El perd¨®n de Bush

(...) Congresistas dem¨®cratas y el fiscal especial del caso, el independiente Lawrence Walsh, cayeron sobre la cabeza de Bush por otorgar el perd¨®n a seis altos cargos de la Administraci¨®n relacionados con el esc¨¢ndalo pol¨ªtico del Irangate. Parte de la rabia producida por este perd¨®n se deriva seguramente de la creencia de que George Bush podr¨ªa no haber tomado realmente la iniciativa para concederlo. Pero, a diferencia de los que desde la propia Administraci¨®n estaban en contra de esta medida, que ha sido aprobada por su oponente, George Bush no ha salido victorioso. El presidente norteamericano ha mostrado su coraje personal, como as¨ª lo hizo en su momento al tomar decisiones tales como su repulsa de Sadam Husein.(...) Sin embargo, con la concesi¨®n del perd¨®n, George Bush ha mostrado m¨¢s valor en defender a sus hombres contra los ataques pol¨ªticos que en defender su propia carrera pol¨ªtica. (...) Enfrent¨¢ndose al juicio de la historia, Bush quiz¨¢ encuentre mayor fortuna que el que pronto ser¨¢ presidente, Bill Clinton, cuyos colegas dem¨®cratas en el Congreso se preparan para reabrir las profundas diferencias pol¨ªticas producidas por el caso Irangate. (...) Incluso con esta iniciativa dem¨®crata, Clinton y los moderados de su Administraci¨®n quiz¨¢ puedan finalmente entender por qu¨¦ dos presidencias republicanas vivieron en un aparentemente, constante desorden. (...)

28 de diciembre