ETA tirotea por la espalda a un polic¨ªa en el interior de la oficina del DNI de San Sebasti¨¢n
ETA reapareci¨® ayer en San Sebasti¨¢n a las 12.40 con un atentado que dej¨® gravemente herido al agente del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa Isidro Artigas Agesta, de 27 a?os. Un terrorista dispar¨® por la espalda al agente cuando ¨¦ste vigilaba dentro de una oficina de expedici¨®n del DNI situada en el barrio de Amara, en la capital donostiarra, mientras otro activista guardaba las espaldas al pistolero. Isidro Artigas tiene dos orificios de entrada en la zona cervical y dorsal posterior y de salida en la zona paralar¨ªngea y tor¨¢cica derecha, que le han afectado a la columna vertebral. Los agentes que vigilaban junto al herido no pudieron repeler la agresi¨®n, ya que, seg¨²n el Gobierno Civil, el local estaba lleno de gente.
Ayer tarde, tras ser intervenido quir¨²rgicamente, el agente permanec¨ªa en estado grave en la Unidad de Vigilancia Intensiva de la residencia Nuestra Se?ora de Ar¨¢nzazu de San Sebasti¨¢n. Seg¨²n el primer, parte m¨¦dico, el agente sufre "paraplejia traum¨¢tica con nivel sensitivo" en la zona dorsal, as¨ª como un fuerte shock.El atentado, perpetrado en un momento en el que las Fuerzas de Seguridad del Estado estaban alertadas sobre la posibilidad de una inminente acci¨®n de ETA, preferentemente en Madrid, fue cometido por dos terroristas, aparentemente j¨®venes, que huyeron a pie aprovechando el sobresalto, el horror y la confusi¨®n causados por su acci¨®n.
Una docena de personas y una veintena de funcionarios, adem¨¢s de al menos tres agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa ocupaban a esa hora la oficina del DNI.
Los testigos de la acci¨®n terrorista aseguran que uno de los dos activistas se apost¨® junto a, la puerta de la oficina, mientras su compa?ero ascend¨ªa en direcci¨®n a su v¨ªctima por la escalera que conduce al mostrador de tramitaci¨®n del DNI. Algunos testigos afirman incluso que hizo ostentaci¨®n de la pistola.
Presinti¨® algo
El agente Isidro Artigas debi¨® advertir algo, ya que se dio media vuelta en el momento justo en el que el terrorista extrajo su pistola y apunt¨® hacia ¨¦l. El polic¨ªa cay¨® abatido por los disparos, efectuados a muy corta distancia, bajo los carteles editados por el Ministerio del Interior que muestran las fotograf¨ªas de los terroristas m¨¢s buscados.
Pistola en mano, el autor de los disparos huy¨® precipitadamente a pie seguido por su compa?ero para perderse en un corto t¨²nel que discurre bajo la autopista y que comunica la calle de Carlos I con la zona m¨¢s pr¨®xima al barrio de Anoeta, en el extremo sur de la ciudad. Fuentes del Gobierno Civil de Guip¨²zcoa indicaron que el segundo agente que realizaba tareas de vigilancia en la citada oficina no pudo repeler la agresi¨®n de que fue v¨ªctima su compa?ero porque el local estaba lleno de gente que hubiera corrido peligro.
Tras los disparos, y recuperado de la sorpresa, uno de los polic¨ªas asignados a la protecci¨®n de las mismas dependencias extrajo su arma buscando in¨²tilmente al agresor. Tampoco sus compa?eros llegaron a seguir los pasos de los terroristas, uno de los cuales vest¨ªa un plum¨ªfero azul, pantalones vaqueros y una gorra de lana, mientras el otro, de pelo bastante largo, llevaba igualmente pantalones vaqueros y una cazadora negra.
Testigos presenciales del atentado indicaron que mientras el agente herido permaneci¨® abatido en el suelo de las dependencias administrativas, a la espera de ser trasladado hasta el hospital, la v¨ªctima movi¨® algo los pies y los brazos y no perdi¨® la consciencia.
Seg¨²n los testigos presenciales, que narraron los hechos pr¨¢cticamente envueltos en l¨¢grimas y bajo una fuerte agitaci¨®n nerviosa, Isidro Artigas solicit¨® encarecidamente a las personas que acudieron en su auxilio que no se informara a sus familiares para no alarmarles innecesariamente. "Estaba consciente y ped¨ªa que no se llamara a su familia porque", se?al¨® uno de los testigos, "parec¨ªa convencido de que sus heridas no revest¨ªan excesiva gravedad".
Bala en la garganta
Uno de los disparos entr¨® por la garganta del polic¨ªa y, al parecer, le ha afectado la columna vertebral.
Isidro Art¨ªgas fue atendido en los primeros momentos por un m¨¦dico que inmoviliz¨® su espalda y le puso un collar¨ªn en el cuello y orden¨® su traslado "muy despacio" hasta la ambulancia de DyA (Detente y Ayuda) y posteriormente al hospital donostiarra.
El hecho de que ambos terroristas huyeran a pie, a la vista de los transe¨²ntes, y no aprovecharan la proximidad de la autopista que discurre por ese punto, en paralelo con la misma calle de Carlos I, hace pensar a la polic¨ªa en la posibilidad de que el comando haya utilizado sus propios medios de automoci¨®n para este atentado.
De hecho, las Fuerzas de Seguridad de Guip¨²zcoa hab¨ªan sido advertidas de un intento de robo de un coche Mercedes ocurrido la v¨ªspera. Dos individuos armados que dijeron pertenecer a ETA se apoderaron del veh¨ªculo tras enca?onar a su propietario. Sin embargo, finalmente desistieron de su prop¨®sito de llevarse el autom¨®vil ante la imposibilidad de ponerlo en marcha.
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