Clinton se lanza a la calle para explicar su plan econ¨®mico a los ciudadanos
El Calendario dice que estamos en el ¨²ltimo tercio de febrero, pero en Washington tenemos la sensaci¨®n de encontrarnos a finales de octubre, en el punto m¨¢s ¨¢lgido de la ¨²ltima campa?a electoral. El presidente Bill Clinton ha recurrido al mismo estilo de aquellos d¨ªas para defender ahora su programa de transformaciones econ¨®micas, en lo que la oposici¨®n llama "la mayor campana propagand¨ªstica de la historia norteamericana".
Clinton particip¨® ayer en una asamblea abierta con estudiantes de Chillicothe (Ohio) y, m¨¢s tarde, en otro acto multitudinario en Hyde Park, la ciudad natal de Franklin Roosevelt, en el Estado de Nueva York. El mensaje del presidente, una vez m¨¢s en el mejor estilo kennedyano, apel¨® al patriotismo y a la responsabilidad de todos para conseguir un futuro mejor.
El pueblo norteamericano est¨¢ conociendo de boca del propio presidente cada uno de los detalles de su ambicioso plan econ¨®mico y miles de personas han tenido hasta ahora -y tendr¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas- la oportunidad de interrogar en directo al presidente sobre sus principales preocupaciones.
Agrio debate sobre el aborto
A veces, el debate deriva a asuntos no estrictamente econ¨®micos. Como ayer en Chillicothe, donde Clinton se vio inmerso en una ¨¢spera discusi¨®n sobre el aborto con un joven que opinaba que a las mujeres abortistas habr¨ªa que condenarlas como asesinos en primer grado."Al menos tienes una posici¨®n consistente. Pero este es un conflicto moral muy profundo sobre el que los propios cristianos tienen diferencias", contest¨® el presidente, mientras el estudiante que le preguntaba sonre¨ªa abiertamente.
"R¨ªete si quieres con toda esa autosuficiencia, jovencito", insisti¨® Clinton, "pero hay muchos cristianos que est¨¢n en desacuerdo contigo. La raz¨®n por la que yo apoyo la sentencia Roe versus Wade (la decisi¨®n del Tribunal Supremo que legaliz¨® la pr¨¢ctica del aborto) es porque creo que el Gobierno de este pa¨ªs no puede emprender acciones criminales contra algo sobre lo que incluso los te¨®logos no consiguen ponerse de acuerdo".
Fue una situaci¨®n muy violenta en la que la audiencia intervino con un largo aplauso y que Clinton trat¨® de salvar elogiando la valent¨ªa del muchacho que le hab¨ªa hecho la pregunta: "Yo quiero que la gente me pregunte las cosas m¨¢s duras que se le ocurran. Estoy seguro de que no ha sido f¨¢cil para ese j¨®ven levantarse y hacerme una pregunta as¨ª sobre el aborto sabiendo que yo ten¨ªa una postura diferente a la suya. Estoy orgulloso de ¨¦l por lo que hizo".
Aunque el Partido Republicano se ha quejado de estos m¨¦todos populistas y ha advertido que las asambleas no pueden sustituir a la acci¨®n de Gobierno, ni a la labor de debate del Congreso, Bill Clinton tiene previsto continuar su gira ma?ana por California y otros Estados del Este.
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