Un intenso bombardeo serbio en Mostar impide el paso de un convoy de ayuda. de la ONU
Un convoy con ayuda humanitaria de las Naciones Unidas fracas¨® ayer de nuevo en sus intentos de transportar alimentos desde la costa d¨¢lmata hasta Sarajevo. En las cercan¨ªas de Mostar, en la ruta cuya protecci¨®n ha sido asignada a las tropas espa?olas, intenso fuego artillero serbio oblig¨® a la expedici¨®n a emprender el regreso. Mientras, las autoridades croatas confirmaron ayer que un n¨²mero considerable de refugiados llegados a Split procedentes de la ciudad de Jajce, recientemente conquistada por las tropas serbias, padecen el tifus.
Tras la manifestaci¨®n de mujeres serbias que, hace dos d¨ªas en Bratunac, impidi¨® el suministro de alimentos a m¨¢s de 50.000 musulmanes al borde de la muerte en Srabanica, Bosnia oriental, el fracaso de la expedici¨®n de ayer agrava a¨²n mas la desesperada situaci¨®n en Sarajevo, sitiada desde comienzos de abril por fuerzas serbias. Las ciudades bosnias de Gradacac, Olovo y Maglaj, en Bosnia central, as¨ª como Bihac, en el extremo nororiental, fueron ayer de nuevo objeto de masivos bombardeos artilleros por parte de las fuerzas del Ej¨¦rcito serbio.En Bihac, las fuerzas serbias lograron avanzar en varios puntos con carros de combate, mientras la ca¨ªda de la ciudad de Gradacac se podr¨ªa producir en cualquier momento, ya que ayer se combat¨ªa ya en las calles perif¨¦ricas. La ca¨ªda de Maglaj desencadenar¨¢ una nueva oleada de refugiados hacia Tuzla, donde centenares de miles de huidos esperan en gran parte ya la muerte.
Las fuerzas serbias en Bosnia reforzaron ayer as¨ª su bloqueo a las asediadas poblaciones bosnias mientras el copresidente de la conferencia de Paz sobre la antigua Yugoslavia, el brit¨¢nico lord Owen, denunciaba masivas violaciones del embargo internacional a Serbia, dos meses despu¨¦s de que la ONU, la CE y los pa¨ªses vecinos de Serbia y Montenegro anunciaran en Londres una rigurosa aplicaci¨®n de las sanciones contra Belgrado.
Gasolina en Belgrado
Las colas de veh¨ªculos ante las gasolineras de Belgrado son mucho m¨¢s cortas que hace tan s¨®lo un mes y los diarios publican ofertas de gasolina y combustible a precios que, aunque superiores a los existentes antes del embargo a Serbia, superan en muy poco los pagados en gasolineras occidentales.
Seg¨²n supo ayer EL PA?S, el dirigente de los irregulares serbios, Radovan Karadzic, expresa ya en p¨²blico su convicci¨®n de que el presidente serbio, Slobodan Milosevic, vencer¨¢ en su pulso con el primer ministro federal, Milan Panic, y el presidente yugoslavo, Dobrica Cosic. Esto, asegura, le permitir¨¢ , a sus fuerzas imponer a la comunidad internacional como hecho consumado la anexi¨®n de facto de los territorios de Bosnia ocupados por la rep¨²blica serbia.
Cosic, de 70 a?os, que regres¨® ayer a Belgrado procedente de Ginebra, donde se entrevist¨® con los copresidentes de la conferencia sobre Yugoslavia, fue operado a su vuelta de la pr¨®stata, inform¨® la agencia Tanjug. Su estado postoperatorio es "normal", seg¨²n Tanjug, que recuerda que la intervenci¨®n tuvo que ser postergada varias veces debido a la edad del mandatario.
Para lograr afianzar sus conquistas en territorio bosnio, las fuerzas serbias tienen que tomar a¨²n ciudades como Maglaj, Olovo, Gradacac y Travnik. La situaci¨®n alimenticia y sanitaria en las bolsas de Tuzla y Bihac es desesperada y las fuerzas serbias parecen decididas a agravarla con el fin de obligar a la comunidad internacional a gestionar la evacuaci¨®n de centenares de miles de musulmanes de la zona para, evitar que compartan la suerte de decenas de miles cuya vida ya parece imposible de salvar.
Con el fr¨ªo cada vez m¨¢s intenso en las regiones centrales de Bosnia, en las pr¨®ximas semanas las televisiones occidentales podr¨¢n emitir las primeras im¨¢genes de familias enteras muertas sin despertar de su sue?o a la intemperie. Mientras, los prisioneros musulmanes en campos serbios parecen asimismo condenados a morir, dado el evidente olvido de la comunidad occidental de que en la conferencia de Londres exigi¨® a Karadzic su liberaci¨®n y que la promesa incumplida de ¨¦ste fuera celebrado en la capital inglesa como si fuese un gran logro.
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