La revoluci¨®n gris
M¨¢s de la mitad de los mayores de 65 a?os se rebelan contra la marginaci¨®n laboral y social
, "Jubilado ofr¨¦cese para recados". Este anuncio, publicado recientemente en un peri¨®dico espa?ol de difusi¨®n nacional, podr¨ªa ser quiz¨¢, a partir de ahora, un reclamo frecuente en los medios de comunicaci¨®n. Hay un segmento considerable de la poblaci¨®n de jubilados que se resiste a la marginaci¨®n laboral y social a las que pretende arrojarles la sociedad m¨¢s joven, esa sociedad contempor¨¢nea que impone .a cultura del ¨¦xito, del triunfo econ¨®mico y social."Queremos seguir trabajando, y es un error y una discriminaci¨®n que se nos jubile de forma anticipada", dice Francisco Grande Covi¨¢n, de 83 a?os, catedr¨¢tico em¨¦rito de Bioqu¨ªmica le la Universidad de Zaragoza.
Como el jubilado recadista o el profesor universitario existen en Espa?a cerca de un 60% de mayores de 65 a?os que se consideran con capacidad de practicar alg¨²n tipo de actividad, seg¨²n estudios recientes del Centro de Investigaciones cobre la Realidad Social (CIRES).
?Habr¨¢n pensado en esta fuerza, hoy d¨ªa muy poco aprovechada, si no rechazada, por las estructuras sociales y de poder los responsables de la Comunidad Europea que han propuesto a a?o que est¨¢ a punto de comenzar como "el a?o europeo de las personas de edad avanzada y a solidaridad entre generaciones"? Es seguro que s¨ª, pero lo cierto es que llegar a la declaraci¨®n de 1993 como el "a?o de los mayores" le ha costado al Consejo de la CE 24 meses de deliberaciones.
Previamente la ONU hab¨ªa aprobado el a?o pasado los principios de las naciones Unidas en favor de las personas de edad en los que hay una especial referencia a la participaci¨®n de los mayores en la sociedad.
En estos principios se recoge el derecho y hasta el deber que tienen los mayores de "participar activamente en la formulaci¨®n y en la aplicaci¨®n de las pol¨ªticas que afecten directamente a su bienestar y poder compartir sus conocimientos y habilidades con las generaciones m¨¢s j¨®venes".
Para la ONU est¨¢ claro que los mayores han de poder buscar y aprovechar oportunidades de prestar servicios a la comunidad y de trabajar como voluntarios en puestos apropiados a sus intereses y capacidades.
Edad provecta
"Llegamos a una edad provecta en condiciones much¨ªsimo mejores de salud y formaci¨®n que en otras ¨¦pocas", dice el fil¨®sofo Jos¨¦ Luis L. Aranguren, quien, a sus 83 a?os, contin¨²a con diversas actividades, especialmente literarias (acaba de editar precisamente el libro La vejez como autorrealizaci¨®n personal y social). "Dentro de poco, los jubilados seremos casi mayor¨ªa social y no podemos vivir como antiguamente, como seres que no sirven para nada. Por eso habr¨¢ que habilitar nuevas f¨®rmulas de trabajo".
"Es una locura despilfarrar la energ¨ªa y el talento de tanta gente", a?ade Aranguren, quien asegura que "habr¨ªa que buscar una soluci¨®n intermedia de semijubilaci¨®n: ni la jubilaci¨®n total, que no sirve para nada, ni la permanencia plena en el trabajo".
Los mayores de 65 a?os que se consideran ¨²tiles viven su particular rebeld¨ªa productiva de forma individual o colectiva. Los hay como el ingeniero industrial Pedro Giron¨¦s, que ha trabajado en Ponferrada (Le¨®n) en un puesto de responsabilidad de una empresa el¨¦ctrica y que desde sus 62 a?os, tras haber asistido a una escuela ocupacional con chicos y chicas de 17 y 18 a?os en X¨¢tiva (Valencia), se dedica al arte de la cer¨¢mica y artesan¨ªa. Sus amigos dicen de ¨¦l que es un gran artista, "o al menos un gran artesano" y como ¨¦l hay muchos.
Otros jubilados prefieren ejercer su actividad en organizaciones de corte intelectual como el Colegio Libre de Em¨¦ritos, o inscribirse en las casi 100 asociaciones de mayores que bajo diversos nombres existen en Espa?a con fines generalmente asistenciales y reivindicativos.
"Lo tienen m¨¢s f¨¢cil quienes han ejercido o ejercen una actividad liberal", dice Juan Dur¨®, de 75 a?os, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Jubilados y Pensionistas de Organismos Sociales, refiri¨¦ndose al trabajo de los mayores de 65 a?os.
"Cuando uno se jubila, las actividades remuneradas no est¨¢n permitidas, en especial para los que eran asalariados, y la contrapartida, una paga de jubilaci¨®n escasa, no es precisamente una buena soluci¨®n", a?ade.
Los hay que no quieren insistir en las contrapartidas econ¨®micas que puede derivarse de los trabajos de los jubilados. Francisco Grande Covi¨¢n sostiene que el jubilado debe percibir lo que merezca por su trabajo como cualquier otra persona activa.
Otros quitan importancia al tema econ¨®mico. "Muchos piensan que tras jubilarse uno ya no sirve para nada, pero queda por delante media vida", afirma Jos¨¦ Hernando, ex jefe de asuntos sociales de ENDESA, que a sus 63 a?os, jubilado, se dedica a preparar a otras personas para su jubilaci¨®n.
Jubilados de oro
"El retiro laboral no implica que no sirvas para nada. Puedes buscar otras ocupaciones. Estoy con Azor¨ªn cuando dijo que lo que le manten¨ªa activo era el inter¨¦s por aprender m¨¢s cosas".
Hernando sostiene que todos los mayores puede ser ¨²tiles a la sociedad y no s¨®lo los que podr¨ªan llamarse jubilados de oro -ex embajadores, ex banqueros y ejecutivos que puede seguir trabajando como asesores-
Aunque el trabajo del jubilado tiene una carga esencialmente altruista, debe conllevar alg¨²n tipo de compensaci¨®n econ¨®mica, se?ala. Pero ¨¦l dice sentirse satisfecho "con las dietas y a veces con algunas placas conmemorativas de los m¨²ltiples cursos de prejubilaci¨®n que da por toda la geograf¨ªa espa?ola.
"La vida de aqu¨ª en adelante es un regalo que hay que disfrutarlo. No era as¨ª al principio d¨¦ este siglo. Mientras el gran jefe me d¨¦ un poquito de aliento seguir¨¦ en la brecha", dice Jos¨¦ Hernando.
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