Trucos del oficio

"La vista enga?a", asegura el linier internacional Sergi Albert Jim¨¦nez. Un juez de l¨ªnea puede correr m¨¢s que cualquier delantero, estar siempre en su sitio y tener unos reflejos r¨¢pidos como un rayo, y, sin embargo, equivocarse. Los linieres luchan contra una tarea imposible, contra las trampas que les ponen defensas y delanteros y contra hechos inmutables. No hay m¨¢s remedio que aprender de la experiencia y fiarse del instinto para sobrevivir.Por ejemplo, un delantero corpulento es mala inversi¨®n. "Si tienes en primer plano a un delantero grande que te tapa toda la visi¨®n, levantas el bander¨ªn para desesperarte al instante. Detr¨¢s de ¨¦l hab¨ªa un defensa que anulaba el fuera de juego", explica Albert.

Las artima?as t¨ªpicas de defensas y delanteros las conocen por repetidas. As¨ª, todos saben que desde sus tiempos en el Albacete Benito Floro coloca siempre a dos jugadores en fuera de juego. En el Madrid, Butrague?o y Zamorano se ponen varios metros por detr¨¢s de los defensas. Ante env¨ªos largos, el Iinier levanta el bander¨ªn. La defensa se conf¨ªa. Pero, de repente, Mart¨ªn V¨¢zquez rompe la situaci¨®n antirreglamentaria entrando por la izquierda con el bal¨®n controlado. Los defensores se vuelven hacia el linier para reclamar offside. En ese tiempo, Butrague?o y Zamorano est¨¢n en situaci¨®n legal, en la boca del gol esperando el pase del compa?ero con metros de ventaja sobre los defensa, que se han quedado parados.

Tradici¨®n

Los linieres se pasan de uno a otro normas no escritas. Una de ellas es la que m¨¢s molesta a delanteros y aficionados: "En caso de duda, m¨¢s vale levantar el bander¨ªn y equivocarse". Uno de los jueces de l¨ªnea de D¨ªaz Vega, adepto a esa ley, tiene tan mosqueado a Stoichkov que cuando le ve antes de los partidos le dice: "?Otra vez t¨²?".

En estadios grandes y llenos de p¨²blico, el linier nunca oye la patada al bal¨®n, dato por el que se podr¨ªan guiar para saber cu¨¢ndo se da el pase. As¨ª, buscan un ant¨ªdoto. Los reglamentos dicen que deben estar en l¨ªnea con el ¨²ltimo defensa y seguir con la vista el bal¨®n, pero entonces no ven la l¨ªnea. Albert prefiere quedarse entre 15 y 50 cent¨ªmetros por detr¨¢s de los defensas para tener una mejor perspectiva -y siempre mirando a los jugadores, sobre todo cuando son delanteros r¨¢pidos, como Zamorano, Stoichkov o Begiristain

Y, sobre todo, nunca fiarse de la vista. "Tienes que estar fr¨ªo y pensando. Hacer lo que te diga el coraz¨®n. Es necesario sentir el fuera de juego, no verlo. Cuando caigo en la tentaci¨®n de fiarme de la vista, siempre acabo dici¨¦ndome: 'La has cagado", cuenta Albert.