Siete a?os sin pisar la sede de Ferraz

Siete a?os ha estado Nicol¨¢s Redondo sin pisar la sede del PSOE, en la madrile?a calle de Ferraz. ?l no acudi¨®, en 1987, a la ¨²ltima reuni¨®n entre las ejecutivas del sindicato y el partido socialista. Tanto tiempo ha pasado que el mismo Redondo bromeaba ayer y, en declaraciones a Radio Nacional, dec¨ªa que se le hab¨ªa olvidado d¨®nde estaba el PSOE y hab¨ªa tenido que preguntar "a los municipales".Dej¨® de ir a Ferraz -y a la ejecutiva federal del PSOE, de la que formaba parte- en 1985, el a?o de la reforma de las pensiones y el, a?o en que vot¨® no en solitario a una ley del gobierno socialista con la que disent¨ªa.

Ayer tuvo especial inter¨¦s en resaltar que la reuni¨®n con el PSOE se produc¨ªa a petici¨®n de UGT "dentro de una ronda con los partidos con grupo parlamentario".

Y para intentar minimizar la importancia del encuentro con el PSOE, Redondo ha mantenido previamente otros con las direcciones de los par tidos de la oposici¨®n. El di¨¢logo con el PSOE se ha producido cuando el l¨ªder de UGT ha querido. El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, lo ven¨ªa intentando desde la huelga del 28 de mayo, mediante llamadas telef¨®nicas y comidas privadas, y Redondo se negaba "por razones de protocolo".

Ahora la modificaci¨®n de la ley de huelga le ha parecido un buen pretexto y su vuelta a Ferraz no le ha producido "ning¨²n sentimiento especial, ninguna emoci¨®n, y lo digo con el profundo respeto que tengo al PSOE". Precis¨® que ello no supone ni frialdad ni alejamiento del partido socialista. De hecho, reconoci¨® que se sigue considerando "un socialista moderado, con tendencias socialdem¨®cratas, aunque no quiero comparaciones". Y, para que no haya equ¨ªvocos, dijo que la UGT seguir¨¢ sin pedir el voto para el PSOE en las elecciones -ni para ning¨²n otro partido pol¨ªtico- y que no se va a desandar lo andado en la autonom¨ªa del sindicato respecto al PSOE, autonom¨ªa que "no es reversible en funci¨®n de la coyuntura".

Una vez marcadas las reglas de juego, Redondo no tuvo ning¨²n rubor en reconocer que ayer se produjo "una reconciliaci¨®n", aunque le parece m¨¢s precisa "la reanudaci¨®n de relaciones", y no le puso calificativos a la reuni¨®n.

Guerra s¨ª se los puso. Dijo que se hab¨ªa desarrollado " con cordialidad y cierto afecto" y prev¨¦ que tenga "una importancia especial" para las relaciones futuras.