Muere el fil¨®sofo y psicoanalista F¨¦lix Guattari
El autor de 'Anti-Edipo' y 'Rizoma' militaba ahora en el ecologismo
El fil¨®sofo y psicoanalista F¨¦lix Guattari falleci¨® en su casa de La Borde (departamento franc¨¦s de Loir-et-Cher) la madrugada de ayer, s¨¢bado. Oficialmente la causa de la muerte fue un paro cardiaco. Guattari ten¨ªa 62 a?os y deja tras s¨ª una obra importante y abundante. Antes de darse a conocer a partir de una serie de textos, que, en algunos casos, como en el del Anti-Edipo, se han convertido en obras de referencia, hab¨ªa mantenido un trabajo innovador en el terreno de la terapia de las enfermedades mentales.
Durante la segunda mitad de los a?os cincuenta y principios de los sesenta Guattari desarroll¨®, junto con el doctor Jean Oury, una experiencia renovadora en el tratamiento de los trastornos de origen ps¨ªquico, un primer paso dentro del movimiento de la llamada antipsiquiatr¨ªa, y una manera distinta de abordar tanto la funci¨®n del psicoan¨¢lisis dentro de la sociedad como de abordar el origen de las enfermedades. En el sanatorio de La Borde los enfermos participaban de manera activa en la organizaci¨®n de la vida colectiva del establecimiento.De los inicios de esta experiencia queda testimonio cinematogr¨¢fico, una impresionante pel¨ªcula en blanco y negro que servir¨ªa de referencia, a?os despu¨¦s, al brit¨¢nico Laing. El rodaje mismo de la pel¨ªcula, las im¨¢genes captadas durante una asamblea entre pacientes y doctores, son analizadas, semanas despu¨¦s, por una nueva asamblea. Se consigue de este modo un clarificador juego de espejos, una estimulante espiral de interrogaciones.
M¨¢s tarde seguir¨ªa el recorrido casi protot¨ªpico de un intelectual de izquierda franc¨¦s. Mayo 68 ser¨¢ el catalizador de una explosi¨®n de radicalismos diversos. En el caso de Guattari la actividad pol¨ªtica, pr¨®xima a la de los 'aut¨®nomos italianos' como Negri y Piperno, que bordean la legitimizaci¨®n del terrorismo, va acompafiada de un cuestionamiento del saber cient¨ªfico.
En las obras escritas conjuntamente con su amigo Gilles Deleuze -El Anti-Edipo (1972), Kafka: pour une litterature minneure (1975), Rizoma (1976) y Mille Plateaux (1980)- es posible seguir un camino que lleva a poner en duda toda instituci¨®n o voluntad sistematizadora.
La racionalidad, o mejor dicho, las apariencias que esta reviste, eran denunciadas en tanto expresiones de uno de los mil disfraces que adopta el poder.
Paralelismo
Es una trayectoria paralela a la del Michel Foucault del Orden del discurso y una defensa del deseo y de la locura como reductos y motores de la individualidad y de la libertad. Es autor tambi¨¦n de Sicoan¨¢lisis y transversalidad (1972), La revolution moleculaire (1977), L'inconscient machinique (1979) y Les ann¨¦es d'hiver (1980). En su ¨²ltima obra, Chaososmose (1992), Guattari escog¨ªa como tema central la subjetividad misma. Era un fin de trayecto l¨®gico.Enterradas las esperanzas puestas en el radicalismo pol¨ªtico y comprobada la capacidad del propio sistema para absorber o admitir en sus m¨¢rgenes pr¨¢cticas m¨¦d¨ªcas consideradas rupturistas, Guattari hab¨ªa descubierto "un nuevo eje progresista" en el combate ecologista. Militaba en los dos grupos ecologistas franceses Les Verts y G¨¦n¨¦ration Ecologie y figuraba en una lista presentada por dicho movimiento en Par¨ªs en las ¨²ltimas elecciones regionales.
El presidente de G¨¦n¨¦ration Ecologie, el ex ministro Brice Lalonde, en el momento de la muerte del fil¨®sofo no ha dejado pasar la oportunidad de recordar que Guattari "era miembro". del 'bureau' del movimiento que el lidera, olvid¨¢ndose de que figur¨® en la lista de la competencia precisamente porque quer¨ªa que el ecologismo escapase a ciertas formas de instrumentalizaci¨®n pol¨ªtica de la persona.
El ministro de Educaci¨®n y Cultura, Jack Lang, ha querido recordarlo como "un hombre que se preocupaba por no separar teor¨ªa y pr¨¢ctica, de manera que supo desarrollar en la cl¨ªnica de La Borde una terap¨¦utica particularmente original".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.