El nuevo r¨¦gimen argelino dispuesto a continuar con la pol¨ªtica de 'perestroika econ¨®mica'
A pesar del frenazo democr¨¢tico, Argelia est¨¢ dispuesta a continuar con la perestroika econ¨®mica iniciada hace m¨¢s de tres a?os por el depuesto presidente Chadli Benyedid. ?sta es la principal conclusi¨®n que se desprende del nuevo programa econ¨®mico desvelado en la noche del s¨¢bado por el primer ministro, Belaid Abdesalam. El programa, que contiene una bater¨ªa de remedios caseros urgentes basados en la austeridad y en la potenciaci¨®n de los recursos propios, mezcla la iniciativa privada con una intervenci¨®n tolerable del Estado para solventar los problemas concretos que atenazan a la sociedad argelina.
La llegada del primer ministro Belaid Abdesalam al poder, el pasado 8 de julio, en sustituci¨®n de Sid Ahmed Gozali, hab¨ªa hecho temer un retroceso de Argelia en su pol¨ªtica de liberalizaci¨®n econ¨®mica. Los temores se fundamentaban en las cr¨ªticas que el propio Belald hab¨ªa venido haciendo al anterior jefe de Gobierno y en su experiencia y pasado pol¨ªtico, ya que durante cerca de doce a?os -mandato del ex presidente Huari Bumedian- Abdesalam fue responsable del Ministerio de Industria y uno de los art¨ªfices de la pol¨ªtica de estatificaci¨®n e industrializaci¨®n de Argelia.Contra todo pron¨®stico, Abdeslam acaba de proponer un programa econ¨®mico moderado, que permite continuar con el proyecto de perestroika econ¨®mica dise?ada por sus predecesores, y deja a los responsables del Alto Comit¨¦ de Estado el debate sobre el futuro pol¨ªtico del pa¨ªs. Para las pr¨®ximas horas se espera un discurso del presidente del Alto Comit¨¦ de Estado, Ali Kafi, en el que anunciar¨¢ el principio de un di¨¢logo con los partidos pol¨ªticos y con el que se desvelar¨¢ el futuro democr¨¢tico de Argelia y el lugar que se le reserva a los integristas del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n.
Un an¨¢lisis superficial de los objetivos del programa econ¨®mico del nuevo jefe de Gobierno permite descubrir una perfecta sinton¨ªa entre las prioridades del jefe de Gobierno y del Alto Comit¨¦ de Estado, ya que muchas de las acciones propuestas -potenciaci¨®n de la construcci¨®n de viviendas, soluci¨®n del problema sanitario, debate sobre la educaci¨®n y aumento de la producci¨®n agr¨ªcola- tratan de desactivar el fen¨®meno integrista, y resolver los problemas de las clases m¨¢s desfavorecidas, convertidas en caldo de cultivo del movimiento islamista.
Abdesalam pretende llevar a t¨¦rmino este programa sin modificar la pol¨ªtica energ¨¦tica ni devaluar el dinar, pese a las recomendaciones que le ha hecho el Fondo Monetario Internacional para que haga frente a la renegociaci¨®n de una deuda exterior de 26.000 millones de d¨®lares. Pretende liberalizar el cambio del dinar y establecer una pol¨ªtica de austeridad respecto a la utilizaci¨®n de las divisas, en un intento de utilizarlas para enjugar el d¨¦ficit que genera la deuda externa.
Todo ello, sin olvidar la lucha contra la corrupci¨®n, la apertura a las multinacionales, el control de las mezquitas o la lucha contra el terrorismo.
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