Un a?o para so?ar una ciudad
El proyecto Compostela 93 provoca una transformaci¨®n profunda de la capital de Galicia
En Santiago de Compostela, la fe no movi¨® monta?as: las cre¨®. Esta ciudad abri¨® una v¨ªa de comunicaci¨®n cultural y social, y durante siglos la fe sigui¨® construyendo, mezclando estilos, autores, nacionalidades. "Europa es una unidad en la diferencia", se?ala el alcalde de la capital gallega, Xerardo Est¨¦vez. Una definici¨®n que tambi¨¦n se puede aplicar a Santiago, quiz¨¢ la urbe europea por antonomasia, la reproducci¨®n a escala de lo que pretende ser la Europa unida. A?o Santo es 1993, y se juntan en Galicia los programas de Xacobeo, sobre el Camino de Santiago, y el Compostela, sobre la reforma de la ciudad y su plan cultural, en el que destacan las actuaciones musicales.
El a?o 1993 es especialmente significativo para Galicia por tres motivos: el 25 de julio cae en domingo; por tanto, se trata de un A?o Santo. Aprovechando la ocasi¨®n, la Xunta de Galicia ha puesto en marcha un proyecto a gran escala para reformar el Camino de Santiago y vender la imagen de esta tierra en todo el mundo: el Xacobeo 93. El Ayuntamiento de Santiago de Compostela ha tomado tambi¨¦n la efem¨¦rides como pretexto para dinamizar una vieja idea: una profunda reforma urban¨ªstica de la ciudad, que se extiende hasta 1994, que se contin¨²a con una apretada agenda de actos culturales. El proyecto se llama Compostela 93 y est¨¢ dirigido exclusivamente a la ciudad, mientras que el Xacobeo ata?e a toda la autonom¨ªa."La imagen que sale de Galicia al exterior es la de la buena mesa y la escatolog¨ªa, la violencia. Nosotros estamos llevando a cabo en esta ciudad un proceso de reforma urban¨ªstica y cultural que queremos que sea emblem¨¢tico, que intenta compatibilizar lo que se entiende por tradici¨®n con una visi¨®n m¨¢s moderna, que quiere unir las dos ideas", se?ala Xerardo Est¨¦vez.El proyecto Compostela 93 se lleva a cabo a trav¨¦s de un ¨®rgano ejecutivo: el consorcio, compuesto por las tres administraciones: la estatal, la auton¨®mica y la local. El Estado participa en el presupuesto con un 60%; la Xunta, con el 35%, y el Ayuntamiento, con un 5%. Aunque econ¨®micamente la aportaci¨®n municipal es la m¨¢s peque?a, los proyectos han sido promovidos por el Ayuntamiento y aprobados por el consorcio, que s¨®lo puede tomar decisiones por unanimidad.
Aunque dirigido exclusivamente a Santiago, no es una casualidad que el plan Compostela 93 intente romper uno de los nudos gordianos de la problem¨¢tica gallega: la din¨¢mica entre, la tradici¨®n y la modernidad. La imagen de El bosque animado, de los mitos, la Santa Compa?a, la pobreza y el abismo entre el campo y la ciudad entra en contradicci¨®n con el chorro de cultura, viajeros e ideas que entraron en Espa?a por el Camino de Santiago. Se habla siempre de una tierra profunda, cerrada en banda al exterior, pero, hasta que Lutero cort¨® el camino, entr¨® por esta tierra todo lo que significaba modernidad en Europa.Dimensi¨®n europea
"Compostela 93 es un proyecto que quiere dar perspectiva de futuro a Santiago. Queremos recuperar la idea de una ciudad cultural, de lugar de encuentro, que es lo que represent¨® el camino, para que vuelva a ser una ciudad abierta, simb¨®lica, con dimensi¨®n europea", afirma Juan Luis Dalda, uno de los responsables del plan municipal de ordenaci¨®n y del plan, especial para el casco de la ciudad hist¨®rica.
En este sentido, la recuperaci¨®n del Camino de Santiago que ha llevado a cabo el Xacobeo 93 tiene el mismo objetivo. "El Camino tuvo muchas repercusiones, ya que al ser una v¨ªa de comunicaci¨®n entre Espa?a y Europa consigui¨® dar relieve a las distintas ciudades por las que pasa y, sobre todo, a Santiago. El Camino no tiene s¨®lo un aspecto religioso, sino tambi¨¦n econ¨®mico y cultural", asegura Rub¨¦n Lois Calvi?o, presidente del Consejo de Administraci¨®n de Sociedad An¨®nima de Xesi¨®n do Plan Xacobeo 93. "Ante lo que implica el Camino, se pretende que este a?o sea un peque?o revulsivo, que provoque una dinamizaci¨®n socioecon¨®mica y cultural que se note en toda Galicia", a?ade.
