Comienza en Cherburgo la traves¨ªa del mayor cargamento de plutonio jam¨¢s llevado por mar
Yokohama es el destino final de una de las singladuras m¨¢s secretas, vigiladas y controvertidas de la reciente historia mundial: la que en la madrugada de hoy comenz¨® el buque japon¨¦s Akatsuk? Maru. En medio de impresionantes medidas de seguridad y de incesantes protestas de las organizaciones ecologistas, el Akatsuki Mara fue cargado ayer en el puerto franc¨¦s de Cherburgo con 1,5 toneladas de plutonio, una cantidad suficiente para fabricar un centenar o m¨¢s de bombas nucleares. Las protestas de los grupos ecologistas se ven¨ªan sucediendo desde hace meses.
A bordo del Akatsuki Maru, rebautizado como Plutonic por los ecologistas, se encuentra ya la mayor cantidad de material radiactivo jam¨¢s transportada a trav¨¦s de los mares y oc¨¦anos. Para impedir que ese material caiga en manos de piratas, grupos terroristas o pa¨ªses que intentan hacerse con la bomba at¨®mica, un buque de guerra japon¨¦s, el Shikishima, acompa?a al Akatsuki Maru a lo largo de una ruta cuyo trazado es considerado alto secreto militar por los tres ¨²nicos Gobiernos que la conocen: los de Jap¨®n, Francia y Estados Unidos.Washington ha sido puesto al corriente de los detalles a fin de que sus sat¨¦lites militares controlen al mil¨ªmetro y al segundo la evoluci¨®n de este arriesgado transporte mar¨ªtimo de la materia que debe su nombre a Plut¨®n, el dios de los infiernos en la mitolog¨ªa grecorromana. A falta de los medios del Gobierno norteamericano, la organizaci¨®n ecologista Greenpeace intenta que el remolcador Solo, el buque m¨¢s grande de su flota, siga tambi¨¦n los pasos del Akatsuki Maru.
"Pese a su po¨¦tico nombre (Akatsuki Maru significa en japon¨¦s luna roja o aurora), este barco es un Chern¨®bil flotante", dijo ayer en Cherburgo Jean-Luc Thierry, portavoz franc¨¦s de Greenpeace. "Temblamos ante la idea de que sufra un atentado o le ocurra un accidente".
Escaramuzas
La jornada de ayer estuvo marcada por las constantes escaramuzas entre los numerosos ecologistas concentrados en Cherburgo para protestar contra el cargamento del Akatsuki Maru y las fuerzas policiales y militares all¨ª destacadas por el Gobierno socialista franc¨¦s. A primeras horas de la madrugada, 10 militantes de Greenpeace y siete periodistas fueron detenidos cuando los comandos de la marina de guerra francesa asaltaron el Moby Dick, uno de los dos buques de la organizaci¨®n ecologista presentes en la bah¨ªa de Cherburgo. Horas m¨¢s tarde, todos fueron puestos en libertad.
Seg¨²n relat¨® la periodista portuguesa Filomena Naves, el Moby Dick intent¨® franquear a las cuatro de la madrugada las barreras flotantes que delimitaban la zona de seguridad establecida en torno al Akatsuki Maru. El barco de Greenpeace fue cercado y abordado de inmediato por la marina de guerra francesa. Los comandos detuvieron a todos sus ocupantes -tripulantes y periodistas- y pararon sus m¨¢quinas. Dos militantes de Greenpeace resultaron heridos en el asalto. Los detenidos fueron puestos en libertad horas despu¨¦s, pero el Moby Dick fue arrastrado hasta el puerto militar.
Las operaciones de carga a bordo del Akatsuki Maru de la tonelada y media de plutonio comenzaron a las 8.45, con una hora de retraso respecto al horario previsto. Cuatro horas antes, el buque japon¨¦s, escoltado por cuatro barcos de guerra franceses, hab¨ªa entrado en el puerto militar de Cherburgo.
Mediada la tarde, Dominique Strauss-Kahn, ministro franc¨¦s de Industria y Comercio Exterior, presente en el puerto militar de Cherburgo para seguir de cerca la operaci¨®n, declar¨® que todo se estaba desarrollando conforme a los planes previstos. El plutonio estaba recogido en 15 contenedores. A un ritmo medio de uno por hora, una inmensa gr¨²a cog¨ªa los contenedores y los depositaba con amoroso cuidado en el viente del buque japon¨¦s. Las maniobras eran filmadas por varias c¨¢maras de televisi¨®n y retransmitidas en directo a una sala de prensa especialmente creada en Cherburgo por la Compa?¨ªa General de Materias Nucleares (Cogema).
La operaci¨®n deb¨ªa terminar la pasada medianoche. El Akatsusi Maru emprender¨ªa de inmediato viaje hacia Yokohama. Al cuarto de hora de la llegada del Akatsuki Maru al puerto militar de Cherburgo, hab¨ªan penetrado en el mismo recinto los 15 camiones que transportaban los otros tantos contenedores con el plutonio. Proced¨ªan de la central francesa de tratamiento de residuos nucleares de La Hague, distante 26 kil¨®metros. El traslado por carretera del plutonio dur¨® una hora. El convoy fue protegido por 36 veh¨ªculos atiborrados de gendarmes, cuatro de ellos blindados ligeros, un cami¨®n gr¨²a, un veh¨ªculo de bomberos, decenas de motoristas y varios helic¨®pteros.
En la localidad de Equeurdreville, los camiones con el plutonio fueron recibidos con abucheos y silbidos y lanzamiento de petardos. Antes, durante y despu¨¦s del paso del convoy, un centenar de polic¨ªas antidisturbios cargaron en varias ocasiones en ese lugar contra unos 300 manifestantes de la organizaci¨®n ecologista "Robin des Bois".
Desde que el pasado mes de agosto se anunci¨® que el Akatsuki Maru iba a realizar la m¨¢s larga traves¨ªa de la historia de la mayor cantidad de plutonio jam¨¢s transportada por v¨ªa mar¨ªtima, varios pa¨ªses anunciaron que no quer¨ªan tener la menor participaci¨®n en esa doble plusmarca, o, dicho de otro modo, que no quer¨ªan ver en sus aguas territoriales el barco que los ecologistas llaman Plutonic -palabra que combina el nombre de plutonio (la materia de Plut¨®n, el dios de los infiernos) y el de Titanic (el arrogante transatl¨¢ntico hundido por un iceberg)- ?frica del Sur, Argentina, Filipinas e Indonesia est¨¢n entre los pa¨ªses que han vetado al Akatsuki Maru.
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