La Declaraci¨®n de Derechos de los Enfermos de Sida, presentada en Holanda en visperas de la conferencia

El combate contra el sida no puede ser ganado s¨®lo en los laboratorios. Precisa tambi¨¦n de un tratamiento solidario y compasivo para evitar la discriminaci¨®n de los afectados, as¨ª como las secuelas del rechazo social sufrido tambi¨¦n por sus familiares. Su protecci¨®n en tanto que seres humanos completos y la de sus allegados vertebra la Declaraci¨®n de Derechos Fundamentales y Humanitarios aplicables a esta pandemia, presentada ayer en Amsterdam. Le acompa?a una carta sobre ¨¦l respeto de principios ¨¦ticos en el tratamiento m¨¦dico del mal.
Los dos documentos aparecen poco antes de la inauguraci¨®n, ma?ana, de la VIII Conferencia Internacional sobre el Sida, organizada por la Universidad de Harvard y la capital holandesa.La declaraci¨®n y la carta son una iniciativa de Derechos y Humanidad, un movimiento internacional que lucha por su defensa y fue fundado en 1986. Desde hace cinco a?os se ocupa tambi¨¦n del bienestar y futuro de los afectados por el s¨ªndrome del sida y de los portadores del VIH. Ambas han sido elevadas por el Gobierno de Gambia a la Comisi¨®n de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
"De todos modos, no pretendemos que los textos se transformen en normas de obligado cumplimiento. A escala nacional, las pol¨ªticas de lucha contra el sida y de apoyo a los enfermos son cada vez mejores, pero en lo internacional falla la solidaridad. Por eso preferimos que sirvan de marco e inspiraci¨®n a Gobiernos y autoridades sanitarias cuando vayan a elaborar sus leyes", se?ala Julia H?usermann, presidenta de Derechos y Humanidad. Los 35 art¨ªculos de la declaraci¨®n convergen en dos deberes y una afirmaci¨®n fundamental; esto es, el car¨¢cter ¨²nico, e irrepetible del ser humano y de su contribuci¨®n a la sociedad. Comprensi¨®n y solidaridad deben ser los motores de una buena pol¨ªtica de protecci¨®n de los derechos del enfermo de sida, seg¨²n sus redactores.
La carta divide sus apartados en tomo a la prevenci¨®n de la pandemia, tratamiento de los afectados, investigaci¨®n y discriminaci¨®n. Se?ala el respeto a derechos tan fundamentales como el trabajo, incluso si la persona que lo solicita es portadora del virus o est¨¢ ya atacada por ¨¦ste. El derecho a recibir un tratamiento adecuado, hasta cuando se carece de medios econ¨®micos, y de no ser aislado por culpa de la dolencia est¨¢n tambi¨¦n incluidos. Y hay uno m¨¢s. El derecho a poder viajar libremente y a no ser rechazado en fronteras o centros de asilo cuando el afectado pida refugio en otro pa¨ªs.
Historia de una conferencia
Este ¨²ltimo punto llev¨® precisamente a trasladar a Europa la conferencia que se inaugura ma?ana. En un principio estaba prevista en la ciudad norteamericana de Boston. La negativa del Gobierno de Estados Unidos a permitir la entrada a portadores del virus HIV oblig¨® a la Universidad de Harvard a organizarla en otro lugar. Los comit¨¦s europeo y estadounidense se preparan ahora pata recibir en Amsterdam a 10.000 delegados de 124 pa¨ªses. Medio millar de ¨¦stos ser¨¢n seropositivos. Otro millar de participantes vendr¨¢n de ?frica, uno de los continentes m¨¢s afectados por la pandemia.
"Queremos que sea el congreso del debate y la solidaridad. Un lugar de encuentro para cient¨ªficos y colectivos afectados por un mal del que nadie puede sentirse ajeno", ha dicho el investigador holand¨¦s Joost Ruitenberg, organizador de la reuni¨®n. Ser¨¢ la mayor cita internacional habida en Holanda, "pero sobre todo debe ser un foro cient¨ªfico abierto a la divulgaci¨®n y a la ciencia. La ¨²nica forma que ahora tenemos de prevenir el sida", a?adi¨® Ruitenberg.
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