La Iglesia tambi¨¦n comparte esta dimensi¨®n comunicativa de la peregrinaci¨®n. "El Camino ofrece unos valores de primera magnitud para el conocimiento, la relaci¨®n y el entendimiento entre los pueblos de Europa, tambi¨¦n hoy como lo fue en los siglos medios, cuando, simult¨¢neamente con la peregrinaci¨®n a Santiago, se iban construyendo como Estados las distintas naciones europeas. Hay miles de hechos que demuestran de hecho ese mutuo conocimiento e intercambio", se?ala Jaime Garc¨ªa Rodr¨ªguez, delegado de peregrinaciones en la catedral de Santiago.
Para el alcalde, del Partido Socialista, tambi¨¦n es fundamental esta visi¨®n europea del Camino: "Cuando los peregrinos andan, construyen todo un tejido cultural en la arquitectura, la m¨²sica, la pintura, la escultura. El nombre de Santiago aparece en toda Europa, en Par¨ªs, en Londres, en Viena, en Roma. No hay capital en Europa que no tenga una calle, una iglesia, un hospital, con el nombre del ap¨®stol. La Europa que nace sin fronteras tiene su propia historia: el Camino de Santiago".
En 1984, la capital gallega fue declarada patrimonio cultural de la humanidad. Pocos a?os despu¨¦s, el Consejo de Europa reconoci¨® al Camino como el primer itinerario cultural europeo. Este reconocimiento internacional ha sido uno de los factores que ha contribuido a renovar el papel de la ciudad, adem¨¢s del empuje que representa ser el centro administrativo de Galicia. El A?o Santo ha sido tomado como un
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punto de despegue al que hay que sumar estos factores que confluyen en la ciudad. "Se han creado condiciones para que una circunstancia accidental pueda decretarse como el momento en que se concretan iniciativas. Hay unas condiciones sociales y culturales que se han producido porque Santiago ha pasado de ser una peque?a ciudad universitaria a convertirse en la capital de Galicia. La idea es encontrar el papel de esta urbe dentro del pa¨ªs", se?ala Arixel Vi?a, otro de los art¨ªfices de los planes de reforma.En Santiago no s¨®lo se est¨¢n construyendo edificios, algunos de una enorme importancia arquitect¨®nica, tambi¨¦n se est¨¢ intentando atacar un problema que entra en el coraz¨®n mismo de Galicia: el debate entre lo viejo y lo nuevo. "Hay dos v¨ªas para afrontar los problemas de Galicia: como proyecto urbano de un pa¨ªs o la alternativa cultural de la imagen de v¨ªctima, del ruralismo y el subsidio. Nosotros hemos apostado por la primera", se?ala Juan Luis Dalda.
Para el teniente de alcalde de Santiago, Xos¨¦ Manuel Villanueva, "en Galicia el mundo urbano es ajeno a la comunidad, lo que fomenta una esquizofrenia permanente. Pol¨ªticamente, nos proponemos superar esa imagen atrasada, ese discurso victimista".
Esta visi¨®n del pa¨ªs queda reflejada en la din¨¢mica que el proyecto Compostela 93 est¨¢ llevando a cabo: compatibilizar la conservaci¨®n del patrimonio hist¨®rico, que representa la identidad de la ciudad, con la apuesta por la arquitectura contempor¨¢nea. "Hasta el siglo XVIII, Santiago se estuvo transformando permanentemente. Al trazo medieval se fueron incorporando arquitecturas. Nuestra idea es recuperar esa identidad cultural. Eduardo Chillida puede construir una escultura en pleno tejido hist¨®rico. Las arquitecturas pueden convivir. No queremos provocar, sino recuperar la confianza en lo contempor¨¢neo, que en los ¨²ltimos 20 a?os de especulaci¨®n se ha perdido", se?ala Xerardo Est¨¦vez.
