La polic¨ªa de Tejas teme que 'Jesucristo' Koresh empuje la secta de los davidianos a un suicidio colectivo
La polic¨ªa que rodea la granja Monte Carmelo de la secta Rama Davidiana teme que el Jesucristo de Tejas opte por el martirio y obligue a todos sus seguidores a un suicidio colectivo. El FBI mantiene sus posiciones, mientras que el l¨ªder de la secta dice continuar en espera de las instrucciones de Dios.David Koresh, el hijo de 33 a?os de un carpintero norteamericano, que creci¨® en un poblado tejano llamado Palestina, ha convencido a sus seguidores de que es el hijo de Dios. Las autoridades temen que hoy viernes, el mismo d¨ªa en que, seg¨²n las Escrituras, Cristo fue crucificado, pretenda convertirse en un m¨¢rtir de sus fan¨¢ticas creencias.
Ayer fue rescatado el cad¨¢ver de uno de los integrantes de la secta que muri¨® en el ataque del pasado domingo. El cuerpo fue localizado por un helic¨®ptero y recuperado por un veh¨ªculo militar.
Koresh que hasta ahora ha permitido la salida de 20 ni?os de los miembros de la secta cree que el martirio abre las puertas del cielo. La permanencia- de otros 18 ni?os en el interior de la granja ha sido interpretada por las autoridades como una medida de seguridad con la que Koresh pretende evitar una repetici¨®n del asalto, el pasado domingo, por parte de agentes federales que acab¨® con la vida de cuatro miembros del Departamento Federal de Tabaco, Alcohol y Armas de Fuego (ATF) y de dos miembros de la secta.
La fortaleza Monte Carmelo est¨¢ preparada para un largo asedio. Los lugare?os han sido testigos de c¨®mo en los ¨²ltimos meses la secta ha comprado alimentos por valor de 8.000 d¨®lares. Adem¨¢s de unos t¨²neles subterr¨¢neos construidos durante la II Guerra Mundial, la secta tiene una enfermer¨ªa perfectamente equipada donde, supuestamente, las enfermeras miembros de la secta han curado la herida de su l¨ªder.
El FBI se preparaba ayer para cortar la corriente el¨¦ctrica de Monte Carmelo y conf¨ªa en que se acabe pronto el combustible de los generadores el¨¦ctricos.
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