Una camiseta para la eternidad

El Boston Celtics, 15.000 espectadores y un desfile de viejas glorias encabezado por Magic Johnson se dieron un respiro en la temporada para honrar el jueves al jugador que muchos consideran el mejor en la historia de este club ilustre, Larry Joe Bird. Fue una noche emotiva, marcada por un espect¨¢culo de v¨ªdeos, luz y sonido que se prolong¨® durante dos horas y media y culmin¨® con el propio Bird subiendo su camiseta con el n¨²mero 33 al techo del Boston Garden, donde permanecer¨¢ eternamente para disfrute de los adoradores de mitos verdiblancos.

De entre los muchos regalo que recibi¨® Bird destac¨® un pedazo de la pista del F¨®rum de Los ?ngeles, escenario de muchas de sus grandes batallas frente a Magic. La ceremonia abarc¨® toda la carrera baloncest¨ªstica de Bird, un muchacho introvertido de French Lick (Indiana), que ingres¨® en los Celtics en 1979 y acab¨® convertido en hijo adoptivo de Boston.Cada momento sirvi¨® para colmar un gran vaso lleno de memoria, risas y l¨¢grimas. Posiblemente, el momento m¨¢s tierno lleg¨® cuando Magic subi¨® al escenario para hacer la presentaci¨®n de su pedazo de la pista del F¨®rum. Bird se?al¨® la barriga de Magic y ¨¦ste hizo lo mismo con Bird. Magic luego se abri¨® la sudadera de Los ?ngeles para mostrar que vest¨ªa una camiseta del Boston Celtics. "Larry dijo una vez que alg¨²n d¨ªa habr¨ªa otro como ¨¦l" declar¨® Johnson. "Pero quiero que ¨¦l sepa que nunca, nunca m¨¢s habr¨¢ otro Larry Bird".

Sorteo y reventa

Los Celtics no escatimaron gastos. Bird es el jugador n¨²mero 18 del club al que se le retira el n¨²mero de su camiseta, pero es el primero a quien honran con una ceremonia aparte. La demanda de entradas fue tanta que se tuvo que realizar un sorteo. El precio de la reventa alcanz¨® las 55.000 pesetas. En una concesi¨®n a los deseos de Bird, los Celtics acordaron donar todos los beneficios a obras caritativas.El acto result¨® ser una reuni¨®n de gente que no se hab¨ªa visto ni hablado en a?os. Para algunos, como el alero Cedric MaxweIl y el entrenador K. C. Jones, dos individuos que se marcharon a la fuerza, represent¨® un regreso triunfal.

Bird soport¨® dos horas y media de tributos como un agradecimiento a la afici¨®n de Boston. Al final se despidi¨® con palabras breves y directas: "Dejo el baloncesto. Lo siento, pero ya basta, me marcho. He dedicado mi vida al baloncesto y al Boston Celtics. Di lo m¨¢ximo para satisfacer a cada uno de ustedes y en esta noche pongo fin oficial a mi carrera. Fue grande. Gracias a todos". Dicho esto, Bird cogi¨® a su hijo peque?o, se lo puso al hombro y sali¨® de la pista despedido por el p¨²blico, que core¨® su nombre por ¨²ltima vez.