"Hay que volver a creer en lo contempor¨¢neo, en el planea miento, y ¨¦se es el papel que pretende jugar Santiago. Nuestros planes intentan responder a la pregunta de si es posible acabar el tejido hist¨®rico. Nosotros creemos firmemente que s¨ª", agrega.
El Ayuntamiento ha previsto dos planes: el general, que se refiere a todo el ¨¢mbito urbano, y el especial, destinado ¨²nicamente al casco hist¨®rico. Este ¨²ltimo est¨¢ dirigido por Josef Paul Kleihues, aunque tambi¨¦n colaboran en ¨¦l los art¨ªfices del plan general, Vi?as y Dalda, adem¨¢s del arquitecto madrile?o Enrique Bardaji. Los dos proyectos intentan configurar una misma visi¨®n de la ciudad."Ahora se puede cambiar lo que ha sido una prioridad durante muchos a?os: la pol¨ªtica de protecci¨®n. Pero para realizar intervenciones contempor¨¢neas hay que jugar muy fuerte, porque hay que alcanzar un nivel de cualificaci¨®n tan alto como el de los edificios hist¨®ricos Pretendemos romper la dial¨¦ctica entre el casco antiguo y el resto de la ciudad. Queremos unificar Santiago dentro de una importancia arquitect¨®nica globa", afirma Anxel Vi?a.El proyecto prev¨¦ la construcci¨®n de infraestructuras de todo tipo, desde culturales, como el auditorio, inaugurado en 1989, hasta industriales o agropecuarias, como el nuevo mercado de ganado. En total, m¨¢s de 70 arquitectos, de diversas nacionalidades, est¨¢n trabajando para e Compostela 93.CriteriosEn el casco hist¨®rico se est¨¢n construyendo parques, colocando esculturas y rehabilitando los edificios. "El centro hist¨®rico tiene que asumir roles urban¨ªsticos que en este momento no tiene, sobre todo de usos que queremos otorgarle a trav¨¦s de la arquitectura. Como se han llevado a cabo pol¨ªticas excesivamente proteccionistas, es posible seguir actuando. Hay que tocar, porque la mejor conservaci¨®n es la que aporta algo", se?ala Est¨¦vez.
Las actuaciones sobre esta zona de la ciudad se est¨¢n realizando siguiendo cuatro criterios: la necesidad de rellenar los espacios vac¨ªos del centro, rehabilitar tanto el exterior como el interior de las viviendas, dar usos complementarios a la arquitectura monumental y decretar como zona peatonal el conjunto del centro monumental. Esta medida, anunciada por el alcalde el pasado jueves, que entrar¨¢ en vigor el 1 de marzo, ha levantado no pocas pol¨¦micas.
Entre los proyectos m¨¢s importantes que s¨¦ est¨¢n llevando a cabo destaca el Pabell¨®n Multiusos del Sur, con capacidad para m¨¢s de 7.000 espectadores y que est¨¢ concebido como una zona deportiva y cultural. El conjunto de la obra ocupa un espacio de casi 100.000 metros cuadrados y ha sido proyectada por los arquitectos Pujol y Arenaza.
El art¨ªfice de la restauraci¨®n del barrio portugu¨¦s de Ciado, ?lvaro Siza, y la espa?ola Isabel Aguirre han planeado la construcci¨®n del parque de Bonaval, situado en las antiguas propiedades de un convento del mismo nombre, donde se pretende instalar una obra del escultor Eduardo Chillida. Es una zona que, desde la instalaci¨®n del Museo do Pobo Galego, ha experimentado una gran transformaci¨®n, que se ampliar¨¢ con el Museo de Arte Contempor¨¢neo, a cargo de los mismos arquitectos.
En el parque de Belvis, el estadounidense John Hejduk y los espa?oles Antonio Sanmart¨ªn y Leo Rietti han proyectado la edificaci¨®n de dos torres, a medio camino entre la arquitectura y la es cultura, que se utilizar¨¢n como pabellones bot¨¢nicos. Otro de lo proyectos cruciales que se est¨¢n llevando a cabo en la ciudad que est¨¢ directamente relacionado con el Camino de Santiago es la rehabilitaci¨®n del Monte do Gozo, punto hist¨®rico de encuentro de los peregrinos con la ciudad.
"Se ha so?ado una ciudad", dijo una vez el alcalde, refiri¨¦ndose a Santiago de Compostela La ciudad puede ser una de las muchas respuestas, en Galicia, a Europa, a las transformaciones de este final de siglo.
Babelia
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