La reforma sanitaria en EE UU exige otra subida de impuestos

Al mismo tiempo que el presidente Bill Clinton contin¨²a en la costa Oeste su campa?a de venta a domicilio de su programa econ¨®mico, se multiplican los comentarios que anuncian una nueva subida de impuestos para pagar el plan de reforma sanitaria que prepara la primera dama, Hillary Rodham Clinton.Varios funcionarios de la Administraci¨®n se han referido en los ¨²ltimos d¨ªas a la posibilidad de alg¨²n impuesto m¨¢s sobre los beneficios de las empresas y a una subida de las tasas del alcohol y el tabaco como ¨²nica v¨ªa para financiar un sistema de salud al alcance de todos los norteamericanos.

"No quiero descartar esa posibilidad", dijo en una entrevista. en televisi¨®n el pasado fin de semana el secretario de Trabajo, Robert Reich, uno de los principales inspiradores de la agenda, econ¨®mica de la Casa Blanca.

Reich manifest¨® que la contribuci¨®n de los empresarios para extender el acceso a la protecci¨®n sanitaria a los millones de norteamericanos que actualmente carecen de ella repercutir¨¢ en inter¨¦s de los propios empresarios. El jefe de Presupuesto de la presidencia, Leon Panetta, explic¨® que los impuestos sobre el tabaco y el alcohol contribuir¨ªan, adem¨¢s a dificultar el consumo de algunos de los productos que mayores problemas de salud generan en la poblaci¨®n.

El plan de reforma sanitaria es, individualmente, el m¨¢s ambicioso de todos los proyectos de transformaci¨®n de la Administraci¨®n de Clinton. Su estudio est¨¢ en manos, no s¨®lo de los ministerios responsables, sino tambi¨¦n de un equipo especial que dirige la esposa del presidente. El costo de un sistema sanitario que, comprometi¨® Clinton en la campa?a electoral, permitiese salud para todos, estar¨ªa por en cima de los 30.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de tres billones de pesetas).

Durante su recorrido por varios Estados del pa¨ªs para explicar sus planes de renovaci¨®n, Bill Clinton ha insistido en que tiene intenci¨®n de proceder a una transformaci¨®n de fondo de la sociedad norteamericana, aunque para ello sean necesarios algunos sacrificios. "Les digo que este es un momento hist¨®rico para Estados Unidos. Disponemos de una gran oportunidad para elaborar un futuro distinto para el pa¨ªs si tenemos el valor para acometerlo", manifest¨® el presidente en California.

En ese Estado, afectado por un desempleo del 10%, Clinton expuso su deseo de aumentar la inversi¨®n en tecnolog¨ªa para crear nuevos puestos de trabajo. Tambi¨¦n en California, una zona muy afectada por los recortes del presupuesto militar y por la crisis de la industria de la aviaci¨®n, Clinton critic¨® las subvenciones europeas al proyecto del Airbus, que, seg¨²n ¨¦l, han dejado sin trabajo a muchos norteamericanos.