Jardines absurdos
El abuso del c¨¦sped y la sequ¨ªa han dejado los parques espa?oles en un penoso estado
?Por qu¨¦ tanto c¨¦sped en los parques espa?oles si no se puede cuidar como es debido? ?Es posible otro tipo de zonas verdes? Los parques de buena parte de Espa?a, basados en la repetitiva f¨®rmula del c¨¦sped -importada de un pa¨ªs mucho m¨¢s h¨²medo, Inglaterra- no han podido resistir las restricciones de agua de los ¨²ltimos meses y ofrecen un lamentable aspecto. En Madrid, la prohibici¨®n de regar los jardines no hist¨®ricos ha llevado al abandono de las grandes praderas de la ¨²ltima d¨¦cada. Los expertos en zonas verdes, los paisajistas, creen que se est¨¢ siguiendo un camino "absurdo".
Los paisajistas coinciden, en general, en que el ciudadano demanda c¨¦sped donde tumbarse y corretear -lo malo es que en la mayor¨ªa de los casos, est¨¢ prohibido tumbarse y corretear-, pero que es necesario acabar con la costumbre de poner c¨¦sped al buen tunt¨²n. Piden un cambio radical, con m¨¢s ¨¢rboles, arbustos... y cabeza. Y reconocen que los pol¨ªticos apenas atienden.Leandro Silva es uno de los paisajistas m¨¢s prestigiosos afincado en Espa?a. Fue el encargado de la restauraci¨®n del Jard¨ªn Bot¨¢nico y de los innovadores jardines de Torre Picasso (Azca), ambos en Madrid. Sin embargo, la mayor¨ªa de sus espacios verdes p¨²blicos est¨¢ en Marruecos, Arabia Saud¨ª, Argentina, Francia, Uruguay: "Creo que es una pena que este pa¨ªs le d¨¦ la espalda a la tradici¨®n del jard¨ªn hispano¨¢rabe para adoptar el modelo de una cultura, la anglosajona, que poco tiene que ver con la espa?ola. ?C¨®mo es posible que no se siga el ejemplo del Generalife? La pradera es una moda brit¨¢nica que se impuso en todo el mundo el siglo pasado; todos so?aban con tener grandes extensiones verdes como las que impon¨ªa el imperio brit¨¢nico".
"En esta segunda mitad del siglo XX es cuando m¨¢s jardines se han hecho en Espa?a, pero tambi¨¦n cuando se han hecho los peores", dice Silva. "Es una muestra clara de confusi¨®n de una comunidad y de falta de profesionalidad. Se hacen parques con una ligereza y una rapidez impresionantes, pensando en inauguraciones, cuando una de las cosas menos inaugurables es un parque".
La paisajista Mar¨ªa Medina ve sencillas las razones: "Desconocimiento de una cultura y de unos recursos. En Espa?a hay una tradici¨®n de jardiner¨ªa lo suficientemente interesante como para no andar inventando tonter¨ªas. Por otro lado, hay otras variedades de c¨¦sped, de gram¨ªneas, que necesitan mucha menos agua que la que se utiliza ahora. No se emplean por desconocimiento. ?Qu¨¦ ha hecho el pobre ciudadano para no encontrar m¨¢s que desiertos verdes, sin ¨¢rboles, pegados a la carretera y llenos de ruidos". Ilustra lo que nunca se debe hacer con el parque de Tierno Galv¨¢n (Madrid). "Por tener un parque r¨¢pido para la inauguraci¨®n, hay que pagar despu¨¦s unos costes enormes de mantenimiento. Es absurdo poner c¨¦sped si no se puede regar ni pisar".
Sensaci¨®n id¨ªlica
Cayetana Galvete, directora de la Escuela de Jardiner¨ªa de a Quinta de los Molinos (Madrid), no entiende muchas cosas: "?Ya son ganas de traer los problemas de los ingleses a Castilla, para agravarlos! La clave es que est¨¢n hechos por gente rebotada de otras profesiones. Lo m¨¢s serio en Espa?a lo hicieron los moros en la Alhambra. Hay que investigar sobre las praderas aut¨®ctonas y hacer ver a los ciudadanos que tampoco es feo tener una pradera parda en invierno, por las heladas. Desde luego, mejor que verla seca".Galvete admite: "Es muy dif¨ªcil que un pol¨ªtico se arriesgue a acabar con una pradera. Est¨¢ convencido de que aporta una imagen id¨ªlica, de democracia, de mundo m¨¢s tolerante". Aporta una ¨²ltima raz¨®n, de peso: "Es lo m¨¢s barato: cuesta entre 400 y 500 pesetas el metro cuadrado".
Eugenio Gonz¨¢lez Merino, jefe de parques y jardines de Coslada (Madrid), sabe por qu¨¦ se usa tanto la pradera: "Es lo m¨¢s econ¨®mico. A la hora de dise?ar un gran espacio verde, los arquitectos e ingenieros de caminos se gastan el 90% en otras cosas, caminos, fuentes... Para las plantas dejan un 10% del presupuesto. Otras ventajas son la higiene y los efectos refrescante y de descanso visual Sin embargo, hay dos grandes inconvenientes que anulan todas las ventajas: Consumen mucha agua, cuatro veces m¨¢s que los arbustos; y se estropean muy f¨¢cilmente, es lo m¨¢s perecedero. Los ¨¢rboles y los arbustos son una inversi¨®n".
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