'El conseguidor', en el banquillo

La secuencia se repetir¨¢ hasta ocho veces, quiz¨¢ nueve. Juan Guerra pasar¨¢ gran parte de 1993 sentado en el banquillo de los acusados, acompa?ado, seg¨²n el caso, por amigos, socios, pol¨ªticos o empresarios. Vieron en ¨¦l al gran conseguidor para sus negocios e intereses y se convirtieron en cooperadores necesarios o presuntos actores de la complicada trama creada por el asistente de su hermano Alfonso, cuando ¨¦ste ocupaba la vicepresidencia del Gobierno.

S¨®lo cambiar¨¢n los art¨ªculos del C¨®digo Penal aplicables. Desde el delito fiscal a la prevaricaci¨®n, pasando por el cohecho, la falsedad, la usurpaci¨®n, la estafa o la maquinaci¨®n para alterar el precio de las cosas.El llamado caso Juan Guerra tiene implicadas, de una u otra forma, a la casi totalidad de las instancias judiciales andaluzas. Mientras, sobre el mismo pende, como espada de Damocles y objeto de deseo de las defensas, la resoluci¨®n por parte del Tribunal Constitucional de dos recursos de amparo solicitando la nulidad de las actuaciones.

Juan Guerra acudir¨¢ a la mayor¨ªa de los juicios que tiene pendientes sin una condena firme y en libertad tras el juicio por Fracosur, celebrado la pasada semana, aunque en vistas sucesivas las sentencias pueden producirse ya con hechos probados en su contra.

El caso mantiene en fase de instrucci¨®n -dirigida por el juez ?ngel M¨¢rquez- cuatro de las ramificaciones a las que han dado pie las diligencias previas 1527/90. Son las relativas a la concesi¨®n irregular de m¨¢quinas tragaperras, que afecta a altos cargos de la Administraci¨®n andaluza y en la que la participaci¨®n de Juan Guerra parece dif¨ªcil de probar (el secreto judicial ha impedido conocer las ¨²ltimas actuaciones); la adjudicaci¨®n de los servicios de aprovisionamiento de aviones de los aeropuertos de Madrid, Sevilla y Jerez; la cesi¨®n de suelo p¨²blico a la empresa Construcci¨®n Modular Andaluza (Comasa-2 en el cuadro) y la utilizaci¨®n il¨ªcita del despacho oficial de la Delegaci¨®n del Gobierno en Andaluc¨ªa.

Mientras las dos primeras est¨¢n a¨²n en fase de investigaci¨®n y diligencias, las dos ¨²ltimas se encuentran en el ¨²ltimo tramo instructor. Ambas pendientes de calificaci¨®n de las partes y de la resoluci¨®n de recursos presentados por las defensas.

Los asuntos Comasa-1, Litomed y CIMPA-Corral de la Parra, SA, ser¨¢n los primeros a los que se tendr¨¢ que enfrentar Juan Guerra. En los tres, las penas solicitadas superar¨¢n los seis a?os de condena por lo que deber¨¢ ser la Audiencia de Sevilla la que los sentencie.

Sobre el tercero de los casos, la defensa de Juan Guerra ha solicitado la recusaci¨®n del tribunal, al entender que ¨¦ste ya se ha pronunciado sobre el procedimiento. El Tribunal Superior de Justicia deber¨¢ zanjar la cuesti¨®n.

El despacho de la Delegaci¨®n del Gobierno en Andaluc¨ªa es la parte del sumario que m¨¢s quebraderos de cabeza dar¨¢ a defensas y acusaciones. El magistrado instructor envi¨® la pasada semana los 16 tomos que comprenden las actuaciones y que se extienden a lo largo de m¨¢s de 14.000 folios, lo que ha provocado una petici¨®n para que prolongue el plazo para presentar los escritos de acusaci¨®n. En esta causa el asistente ser¨¢ juzgado por incumplimiento de sus obligaciones tributar¨ªas, por presuntos delitos fiscales de renta y patrimonio.

El hecho m¨¢s llamativo del entramado judicial lo representa el sumario Puerto de la Plata, el asunto que desencaden¨® el proceso y del que, como alguien metaf¨®ricamente se?alara hace meses, se fueron sacando las cerezas entrelazadas de las andanzas del famoso asistente.

Las manos de cinco jueces de instrucci¨®n han conocido, en el viejo y peque?o juzgado de Barbate, las diligencias para esclarecer el delito de prevaricaci¨®n que presuntamente se cometi¨® para desbloquear el proyecto urban¨ªstico, planeado sobre terrenos afectados por el Ministerio de Defensa. Tantas manos y tan pocos adelantos en la instrucci¨®n se han producido que el propio Consejo General del Poder Judicial ha abierto una investigaci¨®n para esclarecer los retrasos.