Sanidad establece restricciones para que los extranjeros puedan recibir trasplantes
Espa?a, como otros pa¨ªses europeos, acaba de poner fronteras a sus trasplantes. El Ministerio de Sanidad y las comunidades aut¨®nomas han consensuado un reglamento que impide el acceso de extranjeros a las listas de espera de los hospitales espa?oles, salvo excepcionales circunstancias que deben ser evaluadas en cada caso. Cerca de 6.000 pacientes esperan trasplante de ri?¨®n, coraz¨®n, h¨ªgado o p¨¢ncreas en Espa?a, mientras que el n¨²mero de ¨®rganos disponibles no aumenta.
Una ni?a polaca de 11 a?os se debate entre la vida y la muerte en la residencia infantil de Vall d'Hebron de Barcelona en espera de un h¨ªgado. En la misma planta, Sabrina llijazovic, otra ni?a de cuatro a?os, barriguita abultada y mirada anhelante, espera ser incluida en el programa de trasplantes. Sabrina sufre una atresia biliar, como la mayor¨ªa de los otros 14 ni?os espa?oles incluidos en la lista de espera, y, como para la mayor¨ªa de esos ni?os, su ¨²nica esperanza de vida es el trasplante.El caso de Sabrina plantear¨¢ por primera vez en Espa?a, con toda su crudeza y todo el desgarro, un enorme conflicto ¨¦tico: el de darle o no un h¨ªgado a sabiendas de que si no se lo conceden morir¨¢, y si se lo dan, el que puede morir es cualquiera de los otros 14 ni?os espa?oles de la lista de espera.
Hasta ahora, este problema no se hab¨ªa planteado nunca. Sencillamente, se operaba al ni?o que m¨¢s urgentemente lo necesitaba, sin preguntarse de d¨®nde ven¨ªa. Pero, como han hecho otros pa¨ªses europeos, Espa?a acaba de dictar restricciones.
La Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes, en la que est¨¢n representadas las distintas autonom¨ªas, ha adoptado la resoluci¨®n de dar siempre prioridad a los residentes espa?oles y no admitir extranjeros, salvo excepcionales circunstancias. La decisi¨®n ha sido adoptada al plantearse, como en otros pa¨ªses europeos, que el trasplante a un extranjero puede significar -y significa la mayor¨ªa de las veces- la muerte de un nacional.
En su imparable camino hacia lo imposible, la medicina est¨¢ convirtiendo el trasplante en una operaci¨®n de rutina. Si hace 10 a?os no se operaba a ning¨²n paciente de m¨¢s de 50 a?os, ahora se efect¨²an trasplantes a enfermos de 65, con altos porcentajes de supervivencia. Pero en el reverso de este indudable ¨¦xito se fragua una dram¨¢tica contradicci¨®n: cada vez hay m¨¢s enfermos en lista de espera, mientras que el n¨²mero de ¨®rganos disponibles disminuye, en buena parte por el descenso de la mortalidad derivado de las campa?as de seguridad vial.
En Espa?a, el trasplante renal tiene en estos momentos 5.560 pacientes en lista de espera, y otros 200 aguardan otros tras plantes. Y aunque ha alcanzado un envidiable primer puesto mundial en donaciones -22 por cada mill¨®n de habitantes-, los ¨®rganos disponibles son insuficientes para atender todas las necesidades de trasplante.
Cerrojazo
El resultado es que cada d¨ªa hay m¨¢s candidatos para el mismo ¨®rgano. Y eso provoca que muchos pacientes mueran en la espera. Cada vez m¨¢s. En el trasplante de coraz¨®n, el 5% de los pacientes, es decir, uno de cada 20. En el de h¨ªgado la mortalidad media es del 6%, pero este porcentaje se eleva al 12% en el trasplante de h¨ªgado infantil y alcanza el 21% en el caso de los ni?os del grupo sangu¨ªneo 0.
"En Espa?a hemos decidido, como en la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos, exigir un certificado de que el trasplante solicitado no se realiza en el pa¨ªs de origen, pero eso s¨®lo da derecho a estudiar el caso. Luego hay que ver si entra o no en competencia con otros enfermos espa?oles. Puede ser que eso no ocurra", explica Rafael Matesanz, coordinador nacional de Trasplantes.
"Hace poco trasplantamos a un enfermo finland¨¦s que fue: descartado en su pa¨ªs por tener 65 a?os; en cambio, aqu¨ª pudimos hacerle el trasplante porque: surgi¨® un coraz¨®n de un tipo, poco frecuente, que no de pon¨¦rselo a ¨¦l se hubiera perdido", a?ade Rafael Matesanz.
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