Tres goles del mexicano Luis Garc¨ªa en su deb¨²
La presentaci¨®n del Atl¨¦tico y Luis Garc¨ªa dej¨® un sabor agridulce. El deb¨² del mexicano abri¨® el primer debate serio. Su concurso dio paso a la esperanza y, a la vez, encendi¨® la alarma. Mostr¨® su fama: instinto rematador con cualquier parte del cuerpo y goles. Pero avis¨® a gritos de que su presencia puede descomponer el bloque. Tres hombres que no colaboran en la defensa, Schuster, Futre y ¨¦l, se antojan excesivos para que no se agriete un sistema basado en la recuperaci¨®n del bal¨®n.Luis crey¨® encontrar la f¨®rmula id¨®nea para que, con un ligero retoque t¨¢ctico, nada cambiara con Garc¨ªa. Antes Futre jugaba solo en punta y Schuster contaba con el respaldo de dos falsos delanteros y un centrocampista. Ayer, en la primera parte, la que dibuj¨® miedo, el t¨¦cnico puso al portugu¨¦s y al mexicano en punta y dej¨® a dos interiores para proteger al alem¨¢n. Desolador. A la presi¨®n en la banda, clave para coger la pelota, s¨®lo llegaban dos. Eso s¨ª, ante la atenta mirada, desde c¨®modas posiciones, de los tres extranjeros.
Un equipo de la Segunda B arm¨® un descomunal descosido al Atl¨¦tico. Garc¨ªa entraba en ¨¦ste con calzador. No cabe en un zapato a compartir con Futre y Schuster, ayer de vacaciones hasta en ataque.
La segunda mitad confirm¨® esta tesis. Futre se qued¨® en el banquillo y sali¨® Sabas, h¨¢bil y generoso en el trabajo defensivo. El Atl¨¦tico recuper¨® el m¨¦todo del pasado y el brillo. El cambio de Schuster por Vizca¨ªno ayud¨® a mejorar su imagen. El H¨¦rcules ya no vio forma de romperle. El interrogante que se plantea procede del rival, un modesto conjunto que no le exige al Atl¨¦tico contar con el manejo de Schuster. La diferencia t¨¦cnica es abismal.
Garc¨ªa, en suma, sembr¨® el desconcierto. Su estreno fue redondo en lo personal y cuadrado en lo colectivo. Mal asunto. Sus goles dejaron poso. Luis tendr¨¢ que romperse la cabeza pensando.
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