El Gobierno da marcha atr¨¢s en su plan para controlar la prensa

El Informe Calcutt sobre control de la prensa se ha visto superado antes de hacerse p¨²blico. A la vista de que fue la princesa Diana quien "invadi¨® su propia intimidad", en palabras del propio presidente de la Comisi¨®n de Quejas contra la Prensa, y de que el pr¨ªncipe Carlos hizo m¨¢s o menos otro tanto, la tentaci¨®n gubernamental de poner bozal a la prensa se ha disipado r¨¢pidamente.

El Gobierno anunci¨® ayer que el informe ser¨ªa publicado hoy mismo, en lugar de a fin de mes, como estaba previsto inicialmente, para "facilitar el debate", y, desde Downing Street se emiti¨® el mensaje de que el primer Ministro, John Major, no estaba de acuerdo con el contenido del mismo. Hace s¨®lo tres d¨ªas, el mismo portavoz del primer ministro dijo que Major estaba completamente a favor del conjunto de propuestas contenido en el Informe Calcutt.

La idea central del informe, redactado por el abogado sir David Calcutt por encargo del Gobierno, consist¨ªa en la creaci¨®n de un tribunal especial con grandes poderes para juzgar los delitos de la prensa, de acuerdo con un nuevo, c¨®digo de conducta que limitar¨ªa estrictamente las invasiones en la vida privada de las personas.

Protecci¨®n real

El Gobierno de Major tom¨® la iniciativa de regular las informaciones period¨ªsticas por las continuas intromisiones de los medios informativos en la intimidad de la familia real. La nueva legislaci¨®n habr¨ªa protegido a todos los s¨²bditos del reino, pero su base reposaba claramente sobre los derechos de la familia Windsor a preservar su intimidad.Todo se vino abajo cuando el presidente de la Comisi¨®n de Quejas contra la Prensa, lord McGregor, admiti¨® p¨²blicamente que tanto Carlos como Diana hab¨ªan mantenido, "m¨¢s all¨¢ de toda duda", contactos directos con la prensa para ver publicadas sus mutuas recriminaciones. Lord McGregor afirm¨® posteriormente que s¨®lo Diana, hasta donde a ¨¦l le constaba hab¨ªa manipulado a los peri¨®dicos.

Pero su intento de proteger al heredero del trono no fue otra cosa que una muestra de respeto por la instituci¨®n mon¨¢rquica: cualquier lector brit¨¢nico hab¨ªa sido perfectamente capaz, en los ¨²ltimos meses, de discernir qu¨¦ informaciones proced¨ªan directamente desde Diana y cu¨¢les hab¨ªan sido sugeridas por el pr¨ªncipe de Gales. Lo que hizo lord McGregor con sus declaraciones, despu¨¦s de que el diario The Guardian publicara la carta en la que admit¨ªa el juego sucio de la pareja, fue destruir la hip¨®crita presunci¨®n -mantenida oficialmente hasta el ¨²ltimo momento- de que la prensa lo estaba inventando todo.