Juan Pablo II pide en Jartum paz, democracia y libertad religiosa
Fue un llamamiento r¨¢pido y concreto. Ayer, nada m¨¢s poner pie en Jartum, el Papa Juan Pablo II pidi¨® paz, democracia, libertad religiosa y respeto a los derechos humanos. Mientras el Papa dirig¨ªa su primer mensaje desde una plataforma del aeropuerto, a m¨¢s de un general se le vio asentir en silencio. Al fin y al cabo, lo que dijo Juan Pablo II se parec¨ªa mucho al discurso del presidente sudan¨¦s, Omar Hassan al Bashir. Para el Gobierno de Jartum, empe?ado en imponer la ley isl¨¢mica ignorando la voz de las minor¨ªas religiosas, el pa¨ªs es un ejemplo de tolerancia.Decenas de miles de sudaneses se volcaron en las calles blandiendo banderas y pancartas y coreando incesantemente "paz, paz, paz". La homil¨ªa que pronunci¨® el Papa en la misa celebrada al aire libre se convirtieron en la ceremonia m¨¢s concurrida de los ¨²ltimos tiempos. Sus palabras reafirmaron la solidaridad del Vaticano no s¨®lo con los cristianos que se sienten discriminados y perseguidos, sino tambi¨¦n con los musulmanes que padecen los crueles efectos de un conflicto a menudo ignorado.
"La libertad religiosa es un derecho que tiene todo individuo, porque brota de la dignidad inalienable de cada ser humano", proclam¨® el Papa ante la multitud que colmaba la vasta Plaza Verde. La libertad religiosa "existe independientemente de las estructuras pol¨ªticas y sociales, y el Estado tiene la obligaci¨®n de defenderla de cualquier ataque o i nterferencia", dijo haci¨¦ndose eco de las denuncias de islamizaci¨®n forzosa formuladas por una comunidad de tres millones y medio de cristianos.
El Pont¨ªfice emple¨® un lenguaje m¨¢s concreto en la reuni¨®n que sostuvo con el presidente sudan¨¦s. Sobre c¨®mo traer la paz a Sud¨¢n, afirm¨®: "No se puede lograr paz sin justicia ni respeto a los derechos humanos", le dijo en un mensaje abierto y le¨ªdo frente a la plana mayor del Gobierno. Oficialmente, el Papa vino a consagrar la festividad de la hermana Josephine Bakhita, una monja sudanesa beatificada el a?o pasado. Pero su misi¨®n se inscribi¨® en el marco de las libertades individuales que los sudaneses esperan ver fortalecidas.
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