La aventura de M¨®nica
La carta dirigida por el colegiado And¨²jar a su presidente arbitral dice as¨ª:Estimado Presidente: Como creo se trata de un extra?o caso y que nunca me hab¨ªa ocurrido, pongo en conocimiento de ese Comit¨¦ lo sucedido en mi ¨²ltimo desplazamiento al partio Rayo Vallecano-Deportivo, y aunque es dif¨ªcil y a la vez farragoso, pues m¨¢s bien parece un culebr¨®n, intentar¨¦ explicarlo aunque caiga en lo reiterativo.
El viernes 22 de enero, o sea, un d¨ªa antes del encuentro Rayo-Deportivo, recibo en mi casa una llamada telef¨®nica de una mujer que dice llamarse M¨®nica y ser secretaria de Jes¨²s Quintero. Ella tambi¨¦n ten¨ªa acento andaluz. El inter¨¦s de esta chica era saber en qu¨¦ hotel iba a parar en Madrid, ya que ten¨ªan la intenci¨®n de realizarme una entrevista para un medio de comunicaci¨®n. Le informo que siempre que voy a Madrid me hospedo en el mismo hotel y ella queda en que all¨ª nos veremos.
Cuando el s¨¢bado, a las 9.00 de la ma?ana llego al hotel, en recepci¨®n me entregan la nota y cuando la leo ya empiezo a mosquearme. No llamo l¨®gicamente y estando en mi habitaci¨®n con los jueces de l¨ªnea, recibo un llamada de tel¨¦fono de esta tal M¨®nica y me invita a su habitaci¨®n, que est¨¢ en la 316, para realizar dicha entrevista Le digo que no, que nos veremos a las 12.30 en la cafeter¨ªa del hotel.
Efectivamente, a las 12.30 se presenta en la cafeter¨ªa una chica rubia, joven, muy guapa y con un tipazo, vistiendo una minifalda y un abrigo de pieles y pregunta por el Sr. And¨²jar, ya que naturalmente no me conoce. Al presentarme yo, la invito a que nos sentemos en una mesa de al lado, ya que conmigo estaban los jueces de l¨ªnea y un amigo de Almer¨ªa que reside en Madrid. Empezamos la entrevista y ¨¦sta, m¨¢s que entrevista tiene visos de conversaci¨®n donde ella llevaba la voz cantante, y me dec¨ªa que hay muchos ¨¢rbitros que se venden, que el el Deportivo era un buen equipo, pero que el Rayo era mejor, que el Rayo ten¨ªa que ganar esa noche y que, naturalmente que el Rayo ten¨ªa que ganar.
Cuando me repiti¨® dos veces que el Rayo ten¨ªa que ganar, ya me puse m¨¢s mosqueado. Ella quiso invitarnos a desayunar. No aceptamos. Igualmente me invit¨® a almorzar o a cenar despu¨¦s del partido, cosa que rechac¨¦.
Antes de despedirnos de esta entrevista", me dijo que a las 5 de la tarde pasar¨ªa por mi habitaci¨®n y si iba a estar solo. Le dije que no pasara ya que yo, de 4 a 6 de la tarde, descanso para estar lo mejor posible en el partido. Ante tantas negativas, la chica dijo que pasar¨ªa por el campo de Vallecas.
Cuando me qued¨¦ solo, me fui a la recepci¨®n del hotel, y pregunt¨¦ a los recepcionistas, que me conocen y saben qui¨¦n soy, porque siempre paro en ese hotel, que qui¨¦n era esa chica. Me dijeron que se llama M¨®nica Sacripanti, que es inglesa (habla estupendamente el espa?ol, y hasta con acento andaluz) y que se hab¨ªa alojado la noche del viernes.
Una vez concluido el partido, y estando en la caseta el Sr. Ruiz Mateos y los delegados del Rayo y Deportivo, me dijo el delegado del Rayo, que una chica llamada M¨®nica estaba fuera y quer¨ªa verme. Fue tal la indignaci¨®n que les expliqu¨¦ todo lo sucedido y preguntando a la vez qu¨¦ era lo estaba pasando. El Sr. Ruiz Mateos y el delegado del Rayo r¨¢pidamente dijeron que ellos no sab¨ªan nada de lo ocurrido.
Naturalmente que todo lo sucedido tiene otra lectura y por tanto ser¨ªa muy interesante investigar este caso por si hay alguno m¨¢s o yo he sido el primero.
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