Pensionistas

Dada la situaci¨®n econ¨®mica de nuestra naci¨®n, es justo que en lo relativo a este sector de la poblaci¨®n (seis millones) verifiquemos su estudio basado en el principal art¨ªculo de nuestra Constituci¨®n: igualdad de todos los espa?oles ante la ley.Hemos de distinguir dos clases de pensionistas. Los laborales, es decir, los que han pasado sus a?os trabajando y cotizando durante 35 o 45 a?os para alcanzar el m¨¢ximo, y otros solamente 15 para jubilarse con el mismo. Estos pensionistas tienen su total derecho a no sufrir ning¨²n recorte ni p¨¦rdida de valoraci¨®n actualizada, ya que las cuotas pagadas han servido para fomentar inversiones rentabilizadas en todo momento a favor del Estado y sus plusval¨ªas muy sustanciosas.

Entre los otros pensionistas, que no han cotizado en la Seguridad Social o no han cubierto lo m¨ªnimo, tendremos que distinguir los que por consecuencia de nuestra contienda fratricida tuvieron que ausentarse, los privados de libertad y que no pudieron trabajar, y considerar estos periodos de tiempo como si hubieran realizado una vida activa.

Las pensiones de guerra (aqu¨ª para una igualdad) tendr¨ªamos que cobrarlas todos los movilizados combatientes, no distingui¨¦ndose los soldados rasos (ingenieros, intendencia, sanidad, etc¨¦tera) de los carabineros, guardias y cuerpos de seguridad; en intendencia de campa?a hubo compa?¨ªas con 40 bajas; terminadas las campa?as, siguieron de soldados rasos dos o tres a?os m¨¢s, no reconoci¨¦ndoseles a estos soldados ning¨²n derecho, truncando unas juventudes y m¨¢s de una carrera.

Con relaci¨®n a las pensiones de los que fueron desplazados de sus destinos, algunos s¨®lo con tres o cuatro a?os de permanencia en los mismos, si ¨¦stos no sufrieron persecuci¨®n, no se ausentaron de Espa?a, tuvieron unos a?os ¨²tiles para rehacer su vida, como lo hicieron muchos peque?os empresarios totalmente despojados de sus talleres o de sus tierras; unos se rehicieron, otros se pusieron a trabajar, cambiando hasta de profesi¨®n.

Estos grupos de pensionistas tienen derecho a ser atendidos, pero en igualdad a los dem¨¢s por a?os de cotizaci¨®n, para que al llegar a los 65 a?os no tengamos ning¨²n miembro del colectivo de la tercera edad que no perciba la m¨ªnima, que hoy se llama asistencial y est¨¢ en alrededor de 34.000 pesetas; lo ideal ser¨ªa llegar en todas al salario m¨ªnimo. Hoy conozco pensionistas de orfandad de 9.000 pesetas, cuando el que origin¨® dicha pensi¨®n fue funcionario p¨²blico durante 60 a?os en activo.

Si se modificara este ¨²ltimo sistema de regalo de pensiones, y adem¨¢s se limitara su percepci¨®n a la cotizaci¨®n, aunque sea en empleos diferentes -sin abandonar a los disminuidos y enfermos-, eso ser¨ªa lo m¨¢s justo.

Ya en 1982, por datos oficiales, en el cuadro 65 del informe econ¨®mico del sector p¨²blico, al 30 de junio, se llevaban pagadas por prestaciones sociales de cotizaciones ficticias 50.000 millones, lo que terminar¨ªa en dicho a?o por 100.000 millones como m¨ªnimo. Hoy ser¨ªa muy interesante conocer el importe de las pensiones que se pagan sin base de cotizaci¨®n m¨ªnima y m¨¢xima.

Los beneficios y cargas del Estado han de ser distribuidos bajo el art¨ªculo de la Constituci¨®n: igualdad ante la ley para todos los espa?oles.-