concentrara en una sola empresa la danza, la ¨®pera, la, zarzuela, el teatro, un grupo coral, as¨ª como varios centros de promoci¨®n art¨ªstica. Claro est¨¢, todo bajo Su direcci¨®n personal.
El 3 de abril de 1986, Alicia Alonso consigue materializar sus sue?os y nace as¨ª el, Gran Teatro de La Habana, con tres salas de teatro: la hist¨®rica Garc¨ªa Lorca, la Alejo Carpentier, de 600 localidades, y la Antonin Artaud, dedicada al teatro experimental.
La vida de la bailarina se vuelca m¨¢s que nunca en el arte. Ha contado muchas veces que dedica su escaso tiempo libre a disfrutar de la compa?¨ªa de sus animales y, en particular, de su querida gata Ondina. S¨®lo a veces deja de estar con sus animales para salir de compras, otra de sus m¨¢s conocidas pasiones.
En el Gran Teatro, Alonso consigue contar con una galer¨ªa de arte, la Imago; una sala de conferencias, la Jos¨¦ Lezama Lima; una sala de conciertos, la Ernesto Lecuona; una sala de v¨ªdeo, la Luis Bu?uel, y cinco salones para la ense?anza de la danza. Rematando esta imponente instituci¨®n cultural, Alicia incorpora al gran teatro una orquesta sinf¨®nica y un coro, y revive dentro del antiguo Palacio del Centro Gallego el c¨¦lebre caf¨¦ del Louvre.
Con esta infraestructura, el gran complejo art¨ªstico ampl¨ªasu proyecci¨®n y, de ser una agrupaci¨®n art¨ªstica subvencionada por el Estado, se convierte en una lucrativa empresa con autonom¨ªa financiera. Giras por el extranjero, Cubaballet (peri¨®dicos programas did¨¢cticos), programas especializados en ense?anza de la danza cl¨¢sica cubana y asesor¨ªa y colaboraciones con diversas compa?¨ªas en el extranjero se traducen en breve plazo en decenas de miles de d¨®lares.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.