El nombre del informante

En una cr¨®nica de Vitorla enviada por Pedro Gorospe (11 de septiembre) se daba cuenta de que 20 alumnos de COU de Vitoria acuden diariamente al instituto de bachillerato Fray Pedro de Urbina, de Miranda de Ebro, para evitarse el estudio del euskera. Una de las fuentes que citaba Gorospe era el joven de 18 a?os Luis Mar¨ªa G¨®mez, alumno, dec¨ªa, del centro mirand¨¦s, que hac¨ªa a diario el trayecto Vitoria-Miranda de Ebro en tren.El director del instituto, Jos¨¦ Miguel ?lvarez Valiente, puntualiza: no son 20 los alumnos de Vitoria que acuden al Fray Pedro de Urbina, y Luis Mar¨ªa G¨®mez no figura entre los matriculados.

Pedro Gorospe explica que el dato del n¨²mero de alumnos que viajan a diario a Miranda desde la capital alavesa se lo facilitaron en el propio instituto. Por tel¨¦fono, y despu¨¦s de identificarse como corresponsal de EL PA¨ªS en Vitoria, un interlocutor al otro lado le dijo que el total de alumnos se situaba en torno a los 20, entre BUP y COU: "Aunque insisti¨® en que la cifra no era exacta", dice Gorospe, "s¨ª me dio garant¨ªas de que el n¨²mero de alumnos se aproximaba a la misma". Seg¨²n Alvarez Valiente, en el curso 1991-1992 los alumnos oficiales domiciliados en Vitoria fueron cinco (tres en COU y dos en BUP), y en el curso 1992-1993, cuatro (dos en COU y dos en BUP).

En cuanto al joven Luis Mar¨ªa G¨®mez, Gorospe aclara: "Es un nombre ficticio; pero no sus declaraciones ni su traves¨ªa diaria". "Me vi obligado a utilizar un nombre irreal", cuenta, "por la petici¨®n expresa de su padre, que, por razones muy concretas y a mi entender comprensibles, no quer¨ªa bajo ning¨²n concepto verse implicado en un texto period¨ªstico que cuestionaba puntualmente aspectos de la educaci¨®n p¨²blica vasca".

La confidencialidad y protecci¨®n de las fuentes es una norma internacional. En Espa?a, la Constituci¨®n reconoce y protege el derecho al secreto profesional en el ejercicio de la libertad de expresi¨®n. Pero no hay por qu¨¦ recurrir al fingimiento de nombres.

Cuando no se deba citar el nombre de un informante concreto, no es necesario simularlo. El Libro de estilo se?ala en estos casos que pueden emplearse f¨®rmulas que, sin revelar la identidad de la fuente, se aproximen lo m¨¢ximo a ella, aunque "lo ideal es que la propia fuente elija el t¨¦rmino adecuado mediante el cual considere que no va a ser identificada, siempre y cuando ese t¨¦rmino no resulte falso".

Fallos

Hace unos d¨ªas se celebr¨® en Sevilla el Congreso de la Lengua Espa?ola, que trat¨®, entre otros aspectos, del idioma espa?ol y los medios de comunicaci¨®n. La opini¨®n pr¨¢cticamente un¨¢nime entre los periodistas participantes fue que los diarios est¨¢n plagados de lugares comunes, errores y palabras mal usadas. De esto no se libra EL PA?S, pese a los controles de calidad de que dispone. Fundamentalmente por las urgencias, con frecuencia se deslizan faltas, de mayor o menor entidad, que atentan contra la lengua y que son denunciadas por los lectores celosos del buen uso del castellano.

El martes 13, el peri¨®dico public¨® cuatro p¨¢ginas dedicadas a la Expo de Sevilla, clausurada el d¨ªa anterior. En dos de ellas se cometieron varios fallos. Uno: "Result¨® un acto chusquero". Otro: "Estos precios abusivos fueron realizados a partir de unas previsiones"... Y otro m¨¢s: "La mayor¨ªa de las agencias lusas no preveyeron ning¨²n programa especial".

Chusquero -palabra de uso tan extendido que acaba de entrar en el diccionario: hasta ahora estaba sin sacramentar por la Academia-, d¨ªcese del suboficial u oficial del ej¨¦rcito que ha ascendido desde soldado raso. El redactor debi¨® escribir chusco (que tiene gracia, donaire), pero se le escap¨® algo muy distinto.

En cuanto a "precios abusivos realizados"..., resulta dificil de aceptar que los precios se realicen. (El Libro de estilo advierte del empleo abusivo, y con frecuencia incorrecto, como en este caso, del verbo realizar).

Carlos Y¨¢rnoz, redactor jefe de informaci¨®n general, asegura que quien prepar¨® aquellas p¨¢ginas especiales sobre la Exposici¨®n Universal de Sevilla es un excelente editor que, por supuesto, sabe sobradamente que la palabra preveyeron -en lugar de previeron- es incorrecta; pero "se le pas¨®". El editor en cuesti¨®n argumenta en su descargo que los originales de las p¨¢ginas sobre la Expo "eran miles de l¨ªneas y que, una vez m¨¢s, las prisas no permitieron un control m¨¢s exhaustivo para limpiar los textos de todas las erratas y faltas de ortograf¨ªa".

Siempre las prisas.

El tel¨¦fono directo del Ombudsman es el 304 28 48.