"Lo mismo, pero mas despacio"

Todo un tratado de tauromaquia en cinco palabras. "Lo mismo, pero m¨¢s despacio" dijo una voz desde el tendido El destinatario, Enrique Ponce, que acababa de malgastar la boyante embestida de su primer toro en una serie de derechazos superficiales, a velocidad de v¨¦rtigo. "Lo mismo pero m¨¢s despacio", y Ponce acept¨® el consejo. La siguiente serie, tambi¨¦n por la derecha, fue un tratado de c¨®mo hay que torear: la suerte cargada, templado, despacio... y la plaza vibr¨®. Pero el toro era un toro... y Ponce se olvid¨® del consejo.Despu¨¦s, otra voz se dirigi¨® a Aparicio: "Est¨ªrate, Julio", pero Julio no la oy¨®. Lo que le interesaba era averiguar c¨®mo hu¨ªa de la forma menos lamentable posible.

A Curro le dijeron de todo, pero sin ¨¢nimo de molestar. Las broncas no fueron ni amonestaciones. Cualquiera sabe c¨®mo eran los toros que le tocaron a Curro. No le gustaron. Los curristas se conforman: no es l¨ªcito exigirle a un artista dos obras de arte en 10 d¨ªas.

Ponce ten¨ªa la obligaci¨®n de cortar la oreja de su primero, por la boyant¨ªa del animal. No fue capaz. S¨®lo una serie de calidad, un vano intento al natural y adornos varios. En el quinto, no se movi¨® ante los parones y derroch¨® emoci¨®n ante el peligro. Pudo cortar oreja si no falla con el descabello.

Aparicio mataba su sexta corrida este a?o en Sevilla. Ha confirmado que las esperanzas depositadas en ¨¦l eran infundadas. Es el colmo de la incapacidad, de la inseguridad y de la falta de recursos. Sin valor ni ilusi¨®n, dio toda una lecci¨®n de c¨®mo hay que huir de los toros sin pasar desapercibido.