Fischer ha sorprendido, pero a¨²n est¨¢ lejos de Kasp¨¢roy
Las 30 partidas disputadas por Bobby Fischer en Serbia y Montenegro contra el franc¨¦s Bor¨ªs Spasski despu¨¦s de dos decenios de reclusi¨®n permiten deducir que el estadounidense juega mejor de lo esperado. Su fuerza ajedrec¨ªstica a los 49 a?os de edad es, sin embargo, inferior a la del campe¨®n del mundo, el ruso Gari Kasp¨¢rov, de 29 a?os, pero su carisma y su cotizaci¨®n son mayores.Fischer ha necesitado dos meses para triunfar por 10 victorias a cinco y 15 empates. La inferioridad de Spasski fue evidente desde el principio; el norteamericano se march¨® del islote montenegrino de Sveti Stefan (Montenegro) con ventaja de cinco a dos tras s¨®lo 11 partidas. Las 19 restantes tuvieron al centro Sava de Belgrado como escenario de un ap¨¦ndice que no contribuy¨® casi nada al an¨¢lisis deportivo. Fischer estaba cansado, como lo estar¨ªa cualquier ajedrecista tras dejar de sentir durante 20 a?os la tensi¨®n que produce el tic-tac del reloj y la agresividad del rival.
Ni siquiera a un genio se le puede exigir que juegue ahora como en 1972, salvo en los finales -posiciones con pocas piezas que requieren una precisi¨®n absoluta-, donde los genios suelen demostrar que lo son en cualquier circunstancia. Fischer lo ha hecho contra Spasski en esa fase de las partidas y con algunos destellos de brillantez en momentos aislados. Pero sus lagunas en las aperturas y en el medio juego son tan evidentes como l¨®gicas.
El progreso de la inform¨¢tica aplicada al ajedrez engrandece considerablemente el t¨²nel del tiempo. En este campo, cuatro lustros equivalen a un siglo en otros deportes. En los a?os de gloria de Fischer, inactivo desde 1972, un gran maestro ten¨ªa que bucear durante meses en cientos de libros y revistas para preparar un bagaje de aperturas lleno de novedades venenosas. Hoy, cualquier aficionado puede comprar o piratear disquetes que contienen miles de partidas de una misma l¨ªnea. Apretar una simple tecla basta para acceder a casi toda la informaci¨®n disponible en el mundo sobre una apertura o defensa.
Fischer tendr¨ªa ahora enormes problemas para que su anticuado repertorio le permitiera llegar contra Kasp¨¢rov a un medio juego favorable o equilibrado.
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