El regreso del cantautor m¨¢s heterodoxo
El catal¨¢n Albert Pla presenta su primer disco en castellano
No s¨®lo de rumba vive el hombre, t¨ªtulo del primer elep¨¦ en castellano de Albert Pla (Sabadell, 1966), es un punto y aparte en la biograf¨ªa del artista y tambi¨¦n en la historia de la canci¨®n de autor en Espa?a. Sus dos anterores ¨¢lbumes, cantados en catal¨¢n, constituyeron un aut¨¦ntico impacto. La nueva obra no es un trabajo airado, sino perplejo; no es un grito, sino un susurro metaf¨ªsico.
Todas y cada una de las canciones de Albert Pla rezuman salvajismo y ternura, osad¨ªa e inocencia, lujuria, libertinaje, talento, angustia y desamparo. Su asilvestrada sinceridad est¨¢ desnuda de tab¨²es y cortapisas. Hay que sacarle las respuestas con sacacorchos. Tiene pinta de asceta de la Tebaida. Si en sus canciones es barroco y colorista, en la conversaci¨®n ejercita un austero laconismo.Albert Pla grab¨® sus dos primeros discos en catal¨¢n: Ho sento molt (1989) y Aqui s?acaba el que es donava (1990). Cuando se le pregunta por la raz¨®n de su paso al castellano en su tercer elep¨¦ -No s¨®lo de rumba vive el hombre-, contesta escuetamente: "?Y por qu¨¦ no?". Esta respuesta est¨¢ siempre a punto para cualquier cuesti¨®n que se le proponga. De todas formas, tras mucho insistir, van apareciendo algunas claves.
Por ejemplo, en lo referente a sus borrascosas relaciones con ciertos sectores nacionalistas que intentaron utilizarle: "Me ten¨ªan hasta los huevos. Fue horrible y lo pas¨¦ fatal. Hace a?o y medio les dije que me dejaran en paz, que me voy, que ya no aguanto m¨¢s"., En sus textos descarnados alguien podr¨ªa ver un af¨¢n de ¨¦pater les bourgeois: "?Asustar yo? Si me lo propusiera, no lo conseguir¨ªa".
Uno de los temas de este disco, Carta al rey Melchor, es una delirante y montaraz canci¨®n de amor: el artista se enamora de la hija de un rey y solicita al monarca la mano de la infanta. "Hasta el ser m¨¢s consecuente", dice el texto, "ante el amor pierde su honor. Yo, por amor, soy capaz de mandar a la mierda mis firmes principios de republicano".
La pol¨¦mica est¨¢ servida. De hecho, ha habido fuertes tira y afloja antes de la grabaci¨®n: "No pensaba que la canci¨®n fuera a molestar. No hay personificaciones de ning¨²n tipo". ?Es un hombre de principios?: "Yo prefiero el postre". ?Qu¨¦ hace para encontrarse a s¨ª mismo? "Nadie se encuentra si no est¨¢ perdido".
Otra canci¨®n, Diarrea mental, puede provocar hedor en algunos esp¨ªritus. Pla piensa esto al respecto: "Yo, como el jam¨®n, era un cerdo, pero crec¨ª". No se corta un pelo al utilizar palabras y expresiones soeces en cuestiones amatorias: "Cuando se habla de sexo, la gente suele ser muy preceptiva. Se propende a la met¨¢fora, al circunloquio. Yo llamo a las cosas por su nombre".
Babelia
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