Los Juegos
En Sevilla y en la Expo, un grupo de catalanes nos instalamos delante de la inmensa pantalla Jumbotron, que retransmit¨ªa la ceremonia inaugural de los Juegos. La gran explanada estaba ocupada por algunos millares de personas sentadas en el suelo.Tratar¨¦ de registrar algunas de las reacciones un¨ªvocas de la multitud.
Sale el alcalde Maragall, abucheo. Sale el presidente Pujol, gritos de desaprobaci¨®n. Le toca el turno a Samaranch, que es recibido en silencio, pero en cuanto abre la boca y habla en catal¨¢n, griter¨ªo general.
Habla el Rey con su inicial "benvinguts...". Silbidos a granel. S¨®lo leyendo la prensa de Madrid, cosa que he hecho durante la semana anterior, se pueden comprender estas reacciones del pueblo espa?ol.-
El d¨ªa 27 de julio
saqu¨¦, junto con un amigo, dos entradas para ver las regatas. ?stas se suspendieron por falta de viento. Nos comunicaron que, debido a lo acaecido, al d¨ªa siguiente en taquilla nos ser¨ªa devuelto el dinero o bien recibir¨ªamos otra entrada para otro d¨ªa.El d¨ªa 28 fui a por el dinero, ya que mi amigo deb¨ªa marcharse el d¨ªa 27 irremisiblemente. En las taquillas me comunicaron que no hab¨ªa devoluci¨®n de dinero; o se tomaba una entrada para la regata del d¨ªa o santa Rita, Rita, lo que se da no se quita.-Eduardo Alarc¨®n Montoya.
Todos los barceloneses
sabemos que el Gobierno de Catalu?a se apunt¨® a los JJ OO cuando se dio cuenta de que ir contracorriente no era rentable. Antes, sin embargo, el propio presidente, Jordi Pujol, alert¨® sobre lo inconveniente de invertir demasiado en la ciudad, olvidando que Barcelona es la capital de Catalu?a y que las mejoras de las infraestructuras benefician a todo el pa¨ªs. En los ¨²ltimos meses, para hacerse perdonar su cicatera actitud inicial, el Gobierno convergente ha gastado en publicidad un mont¨®n de dinero para convencernos de que es el que m¨¢s ha invertido en los JJ OO. Parece que ha convencido a bastantes ciudadanos, seg¨²n alguna encuesta. Supongo que esto es bastante injusto y doloroso para aquellos que realmente han puesto su enorme esfuerzo en que todo salga bien. A Maragall y su equipo, mi felicitaci¨®n y mi agradecimiento de barcelon¨¦s.-
Quisiera apuntar
dos cosas acerca de la actuaci¨®n de Sergi L¨®pez: primera, la repentina desaparici¨®n o, mejor dicho, no aparici¨®n de autoridad p¨²blica alguna en las piscinas de Picornell; segunda, su extraordinaria y meritoria final, consiguiendo s¨®lo el cuarto puesto entre la ¨¦lite mundial. Como dijo ¨¦l mismo: "El que se sienta enga?ado, que nade en los pr¨®ximos Juegos y ya veremos c¨®mo le va". Bravo, Sergi gracias por estar ah¨ª, entre los mejores.-
Como uno de los muchos
voluntarios que d¨ªa a d¨ªa intentamos colaborar en lo posible en el ¨¦xito de estos Juegos que son de todos, no debo sino agradecer al colectivo de taxistas que ayuda a que durante 15 d¨ªas nuestros hu¨¦spedes se sientan mejor que en su propio pa¨ªs.Felicito a aquel taxista que a la pregunta de un recluta ch¨®fer de la familia ol¨ªmpica contest¨® haciendo gala de una exquisita educaci¨®n: "Mira, chico, si no sabes c¨®mo ir c¨®mprate una gu¨ªa".
Agradezco a aquellos que facilitan la movilidad de los atletas y delegaciones ocupando en masa el carril ol¨ªmpico, compartido y obstaculizando en lo posible sus desplazamientos. Admiro el esp¨ªritu ol¨ªmpico que invade a aquellos que abollan los coches en qui¨¦n sabe qu¨¦ original t¨¦cnica de entrenamiento para alg¨²n deporte no conocido por m¨ª.
Me disculpo por el peque?o trabajo extra que deber¨¢n realizar durante dos semanas para atender al resto de las personas
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Como uno de los muchos
Viene de la p¨¢gina anteriorque llegaron de todo el mundo y que no gozan como las delegaciones de coches asignados.
Siento que algunos de sus compa?eros de profesi¨®n lleven a?os aprendiendo idiomas y an¨¦cdotas para atender a nuestros invitados deseosos de conocer nuestra ciudad.
Disculpas a aquel colectivo de trabajadores del taxi a los que molestamos durante dos semanas; eso s¨ª, que conste que al menos nosotros les molestamos sin cobrar por ello (maletas aparte).- voluntario n¨²mero 3.276.
El taxista de Barcelona
no est¨¢ en contra de los Juegos Ol¨ªmpicos, pero s¨ª est¨¢ indignado por esta pol¨ªtica de falsa imagen protagonizada por las autoridades y los estamentos que los dirigen.No entendemos c¨®mo se nos puede obligar a dejar a nuestros clientes a cientos de metros de las instalaciones deportivas, mientras que unos Seat Toledo de color blanco pueden llegar hasta la misma puerta.
Tampoco entendemos por qu¨¦ se han puesto tantos carriles libres para la circulaci¨®n de los citados coches, cuando los taxistas llevamos a?os pidi¨¦ndolos, no para nuestra comodidad, sino para una mayor eficacia en el servicio a los ciudadanos de Barcelona que prefieren usar este servicio p¨²blico del que tanto alardean nuestras autoridades.
Ni entendemos c¨®mo se pueden dar tantos privilegios a la familia ol¨ªmpica y dejar al margen las atenciones a los habitantes de la ciudad, los cuales llevamos a?os soportando obras e incomodidades, con la ilusi¨®n de ver estas jornadas ol¨ªmpicas y de efectuar durante ellas nuestro trabajo de la mejor manera posible; sin embargo, nos encontramos con que no podemos dejar a nuestros clientes en la puerta, lo que provoca continuas discusiones entre taxistas, clientes y Guardia Urbana, sin que ninguno de los tres entienda por qu¨¦ debe hacerse as¨ª si los tres conviven juntos todo el a?o.
Lo mismo ocurre con las salidas del aeropuerto, estaciones de tren, paradas de hoteles e infinidad de sitios a los que nos est¨¢ prohibido el acceso, con las incomodidades que todo ello conlleva para el usuario del taxi.
Por tanto, queremos hacer llegar este malestar a los medios de comunicaci¨®n, por considerar que son ellos los que m¨¢s directamente viven y conocen los problemas de nuestra ciudad, y para que todo el mundo sepa que el taxista s¨®lo quiere ser respetado, al igual que todos los ciudadanos, ya que del mismo modo hemos colaborado para conseguir estos Juegos, ahora bien, queremos que se nos tenga en cuenta y que se nos deje trabajar.-
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