La Iglesia y el preservativo
Muy malo es "tirar la piedra y esconder la mano". La ¨²nica personalidad de influencia mundial que todav¨ªa se opone al empleo del preservativo, Juan Pablo II, al visitar un ?frica negra con millones de enfermos de sida, no ha tenido ning¨²n empacho en reclamara la ciencia una pronta cura. para dicha enfermedad que su prohibici¨®n del uso del cond¨®n tanto ayuda a difundir.Por supuesto, las pretendidas razones del Papa son una burla a la raz¨®n. El cubrirse contra la infecci¨®n del sida con un preservativo es tan natural como cubrirse las heridas contra otras infecciones. Todos los dem¨¢s l¨ªderes mundiales no son tontos o inmorales al permitirlo e incluso recomendarlo. Lo que el Papa defiende ah¨ª es lo natural en ' su Iglesia: hacer prohibiciones antinaturales, de imposible cumplimiento, cuyas transgresiones, pecados, sean perdonados por quienes tienen las llaves de la salvaci¨®n.
Negocio lamentable, que adem¨¢s, aqu¨ª y ahora, est¨¢ fomentando una epidemia mortal y mundial que nos amenaza a todos, no s¨®lo al reba?o (le ese encallecido pastor. Denunciarlo y combatirlo en esto (aparte de cualquier tema realmente religioso) se ha convertido, pues, en una exigencia de nuestro m¨¢s elemental instinto de supervivencia.-
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