Muere Tom¨¢s de Antequera, el cantor de 'Doce cascabeles'
Fue uno de los tonadilleros m¨¢s populares de los a?os 50
Tom¨¢s de Antequera falleci¨® ayer en Madrid a los 72 a?os de edad, a consecuencia de un c¨¢ncer de pr¨®stata, enfermedad de la que hab¨ªa sido operado dos veces. A los 16 a?os comenz¨® su carrera art¨ªstica como cantaor flamenco, aunque pronto se decant¨® hacia la canci¨®n aflamencada y la tonadilla, g¨¦nero en el que logr¨® una enorme popularidad, especialmente en la d¨¦cada de los cincuenta. Con 10 discos grabados, sus creaciones de canciones que se hicieron cl¨¢sicas, como Doce cascabeles, Romance de la reina Mercedes y Zambra de mi soledad, han quedado en la memoria de los aficionados a ese g¨¦nero.
"Yo aprend¨ªa lo que cantaban en las pel¨ªculas y me pon¨ªa a cantar en las tabernas dici¨¦ndole a la gente: 'Mira lo que he aprendido'. Me echaban dinero, y f¨ªjate lo que era entonces una peseta o un duro", declaraba Tom¨¢s de Antequera en 1985 a EL PA?S. Aquel entonces eran los a?os anteriores a 1943, cuando debut¨® en Madrid en el caf¨¦ de San Mill¨¢n, frente al Mercado de la Cebada. "Arm¨¦ tal esc¨¢ndalo que pusieron guardias a caballo en la puerta para sujetar a la gente".Juan Antequera L¨®pez naci¨® en Valdepe?as (Ciudad Real) el 7 de julio de 1920. Era el hijo menor de una familia de 23 hermanos, de los cuales viv¨ªan s¨®lo 13, y con una com¨²n afici¨®n al cante. Apenas cumplidos los 16 a?os, comenz¨® cantando en las tabernas y cines de los peque?os pueblos manchegos, acompa?ado por dos hermanas, una guitarrista y otra bailarina. "Cantaba tanto canci¨®n espa?ola como flamenco", dec¨ªa Tom¨¢s de Antequera, "y todav¨ªa no hab¨ªa hecho estudios musicales. Luego me met¨ª en las academias". Y all¨ª aprendi¨® canciones con los maestros Castellano, Monreal y Quiroga... Hasta que lleg¨® Doce cascabeles.
En 1953, esta canci¨®n fue la que recaud¨® m¨¢s dinero en concepto de derechos de autor, lo que indica su enorme popularidad en aquellos a?os. Doce cascabeles represent¨® el punto culminante de la carrera de Tom¨¢s de Antequera, que tuvo en sus incre¨ªbles chaquetas su distinci¨®n, en el empleo de los cr¨®talos su originalidad musical y en el Molino Rojo madrile?o su feudo. "Entonces, Madrid era una ciudad en donde la gente se sentaba con el botijo en la calle, donde hab¨ªa verbenas y puestos de melones y se beb¨ªa agua fresca que te daba la gente", dec¨ªa Tom¨¢s de Antequera en 1985. "Ahora es de otra manera, pero todav¨ªa hay gente de aquella ¨¦poca que vive con el mismo af¨¢n".
Acusado por ciertos sectores de la Falange de republicano y homosexual -como Miguel de Molina-, Tom¨¢s de Antequera trabaj¨® tambi¨¦n en Sudam¨¦rica, donde alcanz¨® gran popularidad. A partir de los a?os 60, su figura comenz¨® a declinar. "La gente joven entr¨® por los Beatles, Paul Anka y Tom Jones y decay¨® un poco la canci¨®n espa?ola". En 1985 realiz¨® en el Caf¨¦ Manuela, de Madrid, una de sus ¨²ltimas apariciones art¨ªsticas ante un p¨²blico joven. "Me ha bastado salir al escenario para sentirme feliz", dec¨ªa. "Se est¨¢ como en un sue?o de gloria".
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