La guerra acabo con el negocio del santuario
Fueron ni?os, como en otras supuestas apariciones marianas, quienes declararon haber visto a la Virgen en Medjugorje, en las monta?as de Herzegovina, la tarde del 24 de junio de 1981.Seis peque?os lograron concitar la atenci¨®n de las sencillas gentes de estas comarcas monta?osas, donde las tradiciones cat¨®licas est¨¢n muy arraigadas. Las autoridades eclesi¨¢sticas de Mostar mostraron desde el principio un notable escepticismo, pero estas reticencias no fueron obst¨¢culo para el paulatino desembarco de miles de peregrinos.
Primero fueron s¨®lo los devotos croatas, pero poco a poco se incorporaron italianos, alemanes y franceses a esta singular romer¨ªa. Al comp¨¢s de los c¨¢nticos religiosos y de las supuestas visiones divinas, floreci¨® un emporio comercial con aspiraciones del estilo de los santuarios de Lourdes, en Francia, o de F¨¢tima, en Portugal.
Entre puertos de monta?a y escarpadas cumbres nevadas, en un paisaje bello e inh¨®spito, brotaron las pizzer¨ªas, crecieron las tiendas de regalos, mientras los crucifijos y las im¨¢genes de la Virgen poblaron todos los rincones. Una moderna ermita se alz¨® tambi¨¦n sobre el altiplano.
Dicen que Mar¨ªa transmiti¨® a Ivanka, Mirjana, Vicka, dos Ivanes y Milka mensajes de paz y de armon¨ªa. Pero los pron¨®sticos celestiales fallaron esta vez en Medjugorje.
Apenas una d¨¦cada despu¨¦s de las primeras apariciones, la guerra estall¨® con toda su crueldad a pocos kil¨®metros de este pueblo de la Herzegovina. El asedio y la destrucci¨®n de Mostar, los feroces combates en Stolac y el odio m¨¢s implacable entre comunidades ¨¦tnicas y religiosas estallaron en toda la zona.
Quedaba poco margen para la piedad, y menos todav¨ªa para el negocio mariano. As¨ª, los peregrinos tuvieron que huir con los estruendos de los morteros y con el silbido de los proyectiles a sus espaldas.
En su escapada, los feligreses dejaron libres 8.000 camas hoteleras para que las ocuparan los soldados del HVO (Consejo de Defensa Croata), los cascos azules espa?oles de las Naciones Unidas y alg¨²n que otro traficante de armas con malet¨ªn y cat¨¢logo.
De este modo, las misas de los franciscanos de Medjugorje s¨®lo encuentran ahora una r¨¦plica, los disparos en los desfiladeros cercanos.
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