Nostalgia activa

A principios de los a?os setenta era el rock progresivo. A trav¨¦s de la rendija abierta por los Beatles de la ¨²ltima ¨¦poca, se colaron en el mundo del rock algunos m¨²sicos de formaci¨®n cl¨¢sica y/ o de disciplina en el estudio del instrumento. No les bastaba los ,ritmos elementales del rock ni las estructuras estrofa-estrofa-estribillo de las canciones pop. Ellos sab¨ªan tocar y ten¨ªan que demostrarlo. Y rompieron los ritmos ampliando su riqueza; y destrozaron las estructuras d¨¢ndolas mayor complejidad; y demostraron que sab¨ªan tocar. Entre estos grupos, el tr¨ªo Emerson, Lake & Palmer fue un ejemplo claro.Keith Emerson aport¨® al grupo sus influencias de la m¨²sica cl¨¢sica; Greg Lake su voz y sus baladas ac¨²sticas; Carl Palmer su precisi¨®n como bater¨ªa. Con Emerson enlazaron con el rock sinf¨®nico y el naciente heavy. Con Palmer con el foIk. La mezcla, ayudada por una naciente tecnolog¨ªa aplicada a la m¨²sica, era explosiva y perfecta. Pocos a?os despu¨¦s (1977), el punk protagoniz¨® la ruptura definitiva de esquemas y el rock progresivo pas¨® a mejor vida. Tambi¨¦n Emerson, Lake & Palmer.

Y 22 a?os despu¨¦s de su creaci¨®n, el tr¨ªo reaparece para actuar por primera vez en Madrid, ante la cara de inc¨®gnita de los que llenaban la carpa del Cuartel del Conde Duque.

Las dudas comenzaron a despejarse cuando los sonidos de los teclados comenzaron a recordar a aquellos del Moog y del Hammond, tan caracter¨ªsticos de la ¨¦poca, extraidos no de instrumentos originales sino de disketes de ordenador. Lo que antes se hac¨ªa con un ¨®rgano de catedral hoy se hace con un chip, y Emerson, Lake & Palmer utilizan las inmensas posibilidades actuales para continuar dando guerra progresiva: cuantos m¨¢s complejas las canciones, m¨¢s progresiva.

En Madrid, el tr¨ªo demostr¨®, adem¨¢s de su buena forma, que contin¨²a apostando por lo complicado, por lo duro, por lo ¨¢spero. No faltaron los dif¨ªciles temas sinf¨®nicos de Emerson -mil ritmos, mil cortes, mil cambios-, ni las baladas de Lake -From the begining, Lucky man-, ni los redobles de Palmer. Sin buscar novedades, pero sin esconder la cara.

Lejos de rentabilizar pasados mejores, y a pesar de no tener demasiado que decir, Emerson, Lake & Palmer mantiene sus recuerdos con dignidad y energ¨ªa. Y mientras preparan su pr¨®ximo disco, que tendr¨¢ estructura sinf¨®nica, se alimentan de nostalgia activa.