Escepticismo ante el env¨ªo del Ejercito italiano a Sicilia
Hay magistrados de Palermo que hablan de "golpe televisivo" y pol¨ªticos, como Leoluca Orlando, que se encogen de hombros ante esta "tomadura de pelo". El general Goffredo Canino, jefe de Estado Mayor italiano, estima en cambio, satisfecho, que el Ej¨¦rcito "ten¨ªa que- intervenir ante una emergencia de tipo colombiano". Pero el italiano medio sigue teniendo motivos fundados para desconfiar de que la Mafia pueda ser vencida con los casi 10.000 soldados oficialmente movilizados desde el pasado s¨¢bado para combatir a Cosa Nostra en su propio feudo siciliano.
Se trata de una medida que tiene numerosos precedentes. Tanto en los a?os cuarenta, cuando en Sicilia soplaron aires de independencia, como en los sesenta, cuando el terrorismo nacionalista se apoder¨® del Alto Adigio, en los setenta, a ra¨ªz del secuestro de Aldo Moro, en los ochenta, cuando una presunta red de extrema derecha y delincuentes se ceb¨® en el tr¨¢fico ferroviario, o hace s¨®lo pocas semanas, cuando se enviaron tropas a Cerde?a para intentar localizar a un ni?o secuestrado, el Ej¨¦rcito ha colaborado en tareas que eran meramente policiales.Ocurre, sin embargo, que aqu¨¦llas fueron colaboraciones puntuales. Ahora se trata de una dedicaci¨®n general y continua, en el territorio y el plazo fijados por el decreto, que incluye el derecho de los militares a pedir a los ciudadanos que se identifiquen o a efectuar registros y detenciones.
La percepci¨®n psicol¨®gica de este paso por la poblaci¨®n es relativa, ya que el italiano no asocia a sus militares con la amenaza del golpe de Estado. Sabe que son demasiado d¨¦biles y que Italia es un pa¨ªs demasiado largo y estrecho, seg¨²n sol¨ªa decir Alcide De Gasperi, como para que una iniciativa de ese tipo fuera eventualmente viable. Por ello, m¨¢s que con irritaci¨®n, ha reaccionado con la desconfianza del que ha visto ya demasiadas soluciones in¨²tiles para problemas at¨¢vicos.
Las fuerzas de seguridad desplegadas en Sicilia eran ya impresionantes -unos 10.000 polic¨ªas y carabineros-, sin que por ello se haya logrado la detenci¨®n de los grandes capos que, como Tot¨® Riina o Nitto Santapaola, llevan una c¨®moda vida de fugitivos dentro de Sicilia desde hace m¨¢s de 20 a?os. Su dominio territorial est¨¢ hecho de corrupci¨®n y protecciones compradas, m¨¢s bien que de una fuerza militar.Se percibe como realmente cr¨ªtica, en cambio, la situaci¨®n en la que ha se encuentra el Gobierno, y no s¨®lo por la contundencia de la Mafia, sino por la gravedad del problema econ¨®mico y la profundidad de la crisis pol¨ªtica derivada de la total corrupci¨®n del sistema de partidos.
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