Rafael Camino debut¨® sin suerte
Con la mansedumbre del encierro de Montecristo, la corrida result¨® un fiasco. S¨®lo los toros primero y sexto permitieron lucimiento, y el resto fueron pitados en el arrastre. Al debut en M¨¦xico de Rafael Camino, por tanto, no le acompa?¨® la suerte.Manolo Arruza, con el toro que rompi¨® plaza, realiz¨® un quehacer elegante y de mucha quietud. Entendi¨® la poca fuerza del astado y lo ayud¨® para que resaltara su f¨¢cil recorrido, mostrando en la tarea un temple extraordinario, pero no la pudo culminar acertadamente con el acero. Al cuarto, un animal incierto, le desarroll¨® un trasteo de ali?o. Regal¨® el sobrero, que result¨® ser otro mansuco reserv¨®n, al que lidi¨® voluntarioso.
Rafael Camino no pudo tener m¨¢s mala suerte en su presentaci¨®n, por culpa de los mansurrones que le correspondieron. A su primero, un bovino huidizo, lo lidi¨® inteligentemente y con aplomo. Al bravuc¨®n corrido en quinto lugar, que barbe¨® e intent¨® saltar la barrera, Rafael Camino intent¨® meterlo en la muleta, derrochando verg¨¹enza torera, pero no tuvo ¨¦xito, ya que el animal era un aut¨¦ntico buey.
Montecristo / Arruza, Camino, Garza
Siete toros de Montecristo (uno, de regalo), desiguales de presencia y sin casta, excepto 1? y 6?. Manolo Arruza: metisaca, estocada ladeada, rueda de peones y dos descabellos (palmas); pinchazo, estocada ca¨ªda, rueda de peones, pinchazo -aviso- y estocada (silencio); pinchazo, media y rueda de peones (silencio).Rafael Camino: pinchazo, otro hondo, estocada ladeada y rueda de peones (silencio); pinchazo, estocada trasera tendida, rueda de peones y cuatro descabellos (silencio). Enrique Garza: dos pinchazos, estocada delantera ca¨ªda y rueda de peones (silencio); dos pinchazos, estocada ca¨ªda y descabello (ovaci¨®n y salida al tercio). Monumental Plaza M¨¦xico, 10 de enero. Menos de media entrada.
Enrique Garza, al tercero, que rebrincaba y calamocheaba, le hizo su labor con oficio. Cuando ya el cotarro estaba aburrido y disgustado, apareci¨® en sexto lugar un toro terciadito, alegre y codicioso, al que recibi¨® el de Cadereyta, puesto de hinojos en el platillo, con tres espectaculares lances cambiados que remat¨® de pie con chicuelinas. Luego, el corn¨²peta se arranc¨® de largo a la cabalgadura y la derrib¨® con todo y su picador. El espada logr¨® en todo lo alto dos pares de banderillas al quiebro, que provocaron el delirio. Otra vez en los medios, inici¨® la faena de muleta de hinojos con un pase cambiado por la espalda, para continuar con un toreo vertical, de mando y buen gusto, ante la emoci¨®n de los espectadores, que le gritaban "?Torero, torero!". Perdi¨® la oreja por fallar con el estoque. Luego el presidente se excedi¨® en ordenar la vuelta al ruedo del toro, pues s¨®lo merec¨ªa arrastre lento.
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