Abbado ampliar¨¢ la sede de la Mahler Young Orchestra a ciudades europeas
El director italiano dirigi¨® en Madrid a la Filarm¨®nica de Viena
El m¨²sico italiano Claudio Abbado proyecta ampliar la residencia de la Mahler Young Orchestra, en la actualidad exclusivamente en Viena, a distintas ciudades europeas, entre ellas Madrid. La Mahler Young Orchestra fue creada por Abbado en 1986, en Viena, con j¨®venes m¨²sicos de entre 15 y 25 a?os, procedentes en un principio de Viena, Budapest y Praga. "La Mahler Young Orchestra que nace en Viena, con la ayuda de la ciudad de Viena, estar¨¢ ahora abierta a toda Europa", explic¨® Abbado en Madrid el pasado martes despu¨¦s del concierto ofrecido con la Orquesta Filarm¨®nica de la capital austriaca.
A sus 59 a?os, Claudio Abbado no puede disimular su timidez y las ganas de escabullirse cuando en una reuni¨®n un poco tumultuosa alguien menciona en alto su nombre o ve a los fot¨®grafos abalanzarse hacia ¨¦l o tiene que atender las m¨²ltiples felicitaciones de gente que no conoce. Abre mucho los ojos, pone cara de encontrarse en las nubes y sonriendo levemente dice muy bajito: gracias. Algo as¨ª pas¨® el martes por la noche en la residencia del embajador de Austria en Madrid. Aprovechando la presencia de Claudio Abbado y de la Orquesta Filarm¨®nica de Viena en Madrid, donde ofrecieron un concierto dentro del ciclo Fuera de serie del Madrid Cultural, el vicecanciller austriaco, Erhard Busek, impuso al tenor espa?ol Alfredo Kraus, hijo de vien¨¦s, la Gran Cruz de Honor de Ciencia y Arte de Austria. Abbado, siempre buscando un rinc¨®n donde refugiarse, y Klaus, mucho m¨¢s en su salsa, fueron las estrellas de esta noche vienesa, que cont¨® con la presencia del ministro de Cultura, Jordi Sol¨¦ Tura; el premio Nobel Camilo Jos¨¦ Cela; el presidente del Partido Popular, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar; la directora del Reina Sof¨ªa, Mar¨ªa Corral, y Vicente Sartorius, padre de Isabel Sartorius, entre otros.
Poco amigo de entrevistas
Claudio Abbado, un m¨²sico muy poco amigo de las entrevistas, s¨®lo se aviene a hablar durante unos instantes con los periodistas si es para tratar del tema que ¨²ltimamente le tiene m¨¢s entusiasmado: la Mahler Young Orchestra. Es un proyecto creado por Abbado en 1986 con m¨²sicos de entre 15 y 25 a?os procedentes en un principio de Viena, Budapest y Praga. "La orquesta lleva el nombre de Mahler porque era el m¨²sico que ten¨ªa lazos con las tres ciudades", explic¨® Abbado. Esta orquesta se ampli¨® posteriormente con m¨²sicos de los pa¨ªses del Este, como Yugoslavia, Polonia, Rusia, Bulgaria y Alemania del Este, esta ¨²ltima antes de la reunificaci¨®n. "Esto fue muy dif¨ªcil. Exist¨ªa la Joven Orquesta Europea, creada en 1978 con m¨²sicos de la Comunidad Europea, pero los j¨®venes de los otros pa¨ªses no ten¨ªan ninguna posibilidad de tocar. Con esto hemos abierto todas las fronteras en Europa. La Mahler Young Orchestra nace en Viena, con la ayuda de la ciudad de Viena, pero ahora est¨¢ abierta a todos los europeos y en ella hay ingleses, italianos, franceses... Pretendemos que la orquesta tenga residencia por distintas ciudades europeas: M¨²nich, Par¨ªs, Birminghan, Lucerna y Madrid. Ser¨ªa fant¨¢stico porque todos los pa¨ªses importantes europeos estar¨ªan representados", dijo Abbado. "Es absurdo poner fronteras a la m¨²sica. La cultura es internacional, no tiene fronteras. Con la m¨²sica se entiende todo el mundo", se?al¨® Abbado, que con el concierto del martes estren¨® el Auditorio madrile?o. "Es bueno, pero la atm¨®sfera del teatro Real es m¨¢s bella", se?al¨® el m¨²sico italiano, quien calific¨® de magn¨ªfica la sala del teatro de la Maestranza de Sevilla. "Espero que contin¨²e como sala de m¨²sica y no se acabe con la Expo".Y mientras Abbado lograba escabullirse -"ma?ana [porayer] salgo para Barcelona a las ocho de la ma?ana", se disculp¨®-, Alfredo Kraus se hac¨ªa con la noche. Tras recordar a su padre, Otto Kraus, uno de tantos vieneses que dejaron su pa¨ªs huyendo de los desastres de la II Guerra Mundial y que se instal¨® en Canarias, donde lleg¨® a ser director gerente de un peri¨®dico de las islas -"hoy hubiese sido el hombre m¨¢s feliz del mundo"-, Kraus se lanz¨® de nuevo a lanzar cr¨ªticas contra lo que considera "nulos conocimientos musicales en Espa?a". Abog¨® por el cambio de estructuras de la ense?anza musical en este pa¨ªs, aunque en su opini¨®n no hay ning¨²n inter¨¦s en hacerlo "porque los resultados se ver¨ªan a largo plazo y eso no le interesa a ning¨²n pol¨ªtico".
Kraus quiso despejar las dudas sobre su elitismo musical, al afirmar que cuando ¨¦l se declara en contra de los recitales oper¨ªsticos en espacios abiertos no es por elitismo, sino porque, seg¨²n explic¨®, "ir a una plaza de toros y cantar puede ser divertido pero no podemos llamarle ni arte ni cultura". "Si se quiere obtener calidad hay que ir al teatro". Tras asegurar que la m¨²sica es una buena v¨ªa para el entendimiento entre los pueblos, matiz¨® que "todav¨ªa falta que la m¨²sica llegue a mucha gente o que la gente pueda llegar hasta la m¨²sica".
Babelia
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