?Desolador futuro?
Estoy harto de sentir en boca de nuestros mayores, los que ya no son j¨®venes y parece que nunca lo han sido, la poca confianza que muestran en las generaciones futuras. Adem¨¢s, veo una gran contradicci¨®n entre los valores que nuestros mayores predican y lo que se puede observar en la realidad.Para ellos es todo desencanto y confianza cero en cuanto a lo que podamos hacer en la sociedad del siglo XXI, adem¨¢s de los pocos valores ¨¦ticos que nos atribuyen. Tienen raz¨®n en que podr¨ªamos aprender muchas cosas de ellos, como su capacidad de esfuerzo, constancia, partir de cero y saber llegar alto; en algunos aspectos muestran m¨¢s educaci¨®n y es mucho lo que les debemos. Pero se olvidan frecuentemente de que gran parte de los males de la sociedad actual se les debe imputar a ellos y no a los j¨®venes, que en muchos casos somos los que sufrimos sus consecuencias negativas.
No somos los j¨®venes los que planificamos la econom¨ªa del pa¨ªs con sus no muy alentadores resultados; tampoco los que tenemos el poder pol¨ªtico y econ¨®mico, con todas las corrupciones que aparecen en ambos campos; no somos los que manejamos todo el tr¨¢fico de armas ni el de la droga, ya que como mucho el joven llega al rango de camello y dif¨ªcilmente al de narcotraficante; y en el caso de las armas s¨®lo llegamos a ser sus usuarios en las irracionales e in¨²tiles guerras que nos planifican y de las que nos hacen part¨ªcipes obligatorios, tampoco somos mayor¨ªa en cobrar subsidios de desempleo ilegales, aunque seamos mayor¨ªa en la tasa de desempleo; no somos los protagonistas de comisiones irregulares en los altos puestos de la Administraci¨®n, ni de venta de terrenos fuera de la legalidad; no planificamos la educaci¨®n, algo tan importante, ni cometemos los fraudes del IVA, IRPF, impuestos sobre empresas, ni tenemos el control de la prostituci¨®n o del tr¨¢fico de ¨®rganos.
Y as¨ª podr¨ªa seguir engordando la lista de lo que pasa en la realidad en contraposici¨®n a los valores que predican. Todo esto se deber¨ªa tener m¨¢s en cuenta, y como ha dicho recientemente el prestigioso profesor Jos¨¦ Cazorla, en los cursos de verano de la Universidad de Baeza, "hay que dar a los j¨®venes m¨¢s motivo de ilusi¨®n", a lo que yo a?adir¨ªa, "y algo m¨¢s de confianza". Tenemos bastante dif¨ªcil superar la tasa de corrupci¨®n y la falta de ¨¦tica que hay en la sociedad actual; aunque por suerte esto no sea la norma, mucho nos tendr¨ªamos que sacrificar, dada nuestra innata poca capacidad de esfuerzo, seg¨²n nuestros predecesores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.