La oposici¨®n rechaza la propuesta de MItterrand de reforma constitucional

La oposici¨®n francesa ha acogido con hostilidad la idea de comenzar un proceso de reforma constitucional propuesta por el presidente Fran?ois Mitterrand en la noche del pasado lunes, en una larga entrevista televisada. Para empezar, los gaullistas se niegan a "desfigurar la V Rep¨²blica para hacer una VI". Y luego coinciden con sus aliados centristas en interpretar la propuesta del presidente Miterrand como "un truco del decadente poder socialista para sembrar la confusi¨®n".

En la noche del lunes, un Mitterrand en aceptable forma f¨ªsica y excelente forma intelectual dej¨® claro que desea terminar su segundo septenio presidencial, aunque para ello tenga que cohabitar a partir de las elecciones legislativas del pr¨®ximo mes de marzo con un primer ministro y un Gobierno surgidos de la actual oposici¨®n. Mitterrand se neg¨® a dramatizar su c¨¢ncer de pr¨®stata y confirm¨® que considera que todav¨ªa le quedan dos grandes tareas hist¨®ricas que realizar: la puesta en marcha del Tratado de Maastricht y la reforma de la Constituci¨®n francesa. Pero los gaullistas de la Asamblea para la Rep¨²blica (RPR) y los centristas de la Uni¨®n para la Democracia Francesa (UDF) no acogieron con gran entusiasmo el anuncio de que, antes del pr¨®ximo 30 de noviembre, Mitterrand presentar¨¢ oficialmente su proyecto de reforma constitucional, con el deseo de que sea discutido por un comit¨¦ integrado por todas las fuerzas pol¨ªticas.

"Al lanzar este debate constitucional en este momento de franca e inexorable decadencia del poder socialista, Mitterrand tan s¨®lo busca sembrar una vez m¨¢s la confusi¨®n", dijo ayer el diputado gaullista Jacques Toubon. "El RPR no dejar¨¢ que se desfigure la V Rep¨²blica para hacer una VI Rep¨²blica", a?adi¨® su correligionario Nicolas Sarkozy.

Las gentes de la UDF estuvieron de acuerdo con el RPR. El centrista G¨¦rard Longuet lo expres¨® con particular crueldad: "He sentido una horrible impresi¨®n de malestar al ver a un presidente sin apoyos y sin recursos intentando interpretar de nuevo su viejo papel de astuto politicastro".

No ser¨¢ un Gobierno socialista el que tendr¨¢ que abordar con el jefe del Estado la ¨²ltima y definitiva fase de la reforma constitucional. El propio Mitterrand acept¨® el lunes que esta reforma no culminar¨¢ antes de las legislativas de marzo, cuando s¨®lo un milagro puede impedir que los socialistas sean aplastados por la coalici¨®n RPR-UDF.

Tan s¨®lo la izquierda socialista, en abierta rebeli¨®n contra la direcci¨®n de su partido, aplaudi¨® la propuesta mitterrandiana. "Soy partidario de una VI Rep¨²blica parlamentaria, y todo progreso en ese sentido me parece una buena cosa", dijo el senador Jean Luc M¨¦lenchon. Las modificaciones esbozadas por Mitterrand -reducci¨®n del largo mandato presidencial, incremento de los poderes del Parlamento, mayor independencia de la justicia y posibilidad de que los ministros sean juzgados con rapidez- implicar¨ªan que Francia entra, por lo menos, en "la quinta y media rep¨²blica".