Anguita se apunta
AL LEVANTAR la bandera del refer¨¦ndum sobre Maastricht, Julio Anguita asume riesgos considerables. No s¨®lo apuesta por una m¨¢s que dudosa v¨ªa de reagrupamiento de la izquierda, sino que pone en peligro la unidad de la formaci¨®n que preside. Como ha recordado Nicol¨¢s Sartorius, pedir un refer¨¦ndum sin adelantar la posici¨®n que se defender¨¢ en ¨¦l resulta poco coherente y oscurece, m¨¢s que clarifica, el debate sobre la uni¨®n europea. Pero constituye, adem¨¢s, una temeridad porque fuerza a Izquierda Unida (IU) a una definici¨®n en t¨¦rminos excluyentes sobre una cuesti¨®n que ya en la reciente asamblea federal estuvo a punto de provocar la ruptura. Ello hace especialmente vulnerable su posici¨®n, porque dif¨ªcilmente servir¨¢ para reagrupar a las dispersas fuerzas de la izquierda una iniciativa que ni siquiera garantiza la unidad de sus promotores.Anguita y sus partidarios aspiran seguramente a repetir la operaci¨®n que tan buenos resultados les dio con la consulta sobre la OTAN. Pero entonces era el Gobierno el que romp¨ªa el consenso anteriormente existente en la izquierda, y de ah¨ª el atractivo y poder aglutinante de las consignas anti-OTAN para amplios sectores m¨¢s o menos desencantados con la primera experiencia de Gobierno socialista. Ahora, por el contrario, es la direcci¨®n de IU la que cuestiona la tradici¨®n europe¨ªsta de la izquierda espa?ola. La rectificaci¨®n, impulsada por Anguita en la asamblea federal de mayo (sustituci¨®n del apoyo cr¨ªtico por la abstenci¨®n reticente) supuso ya la desautorizaci¨®n expl¨ªcita de los europarlamentarios de IU, que hab¨ªan votado a favor del tratado. Al exigir ahora un refer¨¦ndum de ratificaci¨®n contra la opini¨®n de la mayor¨ªa de los componentes de su grupo parlamentario, crea un conflicto de hecho y avanza un paso m¨¢s hacia el abandono de esa tradici¨®n.
El siguiente s¨®lo podr¨ªa ser el rechazo abierto al proyecto de uni¨®n europea. Quiz¨¢s algunos sectores castigados por la crisis culpen de su situaci¨®n al modelo "hegemoneizado por las multinacionales" que, seg¨²n Anguita, consagra Maastricht; pero no parece un lema capaz de movilizar a alguien que no estuviera dispuesto a hacerlo por cualquier otro motivo. Para que ese rechazo fuera el eje de una opci¨®n capaz de genera¨ªadhesi¨®n, ser¨ªa preciso plantear alguna alternativa a la din¨¢mica de integraci¨®n europea que Maastricht dise?a. Como IU no la tiene -pues no es pensable que se apunte a las corrientes que combaten esa din¨¢mica desde la obsesi¨®n por la soberan¨ªa nacional-, y ya ha dicho que no dar¨¢ el s¨ª, ni cr¨ªtico ni acr¨ªtico, se limita a reivindicar el m¨¦todo: de momento, el refer¨¦ndum, y ya veremos lo que votamos. O como dijo Anguita tras la asamblea de mayo, antes de pronunciarse "hay que esperar la evoluci¨®n de los acontecimientos". Lo que seguramente esconde la intenci¨®n de propugnar la abstenci¨®n. Es una posibilidad: permitir¨ªa quiz¨¢s capitalizar como voto del descontento la creciente bolsa abstencionista sin compartir la probable derrota del no. Ahora bien, resulta dif¨ªcil imaginar un oportunismo mayor.
Si de lo que se trata es de impulsar un debate sobre el contenido del tratado, habr¨¢ que plantear iniciativas tendentes a corregir las deficiencias observadas: el Parlamento Europeo se?alaba hasta 21, lo que no le imped¨ªa recomendar la aprobaci¨®n del tratado por los Parlamentos nacionales. El espa?ol est¨¢ plenamente legitimado para hacerlo, y es poco responsable aventar dudas al respecto. Es posible que el debate mismo haga aconsejable la convocatoria de un refer¨¦ndum. Pero el debate sobre Maastricht y sus eventuales alternativas, no sobre el refer¨¦ndum. Apuntarse a cualquier cosa que se mueva, al margen de que lo haga en la direcci¨®n deseada o la contraria, es un vicio bastante arraigado en ciertos sectores muy influyentes en la opini¨®n p¨²blica espa?ola. Pero como han advertido los cr¨ªticos de IU, Anguita, al dejarse ganar por esa din¨¢mica, corre el riesgo de ser aplastado por su exceso de celo. Especialmente si sigue empe?¨¢ndose en poner el carro del refer¨¦ndum delante de los bueyes del debate y las alternativas.
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