Llu¨ªs Pasqual ilumina a Mozart con amor e inteligencia
Intu¨ªamos que el acercamiento a Mozart de Llu¨ªs Pasqual iba a ser esclarecedor, por las pistas que nos hab¨ªa dejado en el camino en sus Falstaff, de Verdi, o Turco in Italia, de Rossini, pero nunca habr¨ªamos so?ado una concepci¨®n tan sensible e iluminadora, tan desbordante de inteligencia y amor.Llu¨ªs Pasqual es un director con un fin¨ªsimo instinto para la m¨²sica esc¨¦nica. Adem¨¢s, no tiene prisas. Cuando a?os atr¨¢s se le preguntaba por qu¨¦ no dirig¨ªa alguna ¨®pera de Mozart, siempre respond¨ªa que a¨²n no estaba maduro. La espera ha valido la pena, y m¨¢s cuando ya est¨¢ preparando un Cossi fan tutte, para la ¨®pera de Berl¨ªn en 1995 con Barenboim.
Toda la escena en El rapto del serrallo, anteriormente representado en el teatro Chatelet de Par¨ªs y en el San Carlos de Lisboa, est¨¢ al servicio de la partitura. El claroscuro mozartiano est¨¢ cuidadosamente tratado con una iluminaci¨®n a veces ondulante y resaltando continuamente el humanismo posible. En colores ocres, con una excelente utilizaci¨®n del agua o de los telones, ampliando siempre los espacios existentes, Pasqual llena de detalles secundarios todas las escenas, sin introducir ninguna perturbaci¨®n, al contrario, realzando y haciendo a¨²n m¨¢s hermosa la m¨²sica.
El rapto del serrallo
De Mozart. Con J. Dickie, C. Hauptmann, M. Fink, L. Orgonasova, C. Sieden y H. P. Minetti. Orquesta de la ¨®pera de Bratislava. Direcci¨®n musical: V. Malek. Director esc¨¦nico: Llu¨ªs Pasqual. Teatro Arriaga, Bilbao, 3 de octubre.
La intimidad, la emoci¨®n, los. peque?os detalles, est¨¢n permanentemente presentes. Cuando Constanza canta al atardecer sus recuerdos melanc¨®licos en su segunda aria, con un bell¨ªsimo bosque jard¨ªn de fondo, un barco atraviesa lentamente la parte posterior del escenario, evocando una melancol¨ªa po¨¦tica. La escena se oscurece en el Marten aller Arten posterior como corresponde al mayor dramatismo existente.
La magia del escenario
Otro momento: al finalizar Belmonte su brillante cuarta area del tercer acto echa a un estanque un barquito de papel. En fin, ser¨ªa interminable enumerar la cantidad, de sutilezas y mecanismos teatrales que Llu¨ªs Pasqual despliega y que le sit¨²an en la l¨ªnea de los m¨¢s grandes directores teatrales de ¨®pera: Ronconi, Bondi, Sellars, Gereau, y sobre todo Strheler, de quien Pasqual ha heredado la magia del escenario.En el reparto vocal destac¨® Luba Orbonosova, una excelente Constanza, con ese color "arom¨¢tico" de algunas voces de origen checo. Una menci¨®n especial hay que dedic¨¢rsela a H. P. Hans Peter Minetti, hijo del c¨¦lebre actor bernardiano, que tuvo a su cargo el papel hablado del Vaj¨¢ Selim, trayendo a la memoria a m¨¢s de un espectador los recuerdos de su padre en La partida de caza o La fuerza de la costumbre.
La orquesta, que al principio estuvo un poco apagada, se enton¨® r¨¢pidamente, ofreciendo una versi¨®n camer¨ªstica, m¨¢s atenta al matiz que al contraste, al di¨¢logo con las voces que al efecto sonoro. En conjunto, fue una funci¨®n inolvidable. El teatro Arriaga de Bilbao vivi¨® ayer una de sus noches hist¨®ricas.
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