Banja Luka, el negocio del terror
Nuevas t¨¦nicas de 'limpieza ¨¦tnica' en la autoproclamada rep¨²blica serbia en Bosnia
ENVIADO ESPECIAL El comandante serbio Milovan Milotinovic dice que los musulmanes de Banja Luka no tienen problemas. Pero los l¨ªderes de la comunidad musulmana esperan atemorizados en una casa, junto a la mezquita de piedra, la llegada de la comitiva de Tadeusz Mazowiecki, el ex primer ministro polaco encargado por la ONU de indagar sobre las violaciones de los derechos humanos en esta guerra. En Banja Luka, ciudad bajo el toque de queda entre las diez de la noche y las cinco de la ma?ana, el terror se palpa. Una nueva t¨¦cnica de limpieza ¨¦tnica se est¨¢ poniendo en pr¨¢ctica en la autoproclamada Rep¨²blica serbia de Bosnia-Herzegovina.
A Celinac, a 12 kil¨®metros de Banja Luka, en el noroeste de Bosnia, se llega por una carretera tranquila. No hay heridas de combate en las casas de campo que orillan -la ruta. Es una zona controlada por las fuerzas serbias. El cargador de la metralleta del miliciano serbio que viaja en nuestr¨® veh¨ªculo -un malencarado chetnik que hemos recogido en el camino a modo de dudoso salvoconducto- rebosa de brillantes balas de cobre a punto de derramarse sobre nuestros muslos. Pero el viaje termina abruptamente,. despu¨¦s del primer cartel de Celinac, ante un puesto decontrol serbio.El papel firmado por el mayor de Caballer¨ªa Milovan Milotinovic no permite ir m¨¢s all¨¢. El miliciano sigue a pie, nosotros volvemos a Banja Luka. El mayor Milotinovic niega el piermiso para visitar Celinac porque dice que hay peligrosas operaciones militares en la zona.
No se oyen disparos, no hay movimientos de tropas. Seg¨²n el mayor Milotinovic, Celinac sufr¨ªa feroces combates entre milicianos serbios y fundamentalistas isl¨¢micos apoyados por Teher¨¢n. En Celinac, por el contrario, seg¨²n los representantes de la comunidad musulmana de Banja Luka, se est¨¢n poniendo en pr¨¢ctica las nuevas t¨¦cnicas de limpieza ¨¦Inica de la Rep¨²blica serbia de Bosnia. "Est¨¢n encerrados 600 mujeres, ni?os y hombres en penosas condiciones en una escuela convertida en prisi¨®n", asegura uno de los miembros m¨¢s destacados de la comunidad musulmana.
"En Mehovci y en Bastasi", a?ade, ','la expulsi¨®n de los ciudadanos musulmanes ya s¨¦ ha completado, y en sus casas viven ahora refugiados serbios. Pero en la comarca de Banja Luka y la ciudad de Celinac se desarrollan nuevas formas de terror. El primer paso es poner a los musulmanes bajo arresto, mientras que a los serbios se les permite entrar y salir libremente. Unicamente los musulmanes que acceden a firmar un documento por el que entregan sus propiedades al Estado reciben permiso para dejar el territorio del municipio".
Acoso serbio
El m¨¦dico, de 58 a?os, que pronuncia estas palabras forma parte de la directiva de Mohamer, una asociaci¨®n de ayuda a los musulmanes que sufren el acoso de las nuevas - autoridades de la Rep¨²blica serbia de Bosnia-Herzegovina. Pide que su nombre no se publique para evitar represalias de las autoridades serbias. Sin embargo, sus afirmaciones son suscritas tambi¨¦n por el imam de Banja Luka, Ibrahim Halilovic, as¨ª como por el resto de la directiva de Mohamer.
"El 80% de los trabajadores musulmanes ha perdido su trabajo. Desde el principio de la primavera [cuando empez¨® la guerra en Bosnia], muchas tie.ndas y peque?os negocios de musulmanes han sufrido atentados", prosigue. Hay multitud de casos. "En la ¨®ptica de un musulm¨¢n bosnio, junto a mi casa, pusieron una bomba Hace 12 d¨ªas hubo otro atentado contra la casa de unos vecinos, y al d¨ªa siguiente en un restaurante. Todos los que han perdido la casa y aceptan entregar sus bienes a la nueva Rep¨²blica serbia tienen el campo libre para abandonar la ciudad. Lo mismo est¨¢ sucediendo en Celinac o Sariski Most".
