Manga por hombro
Los esc¨¢ndalos cierran el balance de tres a?os de capitalismo polaco
Multimillonarios detenidos, huidas espectaculares del pa¨ªs, evasi¨®n de capitales empiezan a ser los elementos fijos del panorama econ¨®mico de Polonia. El capitalismo permiti¨® que en tres a?os surgieran aut¨¦nticas fortunas. La ineficacia del aparato fiscal del Estado y de la justicia hacen que los ciudadanos no sepan ya distinguir entre lo licito y lo il¨ªcito. El clima social de sospecha hacia el empresario privado recuerda cada vez m¨¢s los tiempos comunistas, mientras el presidente Lech Walesa aplaude la detenci¨®n de uno de los hombres m¨¢s ricos de Polonia al que se ha acusado de tibur¨®n del mercado.
"A un tibur¨®n ya lo tenemos en la c¨¢rcel", dijo Lech Walesa hace escasos d¨ªas en los astilleros de Gdansk, cuna de Solidaridad "Y habr¨¢ m¨¢s", sentenci¨®. El tibur¨®n mencionado por Walesa, que busca la popularidad de las masas para salir de la crisis de la presidencia, es Aleksander Gawronik, a quien detuvieron los funcionarios del Cuerpo Superior de Polic¨ªa a finales del mes de septiembre.De momento los motivos de la detenci¨®n no est¨¢n claros, ni se ha demostrado nada en contra de Gawronik -n¨²mero seis en la lista de los polacos m¨¢s ricos unas empresas que facturan 100 millones de d¨®lares (uno 10.000 millones de pesetas) al mes-. Este empresario de 44 a?os, que empez¨® su carrera hace unos diez a?os con un gallinero, es propietario de numerosas empresas, entre ellas una cadena de oficinas de cambio de divisas. Colabora tambi¨¦n con la Esso alemana en la importaci¨®n del crudo a Polonia y la creaci¨®n de una red de gasolineras.
En v¨ªsperas de su detenci¨®n, Gawronik se hab¨ªa entrevistado con el viceprimer ministro polaco, Henryk Goryszewski, con quien habl¨® sobre la importaci¨®n de coches para el Ej¨¦rcito y la polic¨ªa polacos. Pocas horas despu¨¦s fue detenido en un hotel de Varsovia, bajo la acusaci¨®n de haberse "apropiado" de cuadros de conocidos autores, entre ellos dos de Picasso, cuyo valor ascend¨ªa a unos dos millones de d¨®lares.
Mucho hace pensar que esta acusaci¨®n no era m¨¢s que un pretexto para que la polic¨ªa pudiera investigar las conexiones de Gawronik con los autores de la que se considera como la mayor estafa bancaria en la historia de Polonia. Sus protagonistas son los ex propietarios de la empresa Art B y tambi¨¦n de la colecci¨®n Ode cuadros de la que supuestamente se apoder¨® Gawronik, que el verano del a?o pasado huyeron de Polonia llev¨¢ndose en los maletines unos cien millones de d¨®lares. Ahora los dos, Boguslaw Bagsik y Andrzej Gvsiorowski, viven en Israel, y a sus escasos treinta a?os siguen moviendo los hilos de su holding, que en 1991 factur¨® por la m¨®dica suma de 16.500 millones de d¨®lares.
La fortuna de Art B creci¨® en apenas tres a?os. La investigaci¨®n destinada a descubrir las fuentes de ingresos de esta empresa se inici¨® hace ya a?o y medio. De momento s¨®lo se ha descubierto un caso de soborno del director de un banco polaco que hab¨ªa prestado de forma indebida a Bagsik y Gvsiorowski unos 5.000 d¨®lares que utilizaron como capital inicial para su aventura empresarial.
El mecanismo que luego sirvi¨® para multiplicar la fortuna de los espabilados j¨®venes empresarios fue bastante sencillo. Pidiendo cada vez nuevos y m¨¢s altos cr¨¦ditos en Occidente, compraban bienes en el extranjero, los importaban y vend¨ªan a muy buenos precios en Polonia. El dinero lo depositaban en la cuenta de un banco polaco que en 1990 y 1991 ofrec¨ªa unos intereses del orden del 70%, a causa de la alta inflaci¨®n.
Pr¨¢cticas habituales
El caso de Art B es s¨®lo la punta de un iceberg en el mar de otros casos de corrupci¨®n, coacciones, fraudes fiscales, lavado de dinero negro que protagoniza una parte de la clase financiera polaca. Otros casos, no mucho menos espectaculares, son la reciente desaparici¨®n y probable huida al extranjero de Krzysztof Duda, n¨²mero 18 en la lista de los polacos m¨¢s ricos, propietario de Kadex, una empresa de transportes, o la bancarrota de Janusz Leksztov, fabricante de estufas, y due?o de una l¨ªnea a¨¦rea privada. En esta situaci¨®n no extra?a que un 80% de los polacos considere que las personas que tienen mucho dinero son deshonestas y explotan a los dem¨¢s".
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