Ponce, herido menos grave

Refugio/ Capetillo, Silveti, Ponce

Tres toros (l?, 3? y 4?,) de La Venta del Refugio, tres de Vista Hermosa y uno, de regalo, de Fernando de la Mora, chicos, mansos e inc¨®modos, excepto 5?, bravo. Guillermo Capetillo: estocada desprendida (ovaci¨®n y salida al tercio); dos pinchazos -aviso-, pinchazo y estocada honda (pitos); seis pinchazos -aviso- y estocada (silencio); estocada (silencio). David Silveti: estocada corta tendida, media estocada -aviso- y rueda el toro (silencio); tres pinchazos y media (ovaci¨®n y salida a los medios). Enrique Ponce, -que confirm¨® la alternativa: dos pinchazos, media trasera tendida, tres descabellos y aviso; herido menos grave, pas¨® a la enfermer¨ªa. Monumental Plaza de M¨¦xico, 13 de diciembre. Media entrada.

Por menospreciar la fiereza y el peligro del toro mexicano, sufri¨® una cogida Enrique Ponce, durante la faena de su presentaci¨®n en M¨¦xico. La cornada, grande, pero de pron¨®stico menos grave, le impidi¨® continuar la lidia.Guillermo Capetillo mostr¨® voluntad con el bronco corrido en segundo lugar, que brinc¨® al callej¨®n pasando sobre el burladero en capotes y creando momentos de peligro. Al cuart, que derrib¨® al picador Tinjo, Capetillo no le aprovech¨® el recorrido y codicia. Con el sexto, d¨¦bil y sin recorrido, hizo un trasteo de ali?o. Regal¨® el sobrero, pero sus deseos de triunfo' se estrellaron ante el ¨²nico toro de la tarde que tuvo trap¨ªo.

David Silveti abrevi¨® con el tercero, que era soso y reserv¨®n. Pero en el de honor volvi¨® a brillar el arte incomparable de verticalidad, quietud asombrosa y temple prodigioso del diestro de la Salamanca de Guanajuato. El toro fue noble por el izquierdo y Silveti emocion¨® con tres ver¨®nicas estatuarias. Despu¨¦s arm¨® una preciosa faena al pintar literalmente, con pureza y lentitud incre¨ªbles, el pase natural, en cuatro series bien rematadas. La emoci¨®n que produjo la conjunci¨®n de bravura y arte hicieron que los 20.000 espectadores le gritaran "?Torero, torero!".

Al astifino que rompi¨® plaza

y desarroll¨® sentido-, Enrique Ponce lo lance¨® con entusiasmo. Lo mulete¨® con enjundia, pero sin encotrarle la distancia, por lo que no pudo meterlo en el enga?o. Por el lado derecho el morlaco le avis¨® dos veces, y, como no le hizo caso, vino el percance. El espada valenciano mostr¨® hombr¨ªa y permaneci¨® en el anillo hasta despachar al enemigo.

La cornada, en el muslo derecho, tiene dos trayectorias, de cuatro y 12 cent¨ªmetros. La segunda diseca la arteria safena y la vena femoral, sin tocarlas.

El torero evoluciona normalmente y tiene previsto viajar hoy a Espa?a, donde continuar¨¢ el tratamiento de la herida. Pierde la corrida del pr¨®ximo domingo en la Monumental de M¨¦xico, en la que ya estaba anunciado para su repetici¨®n.