La campa?a de terror no termina ah¨ª. "Hace una semana, la polic¨ªa arrest¨® en plena noche a un taxista de 35 a?os. Unos d¨ªas despu¨¦s, su cad¨¢ver apareci¨® ery el r¨ªo. Era musulm¨¢n. Y no es el ¨²nico caso de visitas nocturnas por parte de polic¨ªas o de fuerzas irregulares. Los musulmanes no tenemos protecci¨®n: ni de la polic¨ªa ni en la Cruz Roja ni en el hos pital. Si eres musulm¨¢n y est¨¢s enfermo, te ponen todos los im pedimentos posibles para ser atendido en el hospital. Dicen que los combatientes serbios heridos tienen preferencia" subrayan los l¨ªderes de la co munidad isl¨¢mica. Por otra parte, "los j¨®venes musulmanes son alistados en el Ej¨¦rcito ser bio bajo la amenaza de perder su trabajo, despedir a sus mujeres o perder la casa. Tambi¨¦n nos han dado nuevos documen tos, porque dicen que este es un nuevo pa¨ªs. No hace falta que ponga que somos musulmanes, por el nombre se sabe".
La denuncia de un obispo
No s¨®lo los musulmanes sufren persecuci¨®n. El obispo de Banja Luka , Franjo Komarica, escribi¨® la semana pasada una, carta al l¨ªder de la autonombrada Rep¨²blica serbia, Radovan Karadzic, en la que se denuncia que 150 cat¨®licos han sido asesinados en la feligres¨ªa de Banja Luka, "la mayor¨ªa mujeres y ninos" , y que cuatro sacerdotes han sido internadosen campos. "Personas de uniforme actuaron de forma bestial" en NoVa Topola, cerca de Banja Luka, se a?ade. El mayor Milovan Milotinovie explica a todo el que quiera o¨ªrle, y con todo lujo de detalles sobre el mapa, el curso de la guerra defensiva que las unidades serbias desarrollan en la orilla del r¨ªo Sava contra las agr . esiones croatas. El mayor Milot¨ªnovic se queja de que la Comunidad Europea s¨®lo reconozca al Gobierno de Sarajevo como leg¨ªtimo representante de BosniaHerzegovina. "El islam quiere extenderse a toda costa, predica la guerra santa", y muestra un trozo de papel escrito en ¨¢rabe en el que, al parecer, se proclaman las bondades de "morir en,combate para tener acceso directo al para¨ªso".
El mayor Milotinovic dice que la Republica serbia de Bosnia -"que s¨®lo recibe ¨®rdenes de su comandante supremo, Radovan Karadzic"- es un pa¨ªs como la Rep¨²blica serbia de Krajina (en Croacia) o como la propia Serbia. Su intenci¨®n es formar una sola comunidad de pueblos serbios hermanos, "una federaci¨®n". "Todos los soldados que luchan aqu¨ª son serbios nacidos en la Rep¨²blica", recalca.
"El armamento lo dej¨® aqu¨ª el Ej¨¦rcito yugoslavo", afirma.
Dice que s¨®lo reciben de Belgrado ayuda humanitaria, pero para poder visitar esta Rep¨²blica facilita un n¨²mero de tel¨¦fono en la capital serbia. "Es nuestra embajada all¨ª".
Gatillo suave
Luka La ciudad de Banja Luka, un foco de resistencia antinazi en la II Guerra Mundial de los partisanos de Tito contra la rep¨²blica t¨ªtere croata de Ante Pavelic, sustentada por la Alemania de Hitler, es hoy una ciudad en armas y poco segura.
J¨®venes casi imberbes regresan de pasar la noche en las monta?as con fusiles al hombro, sonrientes, como si volvieran de cazar patos,
. En la comisar¨ªa de, polic¨ªa entra y sale una fauna atrabiliaria vestida de paisano o con una gama imposible de uniformes, portando un imponente arsenal de todos los calibres.
Pero son m¨¢s inquietantes los controles que salpican las carreteras de la autoproclamada rep¨²blica. Cualquiera con armas tiene el poder de adue?arse de una carretera y levantar una barrera sin m¨¢s garant¨ªa que su estado de ¨¢nimo.
En los controles, montados por una caterva de soldados, polic¨ªas, civiles y chetniks, con tablas, obst¨¢culos antitanque, sacos terreros y cajas de munici¨®n, uno puede encontrarse con su ¨²ltima barrera. Sobre todo cuando el arbitrio de los aduaneros depende del aguardiente que lleven en el alma. El gatillo lo tienen entonces suav e.
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