La guerra en una caja de galletas

"El primer retrato que hice fue el de Robert Capa, que a?os m¨¢s tarde se convertir¨ªa en un arribista a la vez que en un personaje encantador", cuenta Alberto Mart¨ªn que le confes¨® Katl Horna. Mart¨ªn es el responsable por la Universidad de Salamanca de la exposici¨®n sobre la guerra civil espa?ola, realizada por esta fot¨®grafa anarquista de 80 a?os y nacionalidad h¨²ngara que en la actualidad -tras su exilio desde 1939 hasta la fecha en M¨¦xico- se considera mexicana. Su obra, desconocida en nuestro pa¨ªs hasta el pasado d¨ªa 4, pareci¨® intuir, desde sus inicios en 1937, las claves de la narraci¨®n fotoperiod¨ªstica contempor¨¢nea, dej¨¢ndose llevar por argumentos tan elementales c¨®mo los de la vida cotidiana. Serenas im¨¢genes, ajenas a los espectaculares estruendos y fuegos artificiales de los ca?ones, tan ligados a las fotos al uso en portada y dobles p¨¢ginas. Af¨ªn en su juventud a grupos intelectuales relacionados con Bertolt Brecht, en cuyo colectivo ideol¨®gico se integr¨® (Berl¨ªn, 1931), y especialmente al dibujante de comics Wolf Hamburger, disc¨ªpulo de Max Ernst, con el que realiz¨® conjuntamente un ¨¢lbum propagand¨ªstico para la CNT, su trayectoria se caracteriz¨® por la humildad de una discreta actitud, huidiza en todo momento de los destellos publicitarios propios de los circuitos fotogr¨¢ficos.Esta muestra comprende un total de 92 tomas en blanco y negro copiadas expresamente para la ocasi¨®n, de las cuales buena parte pertenecen a la producci¨®n de la fot¨®grafa realizada en Espa?a entre 1937 y 1939. La mayor¨ªa de ellas, tomadas en Teruel, Arag¨®n, Valencia y Catalu?a, incluyen alg¨²n collage fotogr¨¢fico -como el titulado Navidades en Espa?a 1937- y un par de fotomontajes sobre la c¨¢rcel Modelo. Durante este periodo trabaj¨® para la CNT -organizaci¨®n de la que fue simpatizante, pero en la que nunca milit¨®-, periodo al que pertenecen algunas de las m¨¢s emblem¨¢ticas instant¨¢neas de la exposici¨®n (como las registradas en 1937 desde el quinto piso de la v¨ªa Durruti, sede del archivo de la CNT en Barcelona) o las publicadas en la revista Umbral (Valencia). Tambi¨¦n lo hizo, como, reportera gr¨¢fica, para publicaciones tales como Tierra y Libertad, Tiempos Nuevos y Mujeres Libres, todas ellas de tendencia anarquista.

Pese a la p¨¦rdida de la mayor¨ªa de los originales de su archivo fotogr¨¢fico en Espa?a, tras la derrota del r¨¦gimen republicano (sali¨® para M¨¦xico en octubre d e 1939), logr¨® salvar en el interior de una cajita de galletas de lat¨®n unos 250 negativos captados durante la contienda civil, tanto en los frentes como en la retaguardia. Tras una oferta de compraventa de 272 clich¨¦s al Ministerio de Cultura, realizada en mayo de 1983 por importe de 2,5 millones de pesos, se adquiri¨® esta colecci¨®n por el Estado espa?ol para incorporarlo a los fondos del Archivo Hist¨®rico Nacional. Compraventa forzada por su penuria econ¨®mica, pese a su trabajo como ense?ante de fotograf¨ªa en la Escuela Nacional de Artes Pl¨¢sticas, Academia de San Carlos, M¨¦xico.

Entonces -mayo de 1983-, Kati Horna explicaba en una carta dirigida al director general de Bellas Artes y Archivos: "Mi ilusi¨®n de muchos a?os fue poder donar mis fotograf¨ªas cuando se restablecieran las libertades p¨²blicas en Espa?a, pero, llegado este momento, me encuentro con que a pesar de haber estado trabajando profesionalmente en M¨¦xico durante estos 43 a?os, no cuento con ninguna expectativa de jubilaci¨®n o de futuros ingresos".