Mil opciones para el ocio
Las salas de videojuegos son la diversi¨®n favorita de los atletas de la Villa Ol¨ªmpica
Los videojuegos se han convertido en una de las estrellas de la Villa Ol¨ªmpica de los deportistas. Las cinco salas, y especialmente la principal, son visitadas diariamente por m¨¢s de 500 personas que buscan canales de aislamiento o de distracci¨®n. En total hay m¨¢s de 400 monitores, 30 consolas port¨¢tiles y 11 grandes m¨¢quinas recreativas. La mayor expectaci¨®n la despierta el R-360, un simulador de vuelo en el que se incorpora el jugador y que permite giros de 360 grados. ?sa es una de las mil posibilidades de ocio que se ofrecen a los deportistas en la villa.
Normalmente, hay colas frente al R-360. Se trata de un gran simulador de vuelo, de dos metros cuadrados, que permite al jugador meterse dentro para dirigir los ataques de los aviones enemigos o sufrirlos. "Puedes dar giros hasta de 360 grados, lo que supone que, de golpe, te encuentras cabeza abajo. A trav¨¦s de un mando puedes dirigir tus movimientos, pero a veces pierdes el control", comenta Jordi Sala, encargado de las cinco salas recreativas de la Villa Ol¨ªmpica.Unos salen de all¨ª mareados y a algunos se les escapa incluso alg¨²n grito, pero todos repiten. Es la atracci¨®n m¨¢s espectacular, un nuevo invento de la empresa Sega -exclusiva en el recinto ol¨ªmpico- que fue estrenado en Jap¨®n en 1990. "Nunca lo hab¨ªa visto. Es divertido y ofrece nuevas sensaciones", dice Bennie Reynders, de 30 a?os, miembro del equipo de Sur¨¢frica. Bennie ha cogido cuatro billetes de golpe. La mayor¨ªa de los deportistas que quieren probar este artefacto hacen la misma trampa desde que los responsables de la sala tuvieron que establecer turnos para evitar problemas. "Por aqu¨ª pasan m¨¢s de 500 personas diarias. La cifra ascender¨¢ notablemente cuando la villa est¨¦ a pleno rendimiento. Los japoneses y norteamericanos son los m¨¢s asiduos. Pero hay tambi¨¦n muchos europeos. Africanos y ¨¢rabes vienen poco", a?ade Jordi Sala.
La sala de videojuegos principal est¨¢ en la avenida que da paso a la zona residencial de los deportistas. Dentro hay otras cuatro salas. Entre todas re¨²nen 400 videoconsolas que ofrecen la posibilidad de escoger entre 1.200 juegos. Adem¨¢s, las salas est¨¢n equipadas con 30 consolas port¨¢tiles y 11 m¨¢quinas recreativas de grandes dimensiones. "A nosotros nos sirve para limpiar la mente y alejamos del trabajo diario. Pero no es la ¨²nica atracci¨®n". Enrique Cort¨¦s, miembro de la selecci¨®n espa?ola de b¨¦isbol, no necesitaba aquel d¨ªa evadirse. Su equipo acababa de aterrizar en la villa. ?l y sus compa?eros alucinaban con lo que se encontraban: "Es lo mejor que nunca hemos visto".
En realidad, ¨¦sta es s¨®lo una parte del montaje. "Hemos agrupado las atracciones en tres grandes ¨¢reas: recreativa, ocio y espect¨¢culos", explica Ignacio Rodr¨ªguez, director de ocio y cultura de los Juegos de Barcelona. "Se ha pensado en cubrir las necesidades de los atletas antes y despu¨¦s de competir. Antes necesitan quitarse la presi¨®n, pensar en otras cosas, y precisan distracciones f¨¢ciles. Despu¨¦s, el discurso cambia por completo".
En la Villa Ol¨ªmpica, los atletas son recibidos por grupos de animacion que componen gags con cualquier motivo; pueden ir al cine, a los bares musicales, a la discoteca hasta las doce de la noche, pasar por la biblioteca, sentarse c¨®modamente en la sala de audici¨®n o, simplemente, ir a la playa. Las posibilidades son mil.
"Si los deportistas no se entrenan, a m¨ª no me preocupa. Quiero que se diviertan", comenta Ignacio Rodr¨ªguez. "La mayor¨ªa de los que est¨¢n aqu¨ª saben que tienen pocas opciones de ganar, as¨ª que por lo menos intentaremos que se lo pasen bomba".